Por fin cae en nuestras manos uno de los tablets más esperados del panorama actual para Android y que tiene a Xiaomi como principal protagonista aunque, eso sí, el listón está muy alto por culpa de su primer Mi Pad que llegó el año pasado y que contaba con el excelente hardware que monta habitualmente Nvidia con algunos fabricantes y que consigue cotas de rendimiento realmente extraordinarias.
El diseño mejora mucho
Lo primero que se percibe al coger este Xiaomi Mi Pad 2 es que los chinos se han esmerado en hacer mucho más apetecible su tablet, quitando cualquier vestigio de plástico y confeccionando un acabado premium con aluminio que le sienta de maravilla al dispositivo. Tanto es así que, por momentos, tendremos la sensación de que tenemos en las manos un iPad Mini de Apple.
Además de ese acabado metálico, las dimensiones del tablet son muy ajustadas, con 13,2cm. de ancho, 20 de alto, un grosor de 6,9mm. y 322 gramos de peso. Unos números realmente buenos que se ven respaldados por una sensación de gadget bien acabado que incita a usarlo allí donde vayamos, ya sea dentro de nuestra casa o por la calle de camino a algún sitio.




Además, este Xiaomi Mi Pad 2 adopta la relación de aspecto de pantalla 4:3 lo que le hace mucho más manejable tanto si lo usamos en horizontal como en vertical. Por esa razón que todos los botones y demás elementos externos se colocan como si se tratara de un móvil, con el volumen y el botón de encendido/apagado a la derecha, arriba colocando el conector de minijack de 3,5mm. y por debajo dejando todo el espacio para centrar el conector USB Type-C de carga y comunicación. En la parte trasera solo veremos la cámara (sin flash LED) y abajo del todo dos altavoces.
Un cambio que supone, ¿un paso atrás?
Seguramente que la parte más controvertida de este Xiaomi Mi Pad 2 es cambiar el chip Tegra K1 de Nvidia por otro que no rinde al mismo nivel. Se trata de un Intel Atom quad-core fabricado con tecnología de 14nm. y que cuenta con una GPU Intel HD Graphics. Por desgracia, se queda lejos de aquella primera generación, ofreciendo un rendimiento muy por debajo de lo esperado cuando le metemos caña con algunos juegos exigentes donde se perciben molestos procesos de carga o caídas de frames más que apreciables.
Seguramente, la elección de este Intel Atom ha venido condicionada por la moda de muchos tablets chinos de conjugar Android con Windows, por lo que era necesario olvidarse de un procesador ARM. Además, los 2GB de memoria RAM que le han añadido dejan cojo el conjunto en lo que a rendimiento bruto se refiere. Otra cosa son las aplicaciones diarias donde no hay problemas de ralentización o rapidez de ejecución.
El almacenamiento se presenta en dos formatos: 16 y 64 GB. La batería, por su parte, es de 6.190 mAh. que no está nada mal aunque reduce su tamaño respecto de la del primer Mi Pad. Esto ha sido posible porque, como antes os decíamos, la CPU está fabricada con tecnología de 14nm. y eso significa un menor consumo energético lo que permite una autonomía correcta y adecuada para pasar un día sin problemas. Aunque, como siempre, si pecamos de reproducir demasiadas películas, Netflix, HBO o lo que sea, acabaremos con ella en apenas unas seis horas.
Eso sí, donde más ausencias hemos notado es en el terreno de la conectividad: el Xiaomi Mi Pad 2 no tiene versión LTE/4G y tendremos que conformarnos con Bluetooth o Wifi. Y en otros tipos de estándares de comunicación también anda bastante cojo ya que no cuenta ni con NFC ni con GPS.
Android muy limpio y rápido
En lo que tiene que ver con la instalación del OS Xiaomi no ha querido modificar su estrategia global y que le lleva a no tocar demasiado más allá de una fina capa MIUI 7.0 que no molesta en absoluto. Tanto es así que el tablet mueve con bastante soltura, estabilidad y rapidez Android 5.0 Lollipop, lo que facilita su uso sin problemas.
Eso sí, por buscarle un pero, estas versiones para tablet de Android con las capas de personalización siguen dando la sensación de que estamos ante un OS para móviles que han inflado para usarlo en una pantalla más grande. Sigue sin ofrecer una apariencia consistente y, por desgracia, muchas de las aplicaciones que hay disponibles en la Play Store siguen sin tener un diseño específico para estos paneles de 8, 10 o más pulgadas.
Pantalla y cámaras algo mejores
El Xiaomi Mi Pad 2 viene con una pantalla de 7,9 pulgadas con tecnología IPS y una resolución 2K (QHD) de 2.048×1.526 pixels que tiene bastante nivel. Es decir, que ofrece colores algo más brillantes que los de su predecesor y que otorga al terminal una sensación de buen acabado que invita a que lo usemos. Sobre todo para reproducir contenido multimedia.
Como antes os comentamos, su relación de aspecto 4:3 ayuda a que sea mucho más manejable en las dos orientaciones posibles, cosa que en el caso de los dispositivos 16:9 ó 16:10 se hace muy incómodo en posición vertical. Esto Xiaomi lo ha arreglado asemejándose al formato que tiene el iPad desde sus comienzos en el año 2010. De todas formas, aunque los colores están muy bien, se echa en falta algo de brillo.
El audio, por su parte, se escucha bien gracias a los dos altavoces que se han colocado en la parte posterior, lo que ofrecen un buen volumen donde se pueden apreciar los detalles más pequeños de cualquier película o videojuego que pongamos en marcha. Sin duda, es uno de los detalles a tener en cuenta de este Xiaomi Mi Pad 2. Las cámaras, sin embargo, están por estar y aunque ofrecen (en el caso de la trasera) algo más de calidad, no son el punto fuerte de este tablet. Recordad, eso sí, que tenemos dos sensores de 8 y 5MP con una apertura f2.0.












Su precio ronda los 200 euros para el Xiaomi Mi Pad 2 de 16GB de almacenamiento y unos 250 para el de 64. Ni qué decir tiene que recomendamos que os hagáis con el tablet con más capacidad ya que este dispositivo no cuenta con posibilidad de ampliación vía microSD.