Consejos para mantener la temperatura adecuada en el hogar

Consejos para mantener la temperatura adecuada en el hogar

Maribel Baena

Mantener una buena temperatura en el hogar es muy importante. Y no solo para sentirnos cómodos en él, sino también para ahorrar energía. Porque si sabemos cómo hacer que la temperatura sea estable, conseguiremos gastar menos tanto en calefacción como en aire acondicionado. ¿Quieres saber cómo conseguirlo? ¡Te lo enseñamos!

Aunque pueda parecer una obviedad, no siempre es sencillo saber cómo hacer que tu hogar esté siempre a la temperatura deseada. Sí, tanto la calefacción como el aire acondicionado ayudan, pero la clave es prolongar posteriormente ese clima que has conseguido obtener. Desde Topes de Gama traemos algunos trucos que te van a ser de ayuda, y con los que vas a aprender a crear el mejor ambiente en tu casa. ¡Sigue leyendo!

Cuál es la temperatura ideal

Comencemos por el principio: ¿cuál es la temperatura ideal? Es cierto que depende un poco de la persona, puesto que hay quien es más o menos caluroso, o quien tolera mejor el frío. Pero el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía ha hecho un estudio al respecto que puede sernos de gran ayuda. Esta es una entidad pública española cuya labor es investigar y divulgar sobre la eficiencia energética. El estudio completo lo podrás encontrar aquí, aunque te resumimos sus conclusiones.

hogar temperatura

El IDAE introduce el término de bienestar térmico, señalando la temperatura a la que las personas nos podemos encontrar cómodos en un espacio climatizado. Para valorarlo de forma precisa, tienen en cuenta que no todas las personas son iguales. Asimismo, recuerdan que puede influir la comida que se haya ingerido, puesto que si es muy pesada subirá nuestra temperatura. También puede hacerlo la actividad física que estemos realizando, si llevamos mucha o poca ropa, nuestro metabolismo… ¡Es un asunto bastante complejo! Mas, por suerte, llega a una conclusión bastante sencilla: para que estemos cómodos, nuestra vivienda debe estar entre los 20 y los 21 grados de día, y los 15 y 17 grados de noche.

Según explican, a esta temperatura las personas que tengan frío podrán recurrir a abrigarse más, mientras que las que tengan calor podrán quitarse ropa. ¡Y así se alcanzará el mayor confort térmico posible!

Debes saber que la Organización Mundial de la Salud ha llegado más o menos a la misma conclusión en sus estudios, marcando la temperatura ideal entre los 18 y los 24 grados. Así que podemos tenerlo bastante claro: los humanos nos encontramos cómodos entre los 17 grados y los 24 grados, más o menos.

La temperatura idónea también depende de las habitaciones

Hay un punto más que considerar a la hora de hablar de buenas temperaturas, y es la habitación de la que estemos hablando. No es lo mismo referirnos al baño, donde quizá quieras tener una temperatura más alta para poder ducharte sin pasar frío, que la cocina. En esta última pasarás algo menos de tiempo y, además, los propios fogones te ayudarán a caldear el ambiente cuando estes cocinando.

Lo ideal es que las estancias que mejor se mantengan siempre sean el salón y, sobre todo, los dormitorios por la noche. Lo mismo sucede con aquellas personas que tengan un despacho y trabajen allí de forma habitual. En estas habitaciones se debe estar siempre alrededor de la temperatura que hemos mencionado, unos 20 grados.

Qué afecta a la temperatura de nuestra casa

Hay ciertos aspectos que influyen de forma directa en el ambiente que haya en nuestro hogar. Por supuesto, el primero y más importante es la climatización. Es decir, si hemos conectado el aire acondicionado o la calefacción. Eso hará que nuestra temperatura cambie por completo y se vaya adaptando a la que hayamos programado.

hoguera temperatura

Pero, además, hay más puntos que pueden influir. Como el clima del exterior, e incluso la temperatura de las paredes del edificio o la casa. Si estás en pleno verano y, además, en tu hogar da mucho el sol, será mucho más complicado conseguir que el piso se enfríe. Necesitarás poner el aire a una temperatura más baja de lo habitual, sobre todo si las paredes no se encuentran bien aisladas. Lo mismo sucede en invierno: si hace mucho frío fuera, este puede llegar a calar en el interior. Para evitar que esto suceda se suelen utilizar ventanas aislantes, aunque de esto hablaremos un poco más adelante.

La humedad también es importante a la hora de encontrarse cómodos en un hogar. Lo ideal es que esta se mantenga en un rango de entre el 40 % y el 60 %, puesto que si está por debajo puede resultar demasiado seco y si está por encima habrá una mayor sensación de frío. Y, como es lógico pensar, si la sensación de frío aumenta tenderemos a aumentar la temperatura de la calefacción, con el gasto que eso conlleva.

Por supuesto, el aire también puede incidir de forma directa en la temperatura. Si las corrientes de aire son demasiado fuertes, la sensación térmica será la de que hace más frío. Es por eso por lo que se aconseja cerrar las ventanas en invierno, aunque es necesario continuar aireando de vez en cuando. A ser posible, en las horas más cálidas del día, para así mantener el aire lo más limpio posible.

La tecnología te ayuda a crear un ambiente confortable

Más allá de los consejos que ya hemos dado, y que poco o nada tienen que ver con las nuevas tecnologías, ¡hemos de hablar de estas! Porque si hay una buena manera de mantenerse siempre cómodo en casa, esa es ayudándose de ciertas herramientas.

Vamos a mencionar diferentes artículos que van a ayudarte a hacer que tu hogar sea el sitio más confortable del mundo, pero antes hay otro tema que tratar: la eficiencia energética.

hogar con chimenea

Cuando hablamos de eficiencia energética, nos estamos refiriendo a cómo podemos ahorrar recursos energéticos en nuestro día a día. Básicamente, es una forma de reducir nuestro consumo lo máximo posible. Los dispositivos como los aires acondicionados, ya sean con bomba de calor o sin ella, suelen consumir bastante energía. Es precisamente por eso por lo que es clave buscar uno que consuma lo mínimo posible, porque así conseguiremos reducir nuestra factura de la luz.

No pierdas de vista la etiqueta de eficiencia energética

Para saber cuánto consume el dispositivo que vas a adquirir, y si va a tener mucho impacto en tu factura mensual, es imprescindible que revises la etiqueta de eficiencia energética. Este certificado te señalará de forma concreta cuál su consumo en kilovatios hora. En esta etiqueta aparecerá la siguiente información:

  1. Un código QR para que puedas conocer más el producto en sí.
  2. Una clasificación de la eficiencia, que va desde la A hasta la G. Cuánto más se acerque a la A, mejor será su eficiencia.
  3. Un cálculo del consumo energético anual.
  4. Más información complementaria, dependiendo del dispositivo que sea. Por ejemplo, puedes encontrar el ruido que hace, o la capacidad que tiene.

etiqueta bombilla led

Lo ideal a la hora de comprar un dispositivo como un aire acondicionado con bomba de calor o una estufa es que sea clase A o clase B, aunque puede ser un poco complejo en ocasiones. No obstante, te recomendamos siempre que inviertas algo más en un producto de calidad porque será algo que acabes notando en la factura mensual.

Tras haber visto la eficiencia energética, pasamos a ver cómo podemos conseguir el mejor ambiente en nuestro hogar. Hay algunas herramientas que podrán serte de ayuda, ¡así que continúa leyendo!

Los aires acondicionados

No podemos más que comenzar hablando de los aires acondicionados, sobre todo los que se denominan inverter. Es decir, los que además de enfriar tu hogar en verano se encargarán de calentarlo en invierno.

Aire acondicionado Kesser

Hay diferentes clases de aires acondicionados: portátiles, de split, los que se deben instalar a través de conductos de ventilación… Y la elección de uno u otro va a depender, sobre todo, de tu casa y de tus necesidades específicas. Aunque los más recomendables en cuanto a eficiencia energética son los que cuentan con bomba de calor. Estos son mucho más eficientes y, además, se consideran más sostenibles. Asimismo, son poco ruidosos y no solo inciden de forma positiva en la temperatura, sino también en la calidad del aire y la humedad.

Si bien es cierto que son algo menos asequibles, agradecerás a largo plazo tenerlos en tu hogar. Porque te permitirán programar la temperatura exacta que quieres, y se encargarán de mantener cada estancia justo a los grados señalados.

Otras formas de entrar en calor: las estufas

En el caso de no tener un aire acondicionado con bomba de calor, siempre puedes ayudarte de una estufa. Hay distintos tipos y clases, así como diferentes gamas. Las estufas que más se suelen usar son las siguientes:

  • De gas butano.
  • De aceite.
  • Estufas pellets.
  • Biomasa.
  • Estufas eléctricas.
  • Estufas de leña.
  • Las estufas que funcionan mediante gas azul.

Son una ayuda muy buena, sobre todo en estancias pequeñas. La principal desventaja que tienen es que no todas te permiten seleccionar exactamente la temperatura que quieres, y eso puede acabar por ser contraproducente. Así que es un punto que debes revisar antes de lanzarte a por una. En este sentido, las más recomendables son las eléctricas. La principal ventaja que presentan es que te permiten controlar la potencia, la temperatura y, además, son muy baratas. Pero, claro, consumen energía.

Si lo que necesitas es ahorrar al máximo en tu factura, las estufas de Pellets son una de las mejores alternativas. ¡Porque el combustible suele ser muy económico! Además, generan bastante calor, pese a que no te permitan controlar de forma precisa la temperatura. No son baratas, pero a cambio sí que son eficientes a nivel energético.

Controla la humedad con deshumidificadores

Como ya hemos señalado anteriormente, la humedad afecta mucho a la sensación que puedas tener de frío o calor. Si hay mucha humedad, notarás un gran agobio en verano y mucho frío en invierno. Asimismo, será más complicado refrigerar una habitación y necesitarás hacer uso de más energía. Y eso sin tener en cuenta que sudarás más, y eso también alterará tu temperatura corporal.

Para controlar la humedad no solo puedes ventilar el hogar, que es fundamental, sino ayudarte de los deshumidificadores. Aunque debes saber que los aires acondicionados también son de gran ayuda, puesto que secan bastante el ambiente.

Los deshumidificadores son unos dispositivos que se encargan de extraer la máxima humedad del aire, dejándolo en las condiciones óptimas. Lo hacen ayudándose de un ventilador interno que se encarga de aspirar el aire, deshumidificarlo y, posteriormente, devolverlo a la habitación. Hay diferentes tipos, los que tienen compresor y los que funcionan con gel de sílice u otros desecantes. Los más comunes son los primeros, así que son los más fáciles de encontrar. También hallarás tamaños muy diferentes, dependiendo de la zona en la que quieras usarlo.

Entre las ventajas de usar un deshumidificador hay más aparte de evitar la humedad. Como, por ejemplo, el hecho de que son buenas para ciertos tipos de problemas respiratorios y que pueden llegar a ayudar con las alergias.

Los termostatos inteligentes: la mejor solución

No podemos dejar de hablar de las soluciones inteligentes, como pueden ser los termostatos que funcionan mediante WiFi. Su uso es el mismo que el de un termostato convencional: conectan y desconectan el aire acondicionado en función a la temperatura que tú hayas seleccionado. Pero, en este caso, estos dispositivos son capaces de ir más allá. Porque aprenderá de tus rutinas, de la temperatura que haya en la calle en ese momento e incluso de ciertos parámetros que tú les señales. Gracias a eso, ahorrarás mucho dinero con tu factura ¡y tu casa se mantendrá justo a la temperatura que necesitas!

Honeywell Home

Lo único que tendrás que hacer es indicar qué temperatura debe haber en tu casa. A partir de ahí, él se encargará de todo. Podrá detectar si hay ventanas abiertas, si hay alguna estufa, si está puesto o no el aire, e incluso si estás en casa o no. Al detectar que te vas, reducirá la temperatura para evitar el gasto energético, pero únicamente un poco. De esta manera, al saber que tú regresas apenas tendrá que variarla para volver a estar justo a los grados que tú hayas señalado. Eso evitará los grandes gastos que pueden llegar a suponer las subidas y bajadas bruscas.

Asimismo, podrás controlarlo con tu smartphone. Y no creas que son muy caros, porque puedes encontrarlos a un precio bastante óptimo. ¡Y te cambiarán la vida!

Pásate a la domótica: los enchufes inteligentes

Por último, también tenemos un buen truco para aquellos que uséis estufas en lugar de aires acondicionados. Si bien es cierto que los termostatos no te serán de ayuda, ¡los enchufes inteligentes sí! Con estos podrás controlar que la estufa esté activa o no, e incluso programarla para que se apague a ciertas horas. Esto hará que puedas apagarla una hora después de haberte ido a la cama sin necesidad de estar tú pendiente, puesto que el temporizador se encargará por ti.

Lo bueno de estos enchufes es la versatilidad que aportarán a tu hogar, puesto que podrás usarlos en prácticamente cualquier tipo de dispositivo.

Trucos para mantener una buena temperatura

Más allá de las herramientas tecnológicas que te ayudarán a gestionar la temperatura de tu hogar, hay ciertos tips que te pueden ayudar en tu día a día. ¡Y que son muy fáciles de poner en marcha! A continuación, vamos a ver algunos de ellos. Si te decides a ponerlos en práctica, notarás rápidamente cómo sí es cierto que funcionan.

  • El primero de ellos, y el más importante, es saber hacer un buen uso de las persianas. Parece lógico que estas nos ayudan a que entre la luz exterior y a que haya aire limpio siempre, pero también hay que saber cuándo es mejor cerrarlas y cuándo abrirlas. Por ejemplo, se recomienda bajarlas por la noche en invierno para así evitar que haya pérdidas de calor. En el caso del verano, lo ideal es bajarlas en las horas de más calor. ¡Y así se evita que este se acumule en el piso!
  • Las cortinas también pueden ser de ayuda, sobre todo si son muy tupidas. Estas funcionan también como barrera entre las temperaturas del exterior y nuestro hogar, resguardándonos tanto en verano como en invierno. Además, en verano ayudan a que no entre tanta luz solar, que puede hacer que el calor aumente.
  • La luz solar es clave a la hora de mantener un buen clima. Lo ideal es aprovechar esta luz en invierno, puesto que es capaz de templar al ambiente. En verano, se debe evitar cuando esta es directa, sobre todo a las horas centrales del día.
  • Si hace demasiado frío o demasiado calor, lo mejor es optar por directamente cerrar las ventanas. Si estas son de doble acristalamiento, ¡notarás que protegen mucho más! Recuerda que, independientemente del frío que pueda hacer, es recomendable airear la vivienda todos los días.
  • En el caso de que tengas dormitorios que no estás usando, puede ser buena idea cerrar directamente la puerta. De ese modo, creas una barrera más contra el frío.
  • Un punto que solemos pasar por alto es que el suelo también influye en la temperatura. Si tienes suelo radiante, sin duda habrás comprobado cómo este es capaz de caldear tu casa casi sin ayuda. En el caso de que no tengas, siempre podrás ayudarte de alfombras que te aíslen del frío que el suelo pueda transmitir.
  • Revisa la humedad de tu casa y busca cómo mantenerla dentro de lo considerado apto. Como hemos mencionado antes, lo ideal es que se encuentre entre el 40 % y el 60 %. Si compruebas que la humedad de tu piso es demasiado elevada, lo mejor es que optes por usar deshumidificadores. Lo ideal es que ventiles a menudo, que no tiendas la ropa mojada dentro de casa a menos que sea inevitable y que controles los posibles rastros de humedad en las paredes.
  • Junto a todo esto, es importante que realices un correcto mantenimiento tanto del techo como de las paredes. De esta manera, evitarás todas las posibles filtraciones y conseguirás que tu hogar esté siempre en las mejores condiciones.
  • Y, por último, usa ropa acorde a la temperatura. ¡Esto hará que te sientas mucho más cómodo!

Si te ayudas de las herramientas necesarias y, además, pones en práctica estos consejos, ¡conseguirás que tu casa esté siempre a la temperatura ideal! Reducirás tu consumo de luz y te encontrarás siempre cómodo en tu hogar.

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