Una afición que desde muy joven siempre me ha llamado la atención ha sido la fotografía. Por eso, cuando pude, me pasé de las cámaras compactas a las cámaras réflex para experimentar de verdad cómo era manejar los parámetros de una imagen y que saliera con un resultado particular. En concreto, me hice con la Sony Alpha 58, una cámara que me cambió la manera de hacer fotografías en mis viajes.
No es de extrañar que, si eres amante de la fotografía, no te separes de tu cámara en ningún momento. Porque inmortalizar escenas, personas o lugares es lo más divertido de los viajes, sobre todo si vas fuera de tu ciudad y exploras nuevos lugares. Tanto es así que, tras varias recomendaciones, decidí adquirir un modelo de alta gama para mi hobby.
Por lo tanto, en este articulo te voy a contar mi experiencia con la cámara réflex Sony Alpha 58 y vamos a ver modelos más nuevos, ya que ésta no está disponible en ninguna tienda. ¡Sigue leyendo!
Fotografías únicas y con un ajuste perfecto
La primera característica que me hizo decantarme por este modelo en concreto fue el objetivo. Porque es intercambiable y me permitía elegir el que mejor me viniera para determinadas sesiones de fotografía. Además, la Sony Alpha 58 es compatible con muchos accesorios como flashes o trípodes universales.
Cuenta con una pantalla perfecta para encuadrar la fotografía. Aunque también puedo mirar por el visor OLED o mover dicha pantalla si la cámara está fija en un trípode. La versatilidad que tiene esta cámara es una de sus grandes ventajas.
Está equipada con varios modos que se adaptan a cada escenario, además del manual y el automático, puedo elegir entre grabar, panorámica o paisaje. Todo al alcance de mi mano gracias a la rueda que tiene en la parte de izquierda.
El manejo de la cámara en modo manual es muy sencillo porque puedo modificar el ISO y el obturador mientras miro por el visor. Al lado del botón disparador, puedo modificar estos parámetros para que la imagen salga como yo quiera. Y en la pantalla también se ven los datos que modifico sobre la marcha.
Además, cuenta con puertos para conectar un micrófono en la parte izquierda, así como accesorios externos como flashes o temporizadores. Aunque la cámara cuenta con su propio flash, que se guarda y sale cuando es necesario, si eres profesional de la fotografía, siempre llevarás uno en la mochila.
Su batería dura varios días, por lo que no debo preocuparme por llevar una de recambio cuando me voy de viaje. Este es otro de sus puntos fuertes, sumado a la tarjeta de memoria, que cuenta con gran capacidad para almacenar todas las imágenes que hago en mis viajes.
Esta cámara réflex Sony Alpha 58 es perfecta para los viajes porque incluye una correa, que se engancha fácilmente a la cámara y te permite llevarla al cuello o al hombro. No pesa demasiado, por lo que cabe sin problemas en una mochila y no te deja dolor en el cuello.
¿Qué cámara réflex de Sony es mejor elegir?
Existen miles de modelos de cámaras réflex en el mercado, más aún si hablamos de la marca Sony. Podemos encontrar algunas de alta gama que superen los 6.000 €, otros modelos de 2.000 € o las más económicas que no bajan de los 750 €. Por eso, una cámara réflex de Sony que se ajuste a una presupuesto medio y con unas características ideales es la Sony Kit Alpha 6.
Así, cuando decidas comprar una cámara réflex, uno de los datos más importante es mirar tu presupuesto. Cuando decidas cuánto quieres invertir en una buena cámara de fotos, podrás ver qué otros elementos son imprescindibles para estos dispositivos.
Desde mi experiencia con una cámara réflex de Sony, si te gusta la fotografía y siempre estás inmortalizando momentos, invertir en una es un acierto seguro. Además, los modelos más nuevos como la Sony Kit Alpha 6 son más compactos, menos pesados y con una pantalla mejor que la Sony Alpha 58.