Las cafeteras son todo un mundo en sí mismo. Contamos con infinidad de opciones: de cápsulas, italianas, con molinillo, semiautomáticas… ¡Uno ya se pierde de tanta cosa! Sin embargo, tengo muchas ganas de recomendar una que me ha encantado. Se trata de la revisión de uno de los modelos más cotidianos e icónicos a partes iguales: la versión del 2025 de la cafetera DeLonghi Dedica. Y tiene una funcionalidad que me ha dejado maravillado. En este artículo te cuento el por qué y en qué consiste.
Por un precio que ronda los 300 euros, la versión actualizada de la cafetera expreso DeLonghi Dedica conserva todos los elementos que caracterizaban a su antecesora: diseño metálico y robusto –y muy bonito, por qué no decirlo–, espumadera, controles sencillos y capacidad para preparar dos tazas de café al mismo tiempo. Pero ahora añade una nueva función, ideal para aquellos que –como yo– amamos las bebidas frías. Porque sí, el nuevo modelo puede preparar café frío, por si queremos disfrutar de un Cold Brew sin complicaciones. Bueno, eso y un nuevo color rosa que me encanta.
Es la primera vez que he visto que una cafetera pueda preparar cafés fríos. No digo que no existan en el mercado, sólo que yo no las conozco. Y realmente me ha gustado esta función ya que gracias a ella me ahorro tiempo de enfriar la bebida y el café queda con la textura y el sabor adecuados de un Cold Brew. Ya no tengo que estar haciendo inventos con demasiados cubitos de hielo o jugar con el agua fría para encontrar la medida exacta: esta cafetera ya me lo da hecho, y con tan sólo pulsar un botón.
Por qué recomiendo la DeLonghi Dedica 2025
Este modelo siempre me ha parecido muy atractivo. Por una parte, es visualmente llamativo ya que combina líneas modernas con otras que recuerdan a estilos más retro e industriales. Y siendo sinceros, ahora que me ha dado por la vena decorativa, la estética en los electrodomésticos es algo que no sabía que me gustaba. ¡Encima hace bonito!
No obstante, más allá de este hecho, lo cierto es que esta cafetera tiene funciones claras y concisas. Contamos con un nuevo panel táctil en la parte superior con el que podremos configurar cuatro tipos de bebidas diferentes –o tres, según se mire–. Tenemos el clásico café espresso; la opción de preparar dos espressos; la nueva función de Cold Brew y la activación de la espumadera de leche.
Además, aunque me encante el sabor de café recién molido, no tengo tanto espacio en mi cocina como para tener una máquina superautomática y con molinillo. Esta opción me da la posibilidad de tener café de calidad, aunque ya esté previamente molido. Además, aunque lo de las cápsulas esté muy bien, al final del día, «ya tal». Es mucho más cómoda de limpiar y no genero tanto residuo. Además, que después de hacer números, beber café sale mucho más barato con este sistema –aunque sea más caro de entrada que las cafeteras de cápsulas– que no tener que estar comprando pastillas de café cada dos por tres. Café sin complicaciones. Y ahora que estamos a las puertas de la puesta en marcha del «horno ibérico», voy a tener más prisa para que se me enfríe la bebida para disfrutar del Cold Brew.
