El Samsung Galaxy S8 para España muestra su rendimiento… y convence
Poco a poco se van conociendo detalles más concretos del Samsung Galaxy S8, como por ejemplo cómo funciona el accesorio DeX, del que os hemos hablado en Topes de Gama, o las bondades que ofrece el estándar Bluetooth 5.0 que es de la partida en el nuevo gama alta de la compañía coreana. Pues bien, ahora se ha conocido cómo se comporta el terminal que llega a España en las pruebas de rendimiento.
Concretamente hablamos de la versión del Samsung Galaxy S8 que integra el procesador Exynos 8895, un SoC de ocho núcleos en el que se ha utilizado una tecnología de fabricación de 10 nanómetros. El caso, es que con lo que se ha conocido, se pude establecer cómo de potente es el nuevo modelo que, recordamos, se acompaña de 4 GB de memoria RAM (y que deja la puerta abierta a que aparezca una variante que llegue a los seis «gigas» y que, posiblemente, alcanzaría los 128).
Los resultados obtenidos con el Samsung Galaxy S8
Con los datos que se han publicado, lo cierto es que todo lo que se puede decir de la versión del Samsung Galaxy S8 que utiliza procesador Exynos 8895 es bueno, ya que supera a los modelos más actuales que hay en el mercado (con alguna excepción en el caso de el trabajo con un único núcleos, que no es precisamente lo más habitual en los días que corren pero no es meno cierto que el iPhone 7 Plus aquí no tiene rival por el momento).
A continuación dejamos los resultados que se han publicado y, lo cierto, es que muestran claramente que en estos momentos el Samsung Galaxy S8 es el modelo más potente del mercado, especialmente si el sistema operativo utilizado es Android. Y, por lo tanto, esto se suma a las novedades y diseño y funcionales (como Bixby) que se han conocido esta semana:
Ahora falta por saber si, como ha indicado la propia compañía coreana, los modelos de Samsung Galaxy S8 que llegan con Snapdragon 835 ofrecen un rendimiento similar al que utiliza Exynos 835. Pero, lo cierto, es que modelo que llega a España cumple perfectamente con las expectativas que se tenían de él.