Los intentos de estafa vía e-mail son prácticamente tan antiguos como la aparición de este mismo, pero las nuevas tecnologías avanzan y siempre hay alguien con la picaresca e inventiva suficiente para aprovecharse de ellas con fines ilícitos. Esta vez le ha tocado a los usuarios de Gmail.
¿Por qué Gmail concretamente? La nueva estafa que llega a los correos se aprovecha de algunas vulnerabilidades de Gemini, la inteligencia artificial de Google, convirtiéndose en el nuevo blanco de algunos estafadores y timadores.
Al fin y al cabo, la IA está cada día más presente en todos los ámbitos de nuestras vidas y es inevitable que aparezcan intentos como este, que no es el primero ni mucho menos será el último: la seguridad informática es una batalla que se libra de forma constante día a día.
Sin embargo, aquí los usuarios tenemos mucho que aportar. Este tipo de intentos suelen centrarse en los usuarios con menos experiencia o conocimiento del medio, tirando de mensajes alarmistas que hagan entrar en pánico al usuario y haciéndolo mucho más susceptible de caer en errores. Aquí no se salva nadie: tanto jóvenes como mayores pueden caer en estos errores en un mal día, por eso es importante conocer los casos y las pautas de antemano y así no precipitarse.
Cómo funciona la estafa invisible de Gmail
El concepto de esta nueva estafa es tan sencillo en su planteamiento como ingenioso: se envía un email a la víctima con cualquier tipo de mensaje que parezca inofensivo y que no haga sospechar. Probablemente se usen titulares llamativos en el concepto o cualquier frase que pueda funcionar como clickbait: aquí lo único importante es conseguir que el usuario clique en el mail y lo abra.
Una vez esto ocurre, el email puede contener cualquier tipo de texto, pero lo importante es un código, escondido al final del correo con un código de color que lo hará invisible al usar una fuente del mismo tono que el fondo. Es un truco muy viejo que cualquiera con un poco de experiencia en procesadores de textos conocerá de sus inicios, pero que sigue resultando muy útil en estas circunstancias. A menos que recurramos a estrategias como pasar el ratón seleccionando el texto invisible, no lo veremos.
¿Por qué es importante este texto oculto? Esta frase, que es el núcleo de la estafa, no está dirigida al usuario, sino a Gemini, la inteligencia artificial de Google. Cuando esta lo lee de forma automática al abrir el mail, nos lanza un mensaje de que nuestra contraseña de Google ha sido expuesta y lo acompaña de un número de teléfono, supuestamente de atención al cliente, que nos pondrá en contacto con los estafadores.
No solo se va a tratar de un número de pago que nos costará dinero: la llamada podría acabar desembocando en riesgos mayores al revelar datos sensibles al estafador al otro lado de la línea.
Cómo evitar este tipo de estafas
Aunque prácticamente todo el mundo conoce ya la bases más elementales para no caer en estafas al mail (no pinchar en links, no llamar a números de teléfono, no descargar archivos…) esta es más elaborada ya que explota la confianza del usuario en los mensajes del asistente de inteligencia artificial.
Y es que en muchos casos nos estamos acostumbrando a confiar ciegamente en estas herramientas que, aunque indudablemente útiles, no son perfectas. Pueden cometer errores y lo hacen regularmente, además de ser susceptibles a fallos de seguridad como este. Es importante aplicar a cualquier asistente de IA las mismas reglas básicas que usaríamos en cualquier aplicación o entorno online y así evitar sorpresas desagradables.
Al final, todo se reduce a una regla de oro: no confíes en ningún link ni descarga y busca lo que necesites personalmente en cada caso.
