Si con la llegada del buen tiempo tienes pensado realizar reuniones familiares o con tus amigos, hoy te traemos la guinda del pastel para ser el mejor anfitrión de todos. ¿Te apetece una barbacoa? Si la respuesta es sí, no te puedes perder nuestra comparativa para que sepas cuál es mejor comprar.
El buen tiempo, unas cervezas y una barbacoa haciendo tus comidas favoritas mientras disfrutas de una agradable charla entre amigos o familiares. Suena estupendo, ¿verdad? Si tú también quieres disfrutar de estos momentos tan agradables y te falta lo más importante, la barbacoa, hoy te mostramos las diferencias entre las barbacoas de carbón al uso y los nuevos modelos eléctricos, ya que cada uno de ellos puede ser una buena opción para diferentes tipos de usuarios. Si no sabes cuál es el modelo que se adapta a ti y a tu hogar, déjame contártelo.
¿Qué son cada modelo?
Comenzaremos con el modelo más clásico y seguramente conocido por todos: la barbacoa de carbón. Este tipo de barbacoa se caracteriza por utilizar carbón como fuente de calor. Solo necesitas carbón vegetal y pastillas o gel para el encendido. Este se enciende y se coloca en una caja o recipiente debajo de la parrilla donde se colocan los alimentos. La principal ventaja de las barbacoas de carbón es que proporcionan un sabor ahumado distintivo a los alimentos. Además, puedes encontrar carbones especiales con sabores como, por ejemplo, el de Jack Daniel’s, que le añaden un toque extra de sabor a tu asado. En el mercado hay una amplia variedad de modelos, desde las icónicas redondas hasta las que se asemejan más a una mesa de cocinado.
Estos modelos pueden alcanzar altas temperaturas rápidamente, lo que te permite cocinar rápidamente cualquier tipo de alimento. ¿Su mayor problema? Son barbacoas difíciles de encender y mantener si no tienes experiencia con ellas. También generan mucho humo, lo que puede resultar molesto si no dispones de un amplio espacio al aire libre. Además, son menos segura porque las brasas pueden tardar bastante en apagarse.
Por otro lado, encontramos las barbacoas eléctricas. Estas, en lugar de utilizar carbón, emplean electricidad como fuente de calor. La principal ventaja que obtiene es su facilidad de uso y limpieza. Basta con enchufarlas a una toma de corriente y encenderlas para comenzar a cocinar. Son perfectas para usar cerca de una toma de corriente en la terraza o el jardín.
También son especialmente interesantes por su facilidad para poder regular la temperatura, de manera que siempre podrás controlar a la temperatura ideal que requiere cada alimento. Además, al no producir humo ni llamas abiertas, son ideales para utilizar en interiores o en espacios reducidos.
Por el contrario, en comparación con los modelos de carbón, la temperatura máxima que alcanzan suele ser más baja y no consiguen ofrecer ese sabor tan auténtico ni ese aroma tan característico de una buena barbacoa.
Experiencia real y tiempos de cocción: lo que nadie te cuenta
Más allá de los aspectos técnicos, conviene hablar de cómo se vive una barbacoa con cada tipo de modelo. Si eres de los que disfruta del proceso completo —encender el fuego, esperar las brasas y controlar los tiempos al estilo tradicional—, la barbacoa de carbón te va a encantar. Eso sí, necesitas paciencia, porque desde que la enciendes hasta que puedes empezar a cocinar pueden pasar entre 30 y 45 minutos.
En cambio, una barbacoa eléctrica es mucho más rápida y directa: en apenas 10 minutos ya puedes tener la superficie caliente y lista para cocinar. Esto la convierte en una opción ideal para comidas improvisadas o cuando no quieres perder tiempo con preparativos. También es perfecta para quienes viven en pisos o tienen balcones pequeños, donde el humo y las brasas no son una opción viable.
Además, si tienes invitados, conviene saber que las barbacoas eléctricas te permiten mantener una temperatura más estable y cocinar por tandas sin tener que preocuparte por reavivar las brasas. Por el contrario, si buscas ese efecto “show cooking” de asar con fuego vivo y oler a barbacoa en todo el vecindario, el carbón es insustituible.
En definitiva, no se trata solo de qué modelo cocina mejor, sino también de cómo te gusta vivir la experiencia de hacer una barbacoa: rápida y limpia o lenta y con ritual. Ambos caminos son válidos… ¡pero lo importante es disfrutarla!
¿Con cuál me quedo?
Pues esta es una muy buena pregunta, ya que depende más de tus preferencias personales y de la ubicación en la que vivas. Si buscas un gran sabor ahumado, lo conseguirás con las barbacoas de carbón, puesto que son las que te proporcionarán ese sabor extra en tus comidas tan deseado. Sin embargo, esto no significa que las comidas realizadas con las barbacoas eléctricas sean peores, solo que no podrás conseguir ese efecto a primera vista.
También debes tener en cuenta que las barbacoas eléctricas son más fáciles tanto de mantener como de limpiar, aunque su problema será que al estar enchufadas a la luz, el gasto en la factura de la luz también aumentará. Además, será necesario disponer de un enchufe siempre cerca, no siendo ideales para usar en un jardín. Las barbacoas eléctricas son más fáciles de controlar, ya que cuentan con ajustes de temperatura, mientras que las de carbón requerirán que vayas controlando el fuego “a ojo” y todo lo que eso conlleva.
Los modelos eléctricos suelen ser dispositivos más fáciles de transportar, pues son más compactas, por lo que son perfectas para espacios reducidos, mientras que las de carbón están pensadas más bien para personas con un gran jardín o una casa grande.