El frío puede ser uno de las grandes desventajas que presente una vivienda. Ya sea por un mal aislamiento o por una bajada de las temperaturas en el exterior. Por suerte, existen soluciones para paliar este tipo de situaciones. Es el caso de los radiadores eléctricos, dispositivos modernos y eficaces que pueden convertir un espacio frío en un auténtico foco de calor y confort.
Vivir con frío es una de las peores sensaciones que se pueda tener. Con los radiadores eléctricos esto se puede evitar rápidamente. Eso sí, es importante comprender su funcionamiento y saber qué especificaciones se deben buscar antes de comprarlos. ¡Continúa leyendo! Nosotros te desvelamos todos los secretos sobre los radiadores eléctricos.
Cómo funciona un radiador eléctrico
Un radiador eléctrico es una solución fácil y barata a un problema de frío en una estancia. Funciona mediante un proceso es muy sencillo. Mediante un proceso de convección, lo que hacen es calentar el aire frío y conseguir que este se caliente. El aire caliente sube a la parte superior de la habitación, dejando en la parte baja el frío, donde el radiador hace su trabajo y vuelve a calentarlo.
Una de sus puntos fuertes es que no necesitarás hacer una instalación específica para instalar radiadores eléctricos en casa, puesto que funcionan mediante electricidad. Además, a nivel energético son muy eficientes. De esta manera, evitan que haya un consumo muy elevado de electricidad. Teniendo en cuenta el precio actual de la luz, ¡es un punto a considerar! En sí, los radiadores sin aparatos bastante asequibles. El precio va a depender de variables que veremos a continuación.
Si tu casa es demasiado fría, no te lo pienses más y lánzate a por un radiador eléctrico. Eso sí: antes debes saber que existen diferentes tipos.
Tipos de radiadores eléctricos que debes considerar
Como hemos señalado, existen diferentes tipos de radiadores eléctricos. En primer lugar, tenemos que distinguir los que van anclados a la pared y los que son portátiles. Si pretendes tenerlos siempre en la misma estancia, los primeros te resultarán mucho más cómodos. No obstante, si quieres tener un único radiador e ir cambiándolo, es preferible que escojas uno que se pueda mover. E incluso los hay con ruedas, para hacerte la labor mucho más sencilla.
Pero, además, hay diferentes modelos de radiadores eléctricos dependiendo del sistema que usen para dar calor.
- Los radiadores de calor azul, también conocidos como radiadores de bajo consumo, son los más interesantes. Suelen ser metálicos y pueden estar tanto en las paredes como ser portátiles. Funcionan mediante unas resistencias internas, por las cuales va circulando la corriente y consiguiendo el calor. Son los más recomendables.
- También existen los llamados radiadores eléctricos que funcionan mediante fluidos. Estos permiten que el calor se mantenga durante más tiempo.
- Los radiadores eléctricos de tecnología seca no son los más recomendables, puesto que suelen enfriarse con rapidez una vez que se apagan.
- Si tienes una tarifa de la luz con discriminación horaria, te interesarán los radiadores acumuladores eléctricos. Estos se encargan de aprovechar las horas valle para almacenar calor e ir dispersándolo durante el resto de horas. No son modelos asequibles, pero a la larga te pueden beneficiar, sobre todo si eres de los que siempre tiene puesto el radiador.
- Por último, los radiadores eléctricos por infrarrojos se ayudan de la radiación para calentar. Lo que hacen es calentar directamente los cuerpos mediante las ondas electromagnéticas. Mediante la convección, el calor tiende a subir a la parte superior de la estancia. Mas con estos no se da esa situación.
Qué debes tener en cuenta a la hora de elegir un radiador
Antes de decidirte por uno de los radiadores eléctricos que veremos a continuación, hay ciertas cosas que debes tener en cuenta. La primera de ellas es dónde lo vas a usar. ¿La habitación es grande, o es pequeña? En función de la respuesta que des a esa pregunta, podrás pasar a analizar uno de los factores más relevantes: la potencia.
Cuanta más potencia tenga, menos tardará en calentar cualquier estancia. No obstante, tampoco debes escoger uno que gaste demasiado, puesto que podría ser contraproducente en tu factura. Tienes que tener muchas cosas en cuenta, como si la zona en la que vives hace mucho frío o si tú eres una persona friolera. En todo caso, lo recomendable es que nunca sea menos de 90 w por metro cuadrado de la estancia donde lo vayas a situar.
De forma conjunta a la potencia vendrá asociado el precio. Cuanta mayor potencia tenga un radiador, más probable es que su coste ascienda. Lo ideal es que pienses de antemano cuánto quieres gastar. Además, debes tener en cuenta el consumo de ese radiador. Lo mejor es elegir radiadores azules, o de bajo consumo. Mediante el uso de este tipo de dispositivos notarás cómo tu factura de la luz se va reduciendo poco a poco.
La regulación inteligente y la conectividad WiFi
La regulación inteligente es una de las grandes prestaciones a nivel de funcionalidad. Consiste en un sistema según el cual serán los propios radiadores los que se activarán al detectar que la temperatura ambiente cae por debajo de una cantidad concreta. Esta es no solo una ventaja respecto a comodidad, sino que también conlleva un ahorro importante de energía y, por tanto, de dinero. Buscar modelos que ofrezcan esta prestación es una gran ventaja a largo plazo. Pese a que no tenga regulación inteligente, es fundamental que sí que ofrezca la posibilidad de seleccionar la temperatura exacta. Es decir, que cuente con un termostato.
Asimismo, también puede ser positivo buscar modelos que cuenten con conectividad WiFi. Esto te permitirá controlar los dispositivos a distancia, sin necesidad de estar presente. Podrás poner la calefacción media hora antes de llegar y encontrarte tu casa caldeada, por ejemplo. Aunque no te preocupes si no encuentras radiadores inteligentes, puesto que siempre podrás usar un enchufe inteligente y conectarlo a otros dispositivos.
Las ventajas de los radiadores eléctricos
Son muchas las ventajas asociadas a los radiadores eléctricos. En primer lugar: no tienes que realizar instalación. Incluso aunque quisieras colocarlos en la pared, sería tan sencillo como colocar las bases y hacer unos agujeros. Muchos de ellos traen o patas o ruedas, con lo cual podrás colocarlos en cualquier lugar que te parezca. A esto hay que sumarle que suelen ser bastante pequeños de tamaño, con lo cual podrás almacenarlos cuando se acabe la temporada de frío. ¡Y eso siempre es una ventaja!
Consumen mucho menos que otro tipo de calefactores, hecho que hará que tu factura de la luz se reduzca considerablemente. Si encima usas acumuladores lo notarás incluso más. Puedes tenerlos encendidos solo en momentos en los que la luz sea muy asequible y mantendrán el calor a largo plazo. E incluso hallarás radiadores que pueden funcionar mediante un temporizador. De esta manera, sabrás que se apagará sí o sí, independientemente de que a ti se te pueda pasar.
3 radiadores eléctricos de calor azul
Ya sabemos exactamente qué debemos buscar en los radiadores eléctricos, así que pasemos a ver los mejores radiadores del mercado. Para eso, hemos decidido comenzar con cuatro modelos de radiadores de calor azul. Son los que menos energía consumen y, por tanto, los más eficientes en este sentido.
Radiador eléctrico de Cecotec ReadyWarm
Este radiador de Cecotec cuenta con pies, para que puedas colocarlo cómodamente donde te apetezca. E incluso podrás anclarlo a la pared si así lo deseas. La potencia es de 1000 W, así que te permitirá calentar incluso estancias algo más grandes. Uno de sus puntos fuertes es lo cuidado de su diseño, puesto que está fabricado con cristal templado.
Mas sin duda lo mejor de este radiador es que es inteligente, y podrás controlarlo a través de una aplicación. Además cuenta con un temporizador programable que la app te permitirá ajustar. Pesa tan solo 5 kg, así que no tendrás que coger mucho peso si quieres cargar con él. Como punto extra en el tema de seguridad, debes saber que cuenta con un sistema de bloqueo para niños.
Gridinlux Homely: radiadores eléctricos de diseño
Se encuentra fabricado en cristal de alta calidad, así que no pasará nunca desapercibido en tu salón. Este radiador es capaz de calentar rápidamente 15 m2 de forma eficiente y con temperatura constante. Esto es así gracias a sus 1500 W de potencia.
Al igual que el anterior, podrás manejarlo con facilidad a través de una aplicación de tu teléfono móvil. La temperatura se regula de forma eficiente e inteligente, para consumir menos y mantener siempre las estancias caldeadas. Asimismo, cuenta con pantalla táctil y es programable.
Klarstein Bornholm: una joya
Se trata de un auténtico referente en el mercado por diseño y funcionalidad. Cuenta con dos niveles de temperatura y una potencia de 2000 W con la que podrás calentar una habitación hasta los 45 °C.
Por otra parte, el modo ECO con el que cuenta reduce el consumo eléctrico al mínimo. Es especialmente interesante para todas aquellas personas que busquen reducir mucho su consumo de luz. También incorpora un temporizador que te permitirá apagar y encender el radiador exactamente en el momento deseado. Dispone de panel táctil y mando a distancia.
2 radiadores eléctricos que funcionan mediante fluidos
¿Prefieres radiadores eléctricos que usen el fluido para calentar las estancias? En ese caso, te traemos otros dos modelos que te resultarán muy interesantes.
Cecotec ReadyWarm Thermal con pantalla LED
De nuevo, Cecotec nos presenta una opción muy llamativa tanto por su precio como por sus prestaciones. En primer lugar, debes saber que la potencia de este radiador es de 900 W. Funciona mediante un circuito termal que se encargará de ir calentando todo el aire de la habitación.
Su diseño es minimalista, lo suficientemente elegante como para que te olvides de que está ahí. Cuenta con un mando a distancia, temporizador y una pantalla LED. Podrás instalarlo en la pared o dejarlo de pie, lo que prefieras. ¡Y por menos de 100 €!
Gridinlux: 900 W y programable
Este emisor térmico tiene una potencia de 900 W, más que suficiente para calentar de forma rápida estancias de hasta 10 metros cuadrados. Además, ofrece un consumo energético muy bajo gracias a su modo de bajo consumo. Cuenta con tres programas entre los que podrás elegir, además de un regulador de temperatura manual.
Incorpora una pantalla LED y un mando a distancia para que puedas usarlo de forma intuitiva. No pesa prácticamente nada, así que podrás moverlo con facilidad entre las diferentes estancias.
Radiadores eléctricos de tecnología seca
Pasemos ahora a los radiadores eléctricos que funcionan mediante tecnología seca. Como hemos señalado, no son de los más recomendables puesto que tienden a enfriarse con más facilidad que otros. No obstante, el modelo que os traemos puede llegar a ser muy interesante por sus especificaciones.
Taurus Tange 1500r: con programación diaria
El radiador Taurus Tanger 1500 tiene algunos puntos fuertes que hay que considerar. El primero de ellos es que se apagará automáticamente al detectar una bajada brusca de la temperatura. Gracias a esto, evitará que haya un consumo energético más elevado de la cuenta. Es decir, que si se te olvida que estaba puesto y decides abrir las ventanas para ventilar, se apagará para ahorrar.
Podrás configurar programas tanto diarios como semanales. De esta manera, podrás planificar previamente los momentos en los que debe encenderse. Esto es muy cómodo cuando tienes una rutina muy estable, por ejemplo. Cuenta con una potencia de 1500 W, garantizando así calentar tu estancia de forma muy rápida.
2 acumuladores eléctricos de silicio
A continuación, vamos a pasar a ver dos acumuladores eléctricos de silicio. Son especialmente llamativos porque te ofrecen la posibilidad de, una vez apagados, continuar expulsando calor durante un largo tiempo. Estos son bastante asequibles y, por tanto, tienen sus limitaciones: no podrás acumular calor durante mucho tiempo. Pese a todo, te supondrán un gran ahorro energético. Ambos son de la marca española Jata, puesto que es una de las más reconocidas en este sector.
Jata Dual-Kherr Optimax de 2000 W
El primero de los acumuladores es el modelo Optimax. Su diseño es muy peculiar, puesto que tiene un acabado de piedra natural blanca. No solo te permitirá caldear la estancia, sino también adornarla. Eso sí, es más pesado: ronda los 16 kg. Trae ruedas, con lo cual podrás moverlo igualmente.
Lo más relevante es que gracias al silicio consigue almacenar el calor durante mucho más tiempo. Cuenta con dos potencias de calor entre las que podrás elegir: o 1.000 W o 2.000 W. Así podrás adaptarte a las condiciones de frío que haya en ese momento. Además, cuenta con dos funciones: eco y plus. Es uno de esos radiadores que merece la pena probar.
Jata Dual-Kherr extrafino de silicio
El precio de este acumulador es superior, puesto que ofrece una combinación perfecta entre radiación, acumulación y convección. De este modo, consigue la máxima eficiencia con el mínimo consumo energético. Podrás programarlo como te apetezca y manejarlo de forma sencilla con un solo botón.
Al igual que el anterior, tiene una función eco para conseguir que la estancia se mantenga siempre a 18 grados al menor coste posible. Es muy fino y apenas ocupa espacio, y cuenta con un exterior de pizarra.
2 radiadores eléctricos de infrarrojos
Por último, pasamos a ver los radiadores eléctricos de infrarrojos. Como hemos señalado, su principal ventaja es que son muy eficientes y el aire caliente no se perderá en la estancia. Dentro de estos radiadores hay diseños muy dispares, y es por eso por lo que traemos dos muy diferentes entre sí.
Klarstein HeatPal Marble: sencillez y funcionalidad
Este radiador eléctrico de Klarstein es muy sencillo a nivel estético, pero te permite calentar incluso estancias de treinta metros cuadrados gracias a sus 1300 W. Cuenta con unas dimensiones reducidas pese a la potencia que tiene, con lo cual es muy cómodo de usar.
Podrás llevarlo a cualquier parte, y calentará de forma directa a las personas que haya alrededor. Cabe reseñar que tiene una placa hecha de mármol que se encargará de ir absorbiendo calor para, posteriormente, ir dejándolo en la estancia cuando ya se haya apagado. Es decir, que funciona casi como un acumulador. Dispone de un termostato inteligente para apagarse cuando se esté en la temperatura deseada y volver a encenderse si esta desciende.
Klarstein Wonderwall Air Art: apuesta por lo diferente
Sin duda, el radiador que hemos dejado para el último es el más diferente de todos. Porque a simple vista es un cuadro de Gustav Klimt, pero en realidad es un panel radiante de 600 W. ¡Esto sí que es tener un diseño especial!
Ocupa muy poco espacio, puesto que podrás colgarlo directamente en la pared. Además es muy moderno y, sobre todo, de bajo consumo y con una alta eficiencia energética. Cuenta con tecnología de cristal de carbono mediante la cual permite que el calor se aproveche mucho mejor. Si quieres decorar tu casa a la par que calentarla, es la mejor opción. Y si no te gusta Klimt no te preocupes porque encontrarás diseños muy variados de la misma firma.
¿Cuál es nuestro preferido?
Nosotros lo tenemos claro: tanto por funcionalidad como por diseño, el radiador Klarstein HeatPal. Los radiadores eléctricos que funcionan mediante infarrojos te permiten calentarte de forma directa, con lo cual conseguirás llegar mucho más rápido a la temperatura deseada. Además, consume muy poco y cuenta con un sistema inteligente de apagado. Si a eso le sumamos la placa de mármol, obtenemos un radiador de altas prestaciones a un precio no tan elevado.