Ni rasura, ni corta, ni quita el pelo. Si tu maquinilla de afeitar no está haciendo su función, es importante que revises las causas de por qué no corta. Tanto si es una afeitadora de cabeza como de cuerpo y barba, es imprescindible que la mantengas en perfecto estado para que rinda como si fuera nueva.
Cuando las cuchillas de la afeitadora ya no cortan como deberían, hay varias razones por las que puede suceder esto. Las cuchillas desafiladas suelen ser la principal causa y pueden volverse ineficaces con el tiempo si la hemos usado mucho o si no tiene el mantenimiento que debe. Además, la falta de lubricación puede hacer que las cuchillas arrastren o tiren del cabello en vez de cortarlo.
Aunque se entiende que debemos limpiar la maquinilla después de cada uso, la acumulación de pelo entre los dientes de las cuchillas es otro problema. Las cuchillas mal alineadas también pueden provocar cortes desiguales y los resortes desgastados pueden afectar al corte. Lo cierto es que no hay un motivo concreto, pero sí puedes conocer cómo arreglarla antes de llamar al servicio técnico.
Las hojas no están afiladas
Cuando las cuchillas de tu maquinilla dejan de cortar, quizá es porque están desafiladas. El uso puede hacer que pierdan su filo y se creen cortes desiguales. Así que es normal que se creen parches o calvas en algunas zonas. También puedes notar tirones o enganchones del cabello, en vez de sentir un corte suave. Es más, la afeitadora puede alertarnos en cierta medida de que las hojas están desafiladas porque producen más ruido del habitual.
Para evitar este problema, se recomienda afilar las cuchillas, reemplazarlas cuando sea necesario y limpiarlas a fondo después de cada uso. Esto hará que se eliminen los restos para que pueda funcionar correctamente. No obstante, si no tienes conocimientos sobre cómo cuidarla, lo recomendable es seguir el manual de instrucciones o acudir a un experto.
Son muchas las afeitadoras que traen consigo recambios. En cuanto sientas que la tuya no funciona como debería, cambia las hojas. Sobre todo en caso de que veas que las originales ya no se encuentran en buen estado, y consideres que sea imposible arreglarlas.
Un pequeño truco de mantenimiento
Hacer un correcto mantenimiento a tu afeitadora es clave para alargar la vida de sus cuchillas y conseguir así un afeitado perfecto durante más tiempo. Un pequeño truco casero muy útil en estos casos es tomar un pequeño cepillo de dientes, a poder ser suave, y pasarlo con cuidado por el cabezal de la maquinilla después de cada uso.
Esto ayudará a mantenerla siempre más limpia y en mejor estado, ahorrándote el darle golpes o sacudidas para intentar retirar el pelo cortado que siempre se acumula. Claro está, es importante usar siempre un cepillo específico para esto, y hacer la limpieza con toda la suavidad y cuidado posibles.
Las hojas están mal alineadas
Si las hojas o cuchillas de tu afeitadora se mueven, pero no cortan, el problema puede estar en la alineación. Tanto si la usas a menudo como si te has saltado su mantenimiento, es posible que el corte sea un desastre. Lo primero que tienes que hacer es inspeccionar visualmente las cuchillas y ajustar su alineación.
Para ello, lo mejor que puedes hacer es revisar los tornillos. Estos pueden aflojarse y hacer movimientos raros cuando llevan meses sin revisarse. La solución es apretarlos con un destornillador antes de volver a utilizarla. No es necesario hacerlo con cada uso, solo cuando notemos que algo va mal en ella. Es uno de los primeros indicativos de que tenemos que echarle un ojo a la afeitadora, ¡y una de las soluciones más habituales!
Falta lubricación
Cuando las hojas de la maquinilla se mueven y no cortan como deberían, quizá se deba a la falta de lubricación. Esto es crucial para el funcionamiento perfecto y la durabilidad de las cuchillas. Ten en cuenta que la lubricación ayuda a reducir la fricción entre las partes móviles de las hojas para que se deslicen suavemente.
En cuanto se pone en funcionamiento, la maquinilla genera calor debido por la fricción y la falta de lubricación puede provocar que pierdan su filo. Además, están más expuestas a la oxidación y corrosión, sobre todo cuando están expuestas al agua.
Para conseguir una lubricación adecuada, se recomienda utilizar un aceite específico para afeitadoras y aplicarlo directamente sobre los bordes de las cuchillas mientras están en funcionamiento o después de limpiarlas. No obstante, hay que evitar la sobre-lubricación porque puede atraer más suciedad y residuos. Así que lo ideal es mantenerse en un término medio, para así poder asegurarnos de que las cuchillas están lubricadas pero sin que estas se dañen.
Con todos estos consejos, ¡te garantizamos que verás cómo tu afeitadora vuelve a cortar! No solo eso, sino que también se mantendrá en buenas condiciones durante mucho más tiempo.