Me da igual que haya salido la Switch 2: sigo con la Switch Lite y te van a sorprender las razones

Aunque me encanten los videojuegos –todo sea dicho que tengo mil consolas en casa–, no siempre tengo el interés puesto en las últimas novedades. Y a pesar de que me gustan muchas de las cosas que hace Nintendo, hay otras que, simplemente siento que no están hechas para mi, por muy atractivas que me parezcan. Precisamente, en la línea del reciente lanzamiento de Nintendo Switch 2, tengo que decir que yo voy a seguir con mi querida Nintendo Switch Lite. Y, sí: aunque estemos en 2025 y tengamos nuevas opciones de jugar, siento mucho decir que prefiero quedarme con lo bueno conocido.
La línea de consolas Nintendo Switch nos rompió esquemas a todos cuando en 2017 la vimos por primera vez. Y aunque la modalidad híbrida de esta máquina es su esencia, la Switch Lite vino para revertir el concepto y virar más hacia el modelo de consola portátil. Así que desde ya te adelanto el primer motivo de por qué voy a seguir con la Lite: no sólo no me interesan más consolas de sobremesa. Echaba de menos una portátil que fuera asequible. Y desde la PS Vita que no sentía esa experiencia de jugar.
Todo sea dicho que la Switch 2 me parece una opción muy buena para aquellos que quieran subirse al carro de las nuevas generaciones. Pero si pienso un poco con la cabeza, me compensa mucho más quedarme con lo que sé que me funciona. Además de que quiero exprimir muchísimo más el catálogo de la máquina.
Videojuegos más baratos
Uno de los principales motivos que me hacen quedar en el modelo Lite son los juegos más baratos. Cierto es que Nintendo y las reducciones de precio son como el agua y el aceite.
Pero al tratarse de una generación «pasada», muchos son los títulos que puedo comprar de segunda mano y que, sin duda alguna me van a salir más baratos que los 90 euros que Nintendo pide para el MarioKart World.
Comodidad
El diseño de esta consola me parece precioso. No sólo eso, sino que me parece una de las consolas portátiles más cómodas con las que he jugado. Y que me perdone mi querida PS Vita, pero la ergonomía del modelo Lite me tiene enganchado.
Es una máquina ligera y que puedo transportar allá donde vaya. Para esos momentos en los que he de tomar un avión o un tren largo, o quiero rellenar ratitos cuando estoy fuera de casa, lo cierto es que este modelo cumple con creces. Precisamente, es ese extra de comodidad lo que evita que nuevas propuestas me llamen la atención, pues creo que aquí Nintendo ha hecho su trabajo de manera excelente.
Quiero el modelo portátil
Ya tengo suficientes máquinas de sobremesa y no me caben más en el mueble de la tele. No obstante, además de este motivo, me he dado cuenta de que disfruto más los juegos de Nintendo en formato portátil.
Quizás es porque estoy muy acostumbrado a las DSi y 3DS, pero creo que la pantalla de la Switch Lite le da un toque a muchos aspectos que creo que se pierden con el televisor. Y tener la posibilidad de ejecutar títulos que hasta ahora sólo se podían jugar en la tele, pero en formato portátil, creo que es un punto que marca la diferencia.
Personalmente he de decir que echaba de menos las consolas portátiles al 100%, y la Nintendo Switch Lite me ha brindado de nuevo una experiencia que creía que la industria había olvidado por completo.
