En la actualidad, el precio de la electricidad se dispara cada día en nuestro país. Cada mes, esperamos con temor la llegada de la factura para comprobar como el consumo sube y con ello el gasto. La mejor manera de evitar pagar más es mejorar la eficiencia energética en nuestro hogar.
Es posible que en alguna ocasión nos hayamos planteado la posibilidad de hacer un consumo más responsable, de manera que alcancemos un mayor nivel de eficiencia energética. Para ello, es fundamental que empleemos menos recursos para obtener los mismos beneficios y sin disminuir nuestra calidad.
En Topes de Gama nos hemos propuesto ayudaros a ahorrar energía. Por ello, hoy hablamos sobre la eficiencia energética, cuáles son sus beneficios y qué trucos podemos seguir para conseguir ser más eficientes en nuestro hogar.
Qué es la eficiencia energética
Cuando hablamos de eficiencia o ahorro energético nos estamos refiriendo a la forma de conseguir reducir el consumo de energía, pudiendo seguir realizando las mismas tareas o producir el mismo resultado, sin que ello conlleve la pérdida de prestaciones o confort. Los hogares que son energéticamente más eficientes son capaces de usar menos energía para poder calentar el ambiente, enfriarlo y hacer funcionar cualquier electrodoméstico.
Este ahorro energético también es una de las formas más rentables y fáciles de combatir el temido cambio climático, así como reducir nuestros costes de energía. Desde el punto de vista ecológico, es un componente vital para conseguir lograr emisiones cero de dióxido de carbono a través de la descarbonización.
Si bien las tecnologías de energía renovables también ayudan a lograr estos objetivos, es la eficiencia energética la forma más económica de conseguirlo, así como la más inmediata a la hora de reducir el uso de combustibles fósiles.
¿Por qué necesitamos que aumente nuestra eficiencia?
El ahorro energético es fundamental en la actualidad, no solo en el hogar sino también en el mundo empresarial. No en vano la situación en cuanto al mercado de la energía está haciendo que los precios de esta vayan subiendo casi sin límites. La inestabilidad en muchos países exportadores es motivo de preocupación y el aumento de la combustión de fuentes de energía fósil está acelerando el cambio climático.
El problema es que expandir las opciones de suministro de energía es realmente costoso y lleva tiempo. Además, el aumento de la eficiencia energética lleva consigo una reducción de los precios de la energía también reduce la dependencia de la necesidad de importarla y contrarresta los conflictos en la distribución de energía. Y también reducen las emisiones de dióxido de carbono, que dañan mucho el clima.
Cómo se calcula la eficiencia energética
Uno de los mayores estándares que se utilizan para medir y calcular en base a la Norma ISO 50001. En el caso de los hogares se calcula al funcionamiento óptimo de los equipos y de las instalaciones en comparación con un consumo bajo. Esto repercute, por último, en un ahorro en el pago de las facturas de los proveedores de energía.
De esta forma se pretende averiguar si en una vivienda se lleva a cabo una adecuada eficiencia energética, para lo cual se toman en cuenta distintos indicadores que se encargan de medir los consumos de energía durante un tiempo predeterminado. La eficiencia se encuentra vinculada a la intensidad de la energía, pero de un modo inversamente proporcional. A mayor consumo de energía, menor será la eficiencia eléctrica que llevamos a cabo.
Principales beneficios que conlleva
Ya sea que nuestras motivaciones para la conservación de energía sean económicas, ambientales o personales, los beneficios de la eficiencia energética siempre tendrán algo que ofrecernos a todos. Estos son los principales beneficios que lo hacen importante para nuestro hogar y por los que debemos de optimizar el uso de la energía:
- Ahorro de costes: las tarifas de electricidad se fluctúan de manera estacional y anualmente, pero en el último año han estado creciendo de manera casi imparable y es probable que esta tendencia continue en el futuro. Mediante el uso de normas de ahorro energético, podremos reducir las facturas mensuales de luz. Igualmente, conseguiremos aislarnos del impacto financiero de los aumentos impredecibles de los precios de la energía en los próximos años.
- Beneficios ambientales: a través de la eficiencia energética podemos reducir la huella de carbono. No en vano, los hogares son responsables del 19 % de las emisiones causantes del efecto invernadero. Esto hace que la implantación de medidas de ahorro energético sirva para reducir la emisión de estos gases. De media es posible ahorrar entre un 25 y 40 % del consumo de energía por hogar, invirtiendo en un consumo de energía más eficiente.
- Resiliencia y confiabilidad: las mejoras en la eficiencia energética se encargan de reducir la cantidad de electricidad que se produce a la red al mismo tiempo, minimizando su congestión. Una menor carga reduce las posibilidades de sufrir un apagón por exceso de consumo.
- Beneficios para la comunidad: los diferentes programas de eficiencia energética se encargan de mejorar la resiliencia de la comunidad y son capaces de abordar la igualdad eléctrica. Esto lo consigue al brindar tecnologías e infraestructuras y eficientes para aquellas comunidades más desatendidas. Y es que estas se ven afectadas en mayor proporción por la calidad del aire y tienen una mayor carga energética en función del porcentaje con respecto a sus ingresos brutos gastados en energía.
- Beneficios para la salud: las medidas para ser eficientes energéticamente también pueden estar respaldadas por una buena salud física y mental. Principalmente mediante la creación de entornos de vida interiores saludables con temperaturas de aire, niveles de humedad y ruido saludables. La prueba es que el malestar el gasto excesivo de energía y su posterior coste tienen un impacto negativo sobre nuestra salud mental, causando ansiedad, estrés y depresión.
La eficiencia energética en electrodomésticos
A la hora de comprar un nuevo electrodoméstico, es importante que tengamos muy en cuenta la etiqueta de eficiencia energética. Esto es debido a que una buena calificación os va a permitir un buen ahorro en la factura de la luz a medio plazo.
Esta etiqueta no es más que un adhesivo que va incluido en el electrodoméstico y se encarga de señalar su calificación energética en según su consumo. Esta escala está compuesta por siete letras correlativas que van desde la A hasta la G, siendo A la mejor calificación y G la peor. Así podremos diferenciar que aparatos consumen menos energía y, con ello, los que son más eficientes energéticamente. En los electrodomésticos, esta etiqueta se muestra al lado o encima de cada aparato de manera que esté siempre visible
Por lo general, un aparato más eficiente también será más caro que uno que no lo es. Sin embargo, optar por esta opción nos permite un gran ahorro a medio y largo plazo en la factura de la luz, lo que ayudará a amortizar ese desembolso mayor. Además, al cambiar nuestros viejos electrodomésticos por unos modernos con certificado energético A, también estaremos apostando por ser más eficientes.
Trucos para aumentar el ahorro energético
Un consumo responsable de luz, agua y gas en nuestro hogar no solo supone un ahorro económico, sino que también contribuye a mejorar la sostenibilidad del planeta. A continuación, os mostramos diferentes consejos con los que poder llegar a ser más eficientes energéticamente.
- Aprovechar la luz natural: gran parte del país cuenta con una amplia cantidad de luz al día, sobre todo en comparación con otros países. Esto debe ser un incentivo para evitar iluminar las habitaciones cuando todavía es de día, de manera que podamos aprovechar al máximo la luz natural.
- Revisar la instalación eléctrica: de cara a evitar gastos innecesarios, así como por motivos de seguridad, es indispensable que revisemos el estado de la instalación eléctrica de nuestro hogar. Así, estaremos evitando así una posible sobrecarga que pueda desembocar en un incendio.
- Hacer un uso correcto de los dispositivos eléctricos: siempre es recomendable desenchufar todos los dispositivos eléctricos mientras no se estén usando. Aunque pensemos que los ordenadores, televisores o cargadores de batería se encuentran en reposo, estos están consumiendo energía.
- Uso de bombillas LEDs: cada vez su uso se está imponiendo y es fundamental que siga así. Por ello, debemos sustituir las clásicas bombillas incandescentes y halógenas por aquellas que sean LEDs. Estas son capaces de consumir hasta cuatro veces menos y tienen una mayor durabilidad en el tiempo.
- Priorizar la reparación de dispositivos en lugar de compra unos nuevos: un uso responsable de un aparato indica que este debe ser reparado en caso de que se estropee y no cambiarlo directamente por uno nuevo. Posteriormente, una vez terminada su vida útil, debemos reciclarlos correctamente.
- Regular los sistemas de climatización: cada vez que encendemos el calefactor o el aire acondicionado, es fundamental que tengamos las ventanas cerradas. De esta forma evitamos que salga el aire. En caso contrario estaremos malgastando su uso. También es importante no programarlos con temperaturas excesivamente altas o bajas, ya que provocan un mayor gasto.
- Usar apps para controlar el consumo energético: existen aplicaciones diseñadas para mantener el control del consumo de energía. A través de ellas podemos saber que artefactos consumen más, de manera que podamos priorizar su uso y reducir un plan que reduzca el consumo.
- Mejorar el aislamiento de nuestra casa: es importante revisar el estado de las ventanas para comprobar que no haya pérdidas de calor. Tener un hogar aislado correctamente puede suponer un gran ahorro. Y es que hay una gran parte de la energía que se puede llegar a perder por este motivo. Esto ocurre, sobre todo, cuando ponemos el calefactor o aire acondicionado.
- Revisar la etiqueta de eficiencia energética: en el caso de que haya que reemplazar nuestros electrodomésticos por otros, es muy recomendable que estos deben ser con etiqueta energética A. Estos han sido diseñados para ahorrar una gran cantidad de energía y son capaces de consumir hasta un 30 % menos.
- Lavadoras y lavavajillas a carga completa: son tres de los electrodomésticos que más consumen. Por lo tanto, es recomendable hacer ciclos de carga que sean completos para una mejor eficiencia. Y es que dos ciclos de lavado a media carga de cualquiera de ellos consumen mucha más energía que uno de carga completa.
Hasta aquí todo lo que teníamos que contarte sobre la eficiencia energética en el hogar. Recuerda todos los beneficios que esto nos aporta y las acciones que podemos llevar a cabo para evitar su desperdicio. Esto no solo repercutirá de forma positiva en la factura de la luz, sino que también ayuda a conservar el medio ambiente y conseguir beneficios para nuestra salud.