El consumo energético y la factura de la luz se han convertido en una de nuestras mayores preocupaciones. El lugar de la casa donde, seguramente más energía se consume es la cocina, pues es aquí donde se encuentran la mayoría de los electrodomésticos como el frigorífico, el lavavajillas, el horno, etc. Dado que estos aparatos consumen una gran parte de la energía eléctrica, repercute en un mayor impacto en el gasto mensual de la luz.
Es innegable que la cocina es el espacio de la casa donde más energía se consume. Por ello, es importante que conseguir ésta sea lo más eficiente posible. Para lo cual es importante contar con los electrodomésticos adecuados y seguir unos hábitos de uso que eviten el derroche de luz, agua y alimentos. Además, la presencia de la domótica, que poco a poco se va abriendo paso en nuestros hogares, puede servir de gran ayuda.
Por lo tanto, hoy en Topes de Gama, queremos ayudaros a tener una cocina más eficiente. De esta forma, podremos llevar a cabo todas las tareas necesarias, pero reduciendo al máximo el consumo de energía.
Qué es una cocina eficiente y sostenible
Cuando hablamos de que una cocina sea eficiente y sostenible, nos referimos a que sea capaz de optimizar todo el gasto de energía tanto a la hora de conservar como preparar los alimentos para ahorrar lo máximo posible. De la misma forma también debe ser capaz de reducir el impacto medioambiental para evitar despilfarrar recursos. Es decir, realizar todas las labores que llevamos cabo ajustando el uso de la electricidad, el agua y los alimentos de la manera más adecuada.
En el momento que somos capaces de ahorrar energía también lo estaremos haciendo en los costes que tiene sobre nosotros. Teniendo en cuenta que cada vez el precio de luz es más elevado y el gasto tan alto que hacemos en la cocina, la eficiencia a la hora de cocinar es muy importante. No solo estaremos ayudando al medio ambiente y reducimos el impacto medio ambiental, sino que nuestras facturas también se verán reducidas todos los meses.
Para tener una cocina que sea sostenible y ecológica debemos llevar cabo diversas pautas de utilización de los electrodomésticos de cara a conseguir un correcto uso. Por ejemplo, no usar el lavavajillas hasta que no esté lleno, no usar la lavadora para un par de prendas, no dejar correr el grifo del fregadero, entre otras. Además, es importante que los electrodomésticos sean de bajo consumo que nos ayude a ahorrar tanto en tiempo como en dinero.
Los electrodomésticos y la eficiencia energética
No hay mejor manera de tener una cocina eficiente que tener unos electrodomésticos que consuman lo menos posible. Si bien es cierto que un aparato eficiente es bastante más caro que uno que no lo es, a la hora del consumo y gasto energético vamos a notar mucha diferencia. Descubriremos que obtendremos un importante ahorro a largo plazo en la factura de la luz, a la vez que seremos mucho más sostenibles.
Por ello es importante, cambiar nuestros viejos electrodomésticos por uno que tenga un certificado energético de clase A. Actualmente y desde marzo de 2021, la clasificación energética va desde la A (el más eficiente) hasta la G (menos eficiente). Antiguamente, esta clasificación era más compleja, puesto que iba desde la A hasta la D, y dentro de la A había incluso subcategorías.
Con este nuevo etiquetado, la etiqueta A queda exclusivamente reservada para aquellos electrodomésticos que, según la normativa europea, consuman por debajo del 50 % de energía que aquellos que presentan un consumo medio. Así que no debemos de extrañarnos si la mayoría de los modelos que encontramos no van más allá de la B.
Gracias a esta clasificación, vamos a poder diferenciar los aparatos de que consumen más energía de los que menos y que no son nada recomendables para su adquisición desde el punto de vista energético. A la hora de comprarlo esta información siempre debe estar bien visible en el aparato ya sea al lado o encima de este.
La importancia de la domótica en la cocina
A la hora de ser más eficientes energéticamente y reducir el gasto de nuestras facturas, podemos hacer uso de los sistemas domóticos. Estos, están enfocados a ayudarnos a mejorar la sostenibilidad energética dentro de nuestro hogar.
Qué aporta la domótica al hogar
En la actualidad, el sector de la domótica se caracteriza por garantizar una mayor comodidad, seguridad y confort en nuestro hogar. Eso se produce, sobre todo, por la facilidad que ofrecen para su manejo a través de las aplicaciones con los smartphones y a su compatibilidad con servicios de asistentes de voz.
Estamos pues, ante una de las tecnologías con mayor capacidad para mejor la eficiencia energética en nuestra casa y sobre todo en nuestra cocina. Con ella es posible conseguir un uso óptimo de todos los electrodomésticos conectados de los que dispongamos, permitiéndonos ahorrar en luz, agua, gas, etc.
Y es que cuando hablamos de domótica, lo hacemos de una tecnología que va más allá de los televisores inteligentes o de encender y apagar las luces sin pulsar el enchufe de la pared. Es capaz de englobar tantas cosas que, una casa inteligente puede ser capaz de consumir entre un 4 y un 25 % menos que una tradicional.
Cómo ayuda al ahorro y la eficiencia energética
Una manera importante de reducir los costes energéticos sin necesidad de tener que renunciar al confort habitual es a través de la domótica. La principal ventaja, es que vamos a poder monitorizar el consumo y gestionar de forma eficaz todos los suministros, ayudando de esta forma al ahorro de energía.
A continuación, vamos a ver cómo podemos aprovechar la domótica para ahorrar en electricidad, gas y agua en nuestra cocina.
- Ahorrar electricidad: el uso de electrodomésticos inteligentes o conectados pueden volver más eficiente nuestra cocina. Gracias a la domótica, vamos a poder controlar la puesta en marcha de electrodomésticos. También programar su funcionamiento en horarios en los que el consumo de energía sea menor. Vamos a poder programar el su potencia y el tipo de alimento que necesitamos cocinar, como es el caso del horno. Para la lavadora o secadora podemos programar el modo de lavado y secado para que una vez terminado, en función de la carga, se apague automáticamente. Si, además, usamos bombillas inteligentes nunca más se nos olvidarán encendidas cuando salimos de casa. Puesto que todo ello se puede llevar a cabo desde la aplicación en nuestro smartphone.
- Ahorrar gas: a la hora de cocinar con gas, la domótica nos puede ayudar para que podamos apagar los fuegos cuando quede poco tiempo para que la preparación del plato concluya, consiguiendo aprovechar el calor residual generado para los últimos minutos de cocción. Si contamos con un sistema de control y regulación centralizados, nos permite detectar y avisar en caso de avería, como una fuga de gas. Además, facilita una buena gestión del mantenimiento de las instalaciones, con el consecuente ahorro económico que esto supone.
- Ahorrar agua: con la ayuda de la domótica, cualquier tipo de ahorro de agua, aunque no se trate de agua caliente, conlleva un ahorro energético, ya que el agua es impulsada hacia nuestras viviendas mediante bombas eléctricas que consumen energía. Al igual que el consumo eléctrico, su uso en los lavavajillas o lavadoras pueden ser fundamental para evitar gastar más de la cuenta.
Beneficios de una cocina equipada con domótica
La mejor manera de cuidar nuestra cocina es mediante el uso de la domótica. Y es que, al fin y al cabo, se encuentra concebida para hacernos la vida más fácil. La mayoría de los fabricantes de electrodomésticos han implementado ya esta tecnología en todos sus aparatos de cocina, consiguiendo con ello que tengamos una experiencia más confortable, así como una mayor eficiencia energética y sostenibilidad.
El ahorro energético que supone gestionar el uso de la vitrocerámica, el frigorífico, el horno, la lavadora y otros electrodomésticos puede llegar a ser muy importante. Además, la instalación de griferías con esta tecnología puede llegar a reducir el uso del agua hasta en un 25 %. Por ejemplo, el lavavajillas incorpora programas de lavados altamente eficientes y otros electrodomésticos tienen programas de limpieza que excluyen el uso de agua y productos químicos.
Esto, además de aportar comodidad a una familia, también ayuda a que seamos más eficientes energéticamente. Esto es debido a que somos capaces de controlar sin estar en casa lo que pasa en nuestra cocina. La posibilidad de poder consultar el estado de nuestros electrodomésticos nos permite poder encenderlos y apagarlos según nos apetezca. Además, si nos encontramos fuera de casa, podemos programar las funciones para que todo esté preparado a nuestra llegada.
Otros consejos para ahorrar energía en la cocina
En nuestra mano también puede estar la clave para conseguir una cocina eficiente. Debemos tener en cuenta si los hábitos que llevamos a cabo son los más correcto o bien debemos de cambiarlos para conseguir ahorrar.
- Controlar el uso del agua: es importante que tomemos conciencia de todas las veces que abrimos el grifo de la cocina, tanto para no derrochar un bien tan escaso como para tampoco malgastar el dinero. Para ello puede ser importante tener cuidado a la hora de fregar, no dejando el grifo abierto. También es interesante el uso reductores o limitadores de caudal que permiten ahorrar hasta 4 litros por minuto.
- Cuidado al cocinar: ya que puede ser uno de los momentos donde más energía se derrocha. Sobre todo, si no usamos el fogón adecuado para el tipo de cazuela o sartén que vamos a utilizar. Si usamos una sartén pequeña en un fogón más grande solo conseguimos consumir hasta 25 % más de energía que si lo hiciéramos en su fogón adecuado. Además, es preferible usar el microondas siempre que podamos y usar el horno como último recurso ya que su consumo es mucho mayor.
- Carga al completo el lavavajillas: no todas las viviendas cuentan con un lavavajillas, pero desde el momento que disfrutamos de la comodidad de no lavar los platos a mano ya es complicado que podamos dar marcha atrás. Sin embargo, debemos hacer un uso responsable de este sino queremos desperdiciar una gran cantidad de agua y luz. Para ello es importante que lo llenemos al completo antes de cada lavado. Así no solo seremos más eficientes, sino que conseguiremos que los platos y la cubertería salgan como nuevos. Además, usar el programa más económico permite gastar un 40 % menos de energía.
- Plancha y reduce el uso de la secadora: es otro del os electrodoméstico que más consume. Por ello, en el caso de que planchemos la ropa, nos permitirá finalizar antes el ciclo de secado para ahorrar un 25 % de energía. Igualmente debemos llenar al máximo el tambor para aprovechar al máximo el secado, respetando siempre su carga máxima.
- Separa la ropa por colores en la lavadora: si es posible, lo ideal es que podamos separar la ropa en función de los colores y su suciedad. De esta manera podemos usar el programa más frio posible, siendo posible ahorrar hasta un 40 % de energía con cada lavado. De la misma manera que cuando hablamos de la secadora o el lavavajillas, siempre es ideal cargar el tambor al máximo sin sobrepasar su límite de carga.
- Apagar el horno 10 minutos antes de terminar la cocción: otro electrodoméstico con un alto consumo, sobre todo los más antiguos. Los más convencionales son capaces de consumir la mitad y cocinan mejor. Es conveniente no precalentarlos mucho tiempo y sobre todo apagarlos 5 o 10 minutos antes de terminar para aprovechar todo el calor residual, que de otra forma se perdería. De esta forma podemos ahorrar una media del 50 %.
- Evitar colocar el frigorífico cerca del horno: tampoco cerca del radiador o de una ventana soleada. Es importante que aprovechemos todo su volumen, pero sin llegar a comprimir los alimentos y ajustar el termostato una temperatura de entre 4º y 6º. Así mismo no debemos olvidar dejar abierta la puerta mucho tiempo. Todo esto nos permitirá ahorrar hasta un 30 %.
- Desenchufar los aparatos eléctricos: es tan importante tener unos buenos hábitos de ahorro energético como desenchufar los aparatos eléctricos cuando no los usamos, pues aún apagados, estos consumen energía. Esto es así, de tal manera, que puede llegar a suponer hasta el 7 % del gasto eléctrico anual en nuestro hogar. Este hecho es conocido como el «consumo fantasma». Además, cuanto más viejo sea el dispositivo más luz consumirá, ya que cuando fue fabricado, seguramente no existirían normativas ecológicas.
- Aprende a reciclar: el uso de las 3R (Reducir, Reutilizar y Reciclar es muy importante). Con el reciclaje en el hogar contribuimos a ser más sostenibles y contribuir a mejorar el Planeta. También supone un gran ahorro energético de cara a una economía global ya que estaremos rediciendo los gastos y reutilizándolos. Y es que, si somos capaces de aplicar el uso de las 3R a nuestro día a día, podremos reducir el impacto medio ambiental y ser eficientes tanto en el consumo energético como de alimentos y recursos.