El Google Pixel 7 ya es una realidad. Se han escrito ríos de tinta sobre la llegada de este interesante smartphone, que muchos no han dudado en tildar del ‘iPhone de los Android’. ¿Tiene sentido? Más que nunca, porque la marca de la gran G se ha puesto las pilas y ha pulido dos terminales de lo más interesantes: el 7 y el 7 Pro.
Era uno de los días más importantes del calendario de Google: la esperada oficialización de los Google Pixel 7 y 7 Pro, que no son más que una renovación de la serie 6 y en la que la marca se ha centrado en mantener una estrategia precio bajista, pero con ciertas novedades de lo más interesantes, entre las cuales se incluían diversos accesorios perfectos para cualquier smartphone.
Qué trae de nuevo este Google Pixel 7
Una de las principales novedades de este terminal es lo que tiene que ver con su procesador. Ya lo vimos en la generación pasada por primera vez, y era el Tensor, el procesador con el que Google decía adiós a terceras empresas y desarrollaba el suyo propio, siguiendo la estela de Apple. Pues ahora llega en su segunda generación.
El Google Tensor G2 viene acompañado de 12GB de RAM y 128 o 256GB de almacenamiento, dependiendo de la versión. Desde luego que han puesto toda la carne sobre el asador. Esta actualización de procesador hace un móvil más seguro, con cinco años de actualizaciones y un SoC levemente más optimizado.
Importante también el apartado pantalla: los 7 dicen adiós a las pantallas curvas, incluso en el modelo Pro. Se presenta un panel aumentado de 6.7 pulgadas que es capaz de llegar a emitir 2k de resolución con un mejorado brillo de 1.500 nits y tecnología pOLED (Plastic OLED). En el modelo más Pro, la tasa de refresco es adaptativa entre 10 y 120 Hz; en la versión base llega a 90 Hz.
En lo que a batería se refiere, vuelven a repetir con 5.000 mAh con un modo extremo de ahorro que es capaz de llegar hasta las 72 horas. Y por fin, una cuestión que suscitó las críticas del anterior modelo: la llegada del sistema de reconocimiento facial, aunque sea solo 2D y en una cámara.
Uno de los apartados más importantes es la cámara, con un hardware idéntico (sensores de 50 mp, gran angular de 12 mp y tele de 48 mp). Improvisa con el Super High Res Zoom y estabiliza mejor las fotos. Su zoom es de hasta 4.8 aumentos y Super Res de hasta 30X. En vídeo hay desenfoque y se mejora la profundidad de campo, grabando en 4K y 60 fps.
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En su versión básica:
Y en la Pro:
Google Pixel 6: no son tantas las diferencias, y a precio de locos
En lo que a diseño se refiere no encontramos demasiadas diferencias; ¿verdad? La principal es que el módulo de cámaras pasa a ser de aluminio y se rediseñan los círculos. Por lo demás, la tapa sigue siendo de cristal y el borde, de aluminio reciclado.
Se echa de menos el reconocimiento facial que vemos que, por fin, ha llegado a la serie 7. En pantalla encontramos una leve mejoría en el 7, pero para nada se queda atrás este modelo 6. Lo mismo sucede con el procesador, que no verá mermada su capacidad respecto al nuevo modelo, aunque no incluya tanto nivel de seguridad.
Al menos se mantienen los 90 Hz en la pantalla en el modelo base, con 120 Hz en el Pro, y se quedan estancados en una resolución de 1440 x 3120 píxeles.
La cámara es también importante, y para nada se queda atrás. Son mejoras oportunas en el modelo 7, pero para nada diferenciadoras como para rechazar a un modelo como el 6.
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