Diseño de alta gama, sonido de cine y pantalla QLED con 4K: así es el televisor Samsung que parece y es una obra de arte

Hay televisores que pasan desapercibidos y otros que, simplemente, marcan la diferencia desde el primer segundo. El Samsung The Frame 2024 de 43 pulgadas no solo es uno de esos que llama la atención por fuera, sino que esconde en su interior una propuesta tecnológica tan potente que lo convierte en el sueño de cualquier amante del cine, el diseño y la tecnología avanzada. Y sí, lo hemos probado.
El mundo de los televisores ha evolucionado tanto en los últimos años que ya no se trata solo de una cuestión de calidad de imagen. Hoy en día, se valora tanto lo que vemos en pantalla como lo que proyecta el dispositivo cuando está apagado. En ese terreno, Samsung se ha convertido en un claro referente con su gama The Frame, una serie de televisores que no solo ofrecen resolución 4K, panel QLED, funciones inteligentes y un rendimiento top, sino que también apuestan por algo que muy pocos hacen bien: el diseño como pieza de arte. En esta generación 2024, nos hemos metido de lleno con el modelo de 43 pulgadas, y lo cierto es que las sensaciones han sido excelentes en todos los sentidos. Si estás pensando en dar el salto a un Smart TV de alta gama, sigue leyendo.
Características principales
Desde el primer momento, lo que más destaca del Samsung The Frame LS03D 2024 es su diseño ultraslim y elegante, con un perfil de apenas 2,5 cm y un marco personalizable que te permite adaptarlo al estilo de tu salón, despacho o dormitorio. Con soporte para colgado en pared flush (tipo galería), y un sistema de gestión de cables impecable gracias a One Connect, estamos ante uno de los pocos televisores que se integran tan bien en cualquier ambiente sin que parezca un trasto electrónico. Y si lo activamos en Modo Arte, se mimetiza literalmente con un cuadro gracias al Matte Display, una pantalla antirreflejos que elimina brillos molestos incluso con luz directa.
En términos de imagen, aquí Samsung no ha escatimado. Su panel QLED 4K con resolución 3840 x 2160 y soporte para HDR10+, Dolby Vision y Quantum HDR, te ofrece negros profundos, colores vivos, y un nivel de detalle espectacular. Aunque solo cuenta con una tasa de refresco de 50 Hz, la tecnología Motion Xcelerator hace un gran trabajo interpolando imágenes y manteniendo fluidez tanto en deportes como en cine. Comparado con otros modelos, por ejemplo, de LG en este mismo rango, la diferencia en tratamiento de imagen es evidente. Samsung gana en definición, realismo y sobre todo en antirreflejos, donde LG todavía tiene mucho camino por recorrer.
El audio también da la talla. Contamos con Dolby Atmos, OTS Lite y Adaptive Sound Pro, que se adaptan según el contenido y la estancia para ofrecer una experiencia envolvente sin necesidad de una barra de sonido externa, aunque si le añades una, se activa Q-Symphony para crear un entorno aún más potente. En nuestras pruebas, tanto en películas de acción como en conciertos, el resultado ha sido muy satisfactorio, con un volumen alto, voces claras y un buen rango dinámico.
En el apartado Smart, el sistema operativo Tizen OS sigue siendo uno de los más fluidos e intuitivos del mercado. Con soporte nativo para Alexa, Google Assistant, AirPlay 2 y compatibilidad con Samsung SmartThings y Matter, tienes control domótico completo sin necesidad de apps externas. Además, gracias al nuevo Gaming Hub, si eres de los que aún disfrutan con una buena partida en consola o juego en la nube, el televisor responde con baja latencia, soporte para vistas ultraanchas y modo automático para juegos (ALLM). Aunque no tenga tasa de refresco de 120 Hz como los modelos más grandes o gamer-oriented, su rendimiento para PS5 o Xbox Series X ha sido más que decente.
La experiencia se redondea con detalles como el sensor de movimiento para activar el modo arte, el soporte para grabación de contenido, el control por voz directo con micrófono integrado, e incluso opciones para mostrar NFTs. Sí, puede sonar friki, pero aquí hablamos de un televisor que no se queda en lo básico.
Y un apunte importante para nuestro público objetivo: no estamos hablando de un televisor pensado solo para el postureo. Lo hemos comparado con opciones similares como el LG OLED C3 o el Sony Bravia XR X90L, y aunque el LG destaca por su contraste OLED, el The Frame se lleva la palma en versatilidad, antirreflejo, funciones Smart y facilidad de integración. Además, LG no tiene nada parecido al modo arte ni a la integración One Connect, lo que marca un punto diferencial clarísimo. Para muchos, eso ya justifica la compra.
Categoría | Especificación |
---|---|
Pantalla | 43" QLED 4K (3840 x 2160), Matte Display antirreflejos |
Procesador de imagen | Quantum Processor 4K |
HDR | Quantum HDR, HDR10+ Adaptive, Dolby Vision |
Tasa de refresco | 50 Hz, Motion Xcelerator |
Contraste | Dual LED, Supreme UHD Dimming, Real Depth Enhancer |
Sonido | 20W 2CH, Dolby Atmos, OTS Lite, Adaptive Sound Pro, Q-Symphony |
Sistema operativo | Tizen™ Smart TV |
Asistentes integrados | Alexa, Bixby, Google Assistant |
Gaming | ALLM, Game Motion Plus, Mini Map Zoom, HGiG, Gaming Hub |
Modo Arte | Sí, con sensor de movimiento y marcos personalizables |
Eficiencia energética | Clase G, consumo estándar: 53 W |
Lo mejor y lo peor
Lo que más nos ha gustado de este televisor es, sin duda, su capacidad para ser más que una simple pantalla. El diseño estilo cuadro, el modo arte con marcos personalizables, la calidad del panel QLED, la buena implementación de Dolby Atmos y su conectividad domótica de última generación lo hacen ideal para hogares modernos, salones con buena luz natural o incluso despachos donde se busca mantener una estética cuidada sin renunciar a lo técnico. También es destacable la facilidad de instalación, la gestión de cables y la inclusión de SmartThings como centro de control.
Entre los puntos a mejorar, quizás podríamos pedir una tasa de refresco mayor, como los 120 Hz que ya incluyen otros modelos Samsung de la serie Neo QLED. También echamos en falta un sistema de grabación más universal y no tan limitado por país, y por supuesto, una clasificación energética mejor: el modelo actual tiene una clase G, lo que lo hace algo tragón si lo tienes muchas horas encendido.
¿Lo recomendamos?
Sin duda alguna, sí. El Samsung The Frame 2024 de 43 pulgadas es un televisor que no solo cumple con lo que promete, sino que va un paso más allá en términos de estilo, calidad visual y versatilidad. No es un modelo de entrada, pero por el precio que ronda actualmente en el mercado, ofrece mucho más de lo que podrías esperar. Si estás harto de tener una tele negra en mitad del salón y quieres algo que no desentone, que suene bien, que se vea mejor y que además funcione como centro multimedia del hogar, este The Frame es de lo mejor que puedes comprar. Especialmente si ya tienes dispositivos Samsung o quieres integrar domótica en casa sin complicaciones.
The Frame se coloca en un puesto privilegiado dentro de los televisores lifestyle con tecnología de vanguardia. Y por eso, nosotros lo recomendamos sin dudar.
