He cambiado mi Apple Watch SE por este reloj deportivo de Garmin y te cuento por qué
Pese a ser una persona que se suele mantener dentro del ecosistema de Apple, he decidido abandonar mi Apple Watch y dar el salto a Garmin. ¿Te preguntas por qué? Sigue leyendo, porque yo te lo contaré todo.
No me considero fanática de ninguna marca de tecnología, pese a que es cierto que prácticamente todo lo tengo de Apple. Un MacBook Pro, iPad, AirPods Pro, AirPods Max, iPhone… Y, hasta hace poco, también el Apple Watch SE. Para mí, el motivo es sencillo: el ecosistema es fácil de usar, y funciona muy bien interconectado entre sí. De esta manera, me hace la vida mucho más sencilla.
No obstante, y tras un año con el Apple Watch, he decidido que no puedo más. Porque tiene algunos puntos débiles que, para mí, se han convertido en un problema real en el día a día. Y es precisamente por eso por lo que he dado el salto a Garmin.
Mejor batería y mejores parámetros deportivos
No os voy a engañar: el Apple Watch SE me parece un buen dispositivo, siempre y cuando tengas claro que vas a ser un esclavo absoluto de su batería. Y eso es innegable. Funciona muy bien, es fluido, tiene un gran rendimiento y una calidad totalmente superior en todos los sentidos; es más, sentirás que es una extensión de tu iPhone. Pero la autonomía es mala.
Comprendo que hablamos de un smartwatch que tiene sistema operativo, cumple muchas funciones y, por lo tanto, acaba teniendo menos autonomía que otros relojes. Pero, en mi caso, la batería está defectuosa. Y arreglarla no es barato, puesto que ronda los 100 €.
Tiene algo más de un año, la garantía no cubre esa rotura y la reparación no es económica. No solo eso: repararla únicamente me garantizaría tener la misma batería que antes y disfrutar, como mucho, de un día completo de autonomía. ¿Merece la pena? Yo lo tengo claro: no.
Porque, además, los parámetros deportivos de este reloj no son los mejores. Y eso es algo que he podido comprobar al probar Garmin. Decidí sustituir este Apple Watch SE por un modelo de gama media – alta de Garmin, el Vivoactive 5. Y el cambio en las métricas, la precisión en las mediciones, fue increíble. Tanto es así que no me arrepiento en absoluto del cambio.
Es un smartwatch mucho más enfocado en el ámbito deportivo, y eso es algo que se nota. Pese a todo, te permite estar conectado: te llegan todas las notificaciones, puedes recibir llamadas… Así que no es algo que eche de menos. Si eres de los que responde mensajes con el reloj, esto sí que debes saber que no es posible. Al ser algo que yo no hacía, no lo echo en falta.
Apple vs Garmin: cuál es mejor
A la hora de hacer una comparativa, para mí hay algo que se debe tener claro desde el primer momento: no es el mismo concepto de smartwatch. Y, por lo tanto, dependiendo de lo que busques, será mejor apostar por un reloj u otro.
En Garmin, encontramos 11 días de batería (no os negaré que esta fue una de las claves que me hizo decidirme) y un análisis completo de todos tus parámetros deportivos. Lo hace de una forma totalmente diferente a Apple; se centra mucho en hacer una monitorización completa, en medir tu batería corporal y, además, en enseñarte cómo podrías mejorar en tus entrenamientos. Además, te ayuda a sacar mayor rendimiento a tus días basándose en lo que has descansado previamente.
Sin embargo, el reloj de Garmin flojea en otros puntos. Es menos versátil si lo que buscas es un reloj inteligente con el que estar al tanto de las notificaciones, responder a todo… Puesto que es cierto que no tiene aplicaciones y, por lo tanto, la experiencia que ofrece no es la misma.
Para mí, la decisión es clara: si buscas algo deportivo, Garmin es el ganador absoluto. Si no eres una persona que practique mucho deporte, y te da igual tener que cargar tu smartphone todos los días, Apple es muy completo.