El próximo día 13 de enero se presentará de verdad Nintendo Switch. Ese será el día en el que los japoneses muestren al mundo su nueva máquina y nos cuenten qué es realmente. Si una consola de videojuegos al más viejo estilo gamer o su primer tablet dentro de una estrategia de futuro orientada a abrirse camino en el mercado de los dispositivos móviles.
¿Tablet o consola?
Muchos podrían decir que la respuesta a esta pregunta es muy simple: Nintendo Switch es un tablet y una consola, los dos mundos a la vez. Y esto es así porque la línea que separa ambos universos es muy fina y con la llegada de tabletas y smartphones ese concepto se ha redefinido por completo. Aun así, todavía hay una distancia importante entre los sistemas de sobremesa y los portátiles y es ahí donde Nintendo Switch necesita definirse. Más que nada porque si estamos ante el primer tablet de los japoneses, no podemos esperar ciertas cosas que sí le exigiríamos a Sony o Microsoft.
La primera de ellas es la potencia. Nintendo Switch es materialmente imposible que pueda rendir al nivel de la nueva generación (PS4 y Xbox One) porque su diseño impide que así sea. Da igual que el chip gráfico que le instalen sea muy potente, incluso el más potente del mundo, porque existe un inconveniente insalvable: el calor.
Cuanto mayor desempeño gráfico, mayores son las cantidades de calor que se generan y por tanto hay que sacarlo al exterior a través de disipadores o ventiladores antes de que fundan el hardware. Esto que voy a contar es muy gráfico y recurriré a una anécdota cierta: hace algunos años, en 2012, cuando los estudios fueron mostrando a la prensa betas de juegos para Wii U (que saldría en noviembre de ese año) un programador hizo un aparte con algunos periodistas y nos confesó que la consola era un desastre: no podían ponerla a tope de rendimiento gráfico porque era tanto el calor que provocaba que la máquina podía estropearse. Y todo el problema venía por lo poco eficiente que era disipando el calor: «no hay espacio» exclamaba.
Cuando una PS4 o una Xbox One suenan de la manera que lo hacen es porque los ventiladores/disipadores están a pleno rendimiento sacando el calor del interior de la consola cuando los juegos más exigen al hardware. Wii U era incapaz de hacerlo cuando los juegos le pedían demasiado y por eso muchos de ellos trabajaban por debajo de las posibilidades de la GPU. Así que con Nintendo Switch y su apariencia completamente tablet, ¿qué podemos esperar?
NVIDIA y su Tegra X1
Esto nos lleva directamente al corazón de la máquina de Nintendo que, aunque está por confirmar, muy seguramente llevará una versión mejorada del chip Tegra X1. Podríamos llegar a llamarlo X2, pero todavía los japoneses tienen que decir la última palabra, cosa que ocurrirá el día 13.
Este chip es la evolución de los viejos Tegra que llegó a montar Google en sus Nexus 7 o la propia NVIDIA en los Shield Tablet. Conocido como Parker, esta GPU viene a incorporar unos 256 CUDA cores, que es lo que le da el potencial gráfico para lucirse en los juegos más exigentes… para móviles. ¿Y son muchos 256 cores? Bueno, valoradlo vosotros mismos. Una GeFroce GTX 1080 lleva 2.560 y un modelo más modesto, la GeForce GTX 1050, se queda en 768. Y si miramos a la máquina de Sony, su hardware gráfico equivale a una GeForce GTX 760 que lleva 1.152 (y eso sin contar la memoria RAM o el ancho de banda más rápido o el formato que permite una mayor capacidad). Da la impresión de que Nintendo Switch será el más potente de los tablets en el mercado pero no un dispositivo con suficiente entidad como para arrebatarle ningún liderazgo a PS4 o Xbox One. Y si nos apuráis, ni siquiera a PS3 y Xbox 360.
Así que si el chip gráfico es limitado respecto de la competencia (aunque se desenvuelve muy bien a 1.080p de resolución con capacidad de 4K HDR en la reproducción de vídeo) y, además, el diseño impide que se pueda montar una GPU más potente porque no existe manera de disipar tanto calor, el resultado es que Nintendo Switch estará muchos pasos por detrás de los que ahora mismo mandan en el mercado de las consolas: es decir Sony y Microsoft.
Tablet, ¿no?
Es evidente que Nintendo ha decidido atacar en el terreno de la innovación, llevando su experiencia al terreno de los dispositivos móviles sin perder el control de su producto, sin acabar devorado por las App Store de Apple o Play Store de Google. Con Nintendo Switch, los de Miyamoto siguen siendo los dueños de sus franquicias y buscan diferenciarse gracias a esa dualidad sobremesa-portátil que gustará a muchos usuarios.
Pero da igual lo que Nintendo haga: el éxito de su nuevo ingenio dependerá de los juegos, como siempre. No solo por la presencia de las sagas in-house (Mario, Zelda, etc.), sino por los third party que con Wii U huyeron del barco a los pocos meses de su lanzamiento. Sin ir de la mano de Electronic Arts, Ubisoft, Activision, Rockstar, Bethesda, etc. da igual lo mucho que nos sorprenda el concepto Switch porque Nintendo volverá a fracasar.
Y ya que estamos, a vosotros qué os parece Nintendo Switch, ¿un tablet o una consola?