Tener un detector de humos es algo muy positivo, ya que aumenta la seguridad que se tiene en las casas. Si desde hace tiempo tienes en mente hacerte con uno y no sabes en lo que fijarte, te mostramos las características más importantes que debe tener para acertar en la compra.
La función que realizan estos accesorios es la de detectar partículas que son potencialmente dañinas en el aire. En el caso de encontrarlas, se avisa al usuario mediante una señal acústica. Son capaces de reconocer tanto el humo de una chimenea como el monóxido de carbono de la calefacción, por lo que se evitan desgracias como por ejemplo cuando se está durmiendo. Por lo tanto, su utilidad es incuestionable.
Cómo funciona un detector de humos
Para reconocer los elementos que son nocivos se utiliza un elemento óptico que es capaz de revisar la calidad del ambiente. Este se combina con una cámara que tiene un sensor encargado de reconocer si existe una concentración alta de partículas peligrosas. Es decir, que existen dos vías de revisión: comprobar el oscurecimiento del aire y conocer de la calidad de este.
Cuando se detecta algún tipo de problema, el detector emite un aviso sonoro para que el usuario tome las medidas pertinentes (incluso, si está conectado a un sistema de seguridad -como por ejemplo uno incendios-, puede activarlo de forma automática). Cada elemento es capaz de medir perfectamente la calidad del aire en habituaciones de hasta de treinta metros cuadrados con una altura de seis metros. Si la lugares mayor, se tienen que combinar varios.
Cómo se tiene que colocar el detector
Es recomendable colocar elementos en cada habituación de la casa donde existan fuentes de peligro como por ejemplo chimeneas. Incluso, no está de más que en los pasillos también exista alguno para tener la mayor protección posible. Eso sí, hay algunas excepciones: la cocina y los baños no son sitios adecuados. El motivo es que en estos lugares se puede activar la alarma por error si se está en la ducha o cocinando.
Estos son algunos consejos que debes tener en cuenta a la hora de colocar cada uno de los sensores en tu casa:
- El elemento tiene que estar colocado a una distancia de las paredes o techos de 20 centímetros para un correcto funcionamiento, y nunca encima del foco de control (una salida de aire o estufa, por ejemplo)
- Un buen lugar para colocar un detector es cerca de las puertas para evitar problemas con el humo del tabaco.
- Resulta recomendable colocar lejos del tendido eléctrico el detector de humos.
- En viviendas con varios pisos, colocar un sensor en las escaleras es muy útil.
- Finalmente, debes colocar el dispositivo en el lugar más alto posible respetando todo lo antes comentado.
¿Mejor un modelo local o con WiFi?
Estos son los dos grandes tipos que existen en la actualidad. Los primeros son los más básicos, pero realizan su trabajo de forma efectiva. Los avisos los ejecutan mediante sonidos, y no vas a tener problemas a la hora de colocarlos debido a que sus dimensiones son bastante reducidas. En lo que tiene que ver con la detección, son muy eficientes y permiten llevar un buen control de las habitaciones.
Luego están los modelos que incluyen WiFi y, por lo tanto, se pueden conectar a los ordenadores o los teléfonos. Esto les permite ofrecer un uso avanzado ya que, aparte de lo antes mencionado, pueden desde enviar avisos a los dispositivos móviles hasta conocer en tiempo real si existen problemas en el aire. Son algo más caros, pero permiten reaccionar incluso si no estas en casa.
Características que son esenciales
Antes de decidirte por un modelo u otro, existen algunas cosas en las que debes fijarte. Si se cumplen ciertos requisitos, estarás seguro de que realizas una elección de buena calidad y que será exactamente lo que estás buscando.
Alimentación: existen modelos que incluyen una batería propia que no se puede cambiar, y que tiene una autonomía de hasta diez años. Es una opción que se debe valorar, pero lo ideal es decantarse por los que utilizan pilas (ya sean AA o tipo AAA). El motivo es la posibilidad de proceder a su cambio estas cuando se acaban. En este caso, los tiempos de uso pueden llegar a los dos o tres años.
Funciones: aparte de la básica de detectar el humo, son bastantes los modelos que son capaces de reconocer el monóxido de carbono por lo que evitan la conocida como muerte dulce (inhalación excesiva de este gas mientras se duerme). Incluso, algunos modelos integran LEDs con el objetivo de indicar su correcto funcionamiento.
Instalación: esto es algo que tiene que ser lo más sencillo posible. Existen modelos que, incluso, se pueden pegar a las paredes de forma magnética -y de esta forma evitar el uso de tornillos-. En lo que tiene que ver con la configuración, los modelos locales simplemente hay que activarlos… y todo listo. Los que incluyen WiFi, también necesitan añadir los datos de acceso a la red mediante el uso de una aplicación.
Sensibilidad: no hay una medida exacta al respecto, pero lo cierto es que una excesiva puede convertirse en un problema por saltar la alarma constantemente. Lo ideal es que se detecten cambios en la opacidad del aire del 0,3%.
Función silencio: es básico que se ofrezca esta opción para poder silenciar un detector de humos en caso de ser necesario. De esta forma, si estás de obras en casa o el ambiente está muy cargado, no se pondrá a sonar de forma constante.
Detección por ionización: esto es algo positivo, pero no indispensable. Es una opción más que ofrecen algunos detectores que se suma a la detección óptica y que permite trabajar con la humedad en el ambiente. Resulta ideal para reconocer incendios de baja intensidad.
Pantalla: algunos modelos incluyen una pequeña pantalla en la que informan de la calidad de aire que existe donde están colocados. Esto es útil debido a que permite tener claro en todo momento si todo marcha bien.
Aplicación: los modelos WiFi deben incluir un desarrollo completo y que debe estar disponible de forma gratuita tanto para iOS como para Android.
Dimensiones: aquí no hay ninguna regla fija, y lo que tienes que revisar es que tanto el diseño como la forma del dispositivo encaja con lo que buscas. Una buena idea es medir el lugar en el que lo colocarás para no tener sorpresas desagradables.
Los detectores de humos que recomendamos
Te dejamos varios modelos que creemos que son recomendables de cada uno de los dos tipos que existen. Cualquiera de ellos son una excelente opción de compra:
Detectores locales
Flamingo 10.044.64
Una opción que cumple perfectamente con su función, y que trabaja utilizando una batería interna que dura 10 años. Es un modelo bastante fácil de instalar y, estéticamente, se puede esconder en casi cualquier lugar. Incluye un altavoz para emitir los avisos.
Detector SEBSON
Otro modelo con batería integrada, pero que incluye algunas características que son llamativas como por ejemplo que utiliza tecnología óptica para detectar los problemas. Además, incluye un soporte magnético -algo poco habitual- para facilitar su colocación.
Detector AOUZEA
Lo que destaca de este modelo es que incluye pantalla en la que puedes ver información en tiempo real del estado del aire. Su sensibilidad es bastante alta, lo que se debe tener en cuenta, y los avisos sonoros son bastante potentes.
Detector Meross
Combina detección de humos y de monóxido de carbono. Además, tiene una batería que dura nada menos que 10 años. Dispone de un LED de forma circular que, mediante colores, permite conocer el estado del detector de forma sencilla y rápida. Es muy fiable.
Detectores con WiFi
Detector Indinio
Utiliza un par de pilas como fuente de alimentación, y permite comunicarse con una aplicación que está disponible tanto para iOS como para Android. Incluye un botón de prueba y su altavoz es muy fiable.
X-Sense Mini
No te va a dar problema este dispositivo en lo que tiene que ver con la instalación y, tampoco, al detectar cambios en el aire de la casa. Esto se consigue ya que ofrece una sensibilidad bastante buena (alcanza el 0,2%). Estéticamente, es un modelo bastante llamativo.
Netatmo NSA-EC
Pese a utilizar una batería integrada y tener WiFi, la autonomía que ofrece este accesorio llega a los 10 años. Es un detector de humos capaz de conectarse a centralitas de domótica, y su aplicación es de una excelente factura.
Google Nest Protect
El gigante de la informática tiene un accesorio que cumple a la perfección con el cometido de detectar humos en los hogares, y tiene la gran virtud de utilizar una aplicación con gran cantidad de opciones. Es capaz de reconocer fuegos de combustión lenta y estéticamente es un modelo muy atractivo.
Las opciones que más nos gustan
Entre los modelos locales el que creemos que encaja mejor para los hogares es la de Meross ya que es muy preciso y el LED que incluye resulta de gran ayuda. Además, su instalación es sencilla. Entre las opciones con WiFi, la mejor es al de Google. Esto se debe a que es un dispositivo completo, atractivo y cuenta con una app de excelente calidad.