No son pocos los que se deciden por comprar un portátil gaming como centro de entretenimiento. Lo cierto es que la potencia que tienen estos equipos es excelente y, en muchas ocasiones, superan con creces a lo que ofrecen las consolas. Un ejemplo ASUS ROG Zephyrus G14 un equipo que funciona de forma admirable.
Todo está perfectamente cuidado en este ordenador, tanto en su interior como en el exterior. Un ejemplo de esto último es que tiene un acabado que combina un buen atractivo con un aspecto sobrio (el grosor es de 1,79 centímetros y el peso se queda en 1,6 kilos). Y es que este equipo no tiene colores muy llamativos ya que estos cada vez están más en desuso en este tipo de portátiles. Lo que sí incluye en la tapa fabricada en aluminio como el resto del portátil, es una parte perforada donde existe un panel denominado Anime Matrix con mini-LED que permite desde mostrar mensajes hasta animaciones que se ajustan según lo que haces con él.
Con un buen agarre al lugar en el que se coloca (por lo que la apertura de la tapa se consigue con una mano), en el exterior del ASUS ROG Zephyrus G14 se puede ver que tiene una conectividad excelente y actual. Un ejemplo es que no le falta USB tipo C (que sirve para recargar su batería con adaptadores de hasta 65 W), y no le falta salida HDMI y otros puertos USB tipo A que aseguran una excelente compatibilidad con todo tipo de accesorios. Tampoco le falta una gran cantidad de ranuras de salida de aire, lo que asegura que la disipación interna es buena y efectiva en este portátil gaming.
Un hardware sin fisuras… ¡puede con todo!
Uno de los elementos que resulta esencial para conseguir una buena experiencia de uso con este tipo de portátiles es la pantalla que incluye. Lo cierto es que el panel IPS de 14 pulgadas integrado, que da soporte a 120 Hz y que cubre el 100% del espectro sRGB, responde ofreciendo para ello una resolución Full HD. Una combinación adecuada y que permite disfrutar de los juegos con una alta definición y sin pérdidas de la acción por la fluidez. Gracias al software de gestión integrado se pueden configurar aparatados como la latencia o variar los modos de color.
En el interior el fabricante se ha decantado por el uso de un procesador de AMD, concretamente con un Ryzen 7 de siete nanómetros que ofrece una excelente potencia ya que, por ejemplo, en su interior tiene ocho núcleos (y 16 hilos de trabajo).En lo referente a la frecuencia, el portátil puede llegar a los 4 GHz mediante el uso de tecnología Boost. Si te preocupan los posibles cuellos de botella debido a la memoria, esto no es un problema ya que la cantidad de la RAM es de 16 GB DDR4 y, como no puede ser de otra forma, el disco interno es tipo SSD para que todo fluya de forma rápida… Y este cuenta con nada menos que 1 TB de capacidad. Sin fisura alguna, no hay duda.
Una gráfica de Nvidia de gran rendimiento
Aunque en el interior del procesador se incluye una gráfica Radeon Graphics 7 que, siendo adecuada, no es la que se da uso para jugar. Esto se debe a que se incluye un hardware dedicado que es muy potente: una Nvidia RTX 2060 de seis gigas de memoria GDDR6. Este elemento permite que no se tenga problema alguno con todos los juegos actuales ya que, incluso a la máxima calidad posible, se consiguen tasas de cuadros por segundo que no bajan de 60 FPS lo que evita que exista «lag» alguno. En definitiva, su comportamiento es excelente.
Importante destacar que al exigirle mucho a este ASUS ROG Zephyrus G14 la disipación del calor que ofrece el portátil es bastante buena (y con opciones de personalización como el control de la velocidad de los ventiladores). El caso es que el control del calor es bueno y no deja que se alcancen valores muy altos al jugar en casi ningún momento, esto se logra especialmente al dar uso a la opción Turbo.
Algunos detalles finales de este portátil
Uno de los importantes es que el teclado chiclet integrado ofrece retroiluminación, por lo que jugar a oscuras no es un problema, siendo la experiencia de uso bastante buena en comodidad y recorrido. No le falta un touchpad bastante grande que reconoce los gestos con gran precisión.
Finalmente, hay que indicar que, para sorpresa de muchos, la autonomía que ofrece este modelo es mejor de lo esperado y se pueden llegar a casi ocho horas de uso habitual (sin abusar del brillo, eso es cierto). Es decir, que permite ser incluso una solución adecuada para trabajar si así se desea. Eso sí, cuando se juega con títulos que son exigentes, el tiempo baja -como es lógico pensar- y, en este caso, se pueden conseguir hasta tres horas. Y, esto, en muchos casos es más que suficiente mientras se disfrutan de gráficos de alta calidad y con toda la potencia que se le exige a un equipo gaming que cuenta con Windows 10.