El apagón nos dejó a todos sin electricidad. Ni luz, ni internet y tampoco dispositivos electrónicos para usar. Esto, a título personal, me sirvió como toque de atención a la hora de estar preparado ante situaciones de este tipo. Por este motivo he empezado a armar mi kit de emergencia para tecnología cuando se produzcan escenarios de este tipo. ¡Más vale tenerlos y no necesitarlos! Por eso, en este artículo te voy a contar mi experiencia de uso con una de las baterías más vendidas de Amazon.
Muchas son las powerbanks que nos podemos encontrar en el mercado. Sin embargo, pocas tienen el equilibrio que yo necesito. Por una parte, quiero que tenga sistema de carga rápida. También, que sea compatible con cuantos más dispositivos mejor –y eso es algo que se implementa de maravilla gracias al USB tipo C–. Pero, quizás lo más importante, es que tenga mucha capacidad de energía almacenada. Nunca se sabe cuánto tiempo estaremos sin luz durante un apagón masivo: más vale prevenir que curar.
Uno de los fabricantes estrella en este terreno en ANKER. Así que, aprovechando su trayectoria y que en el pasado he probado otros productos suyos, decidí apostar por uno de los últimos modelos que han lanzado, y que tiene un precio que oscila los 40 euros en Amazon. Desde ya te adelanto de que ha cumplido con mis expectativas. Así que, a continuación, te voy a contar todo sobre ella después de haberla estado probando.
Puedo usarla con todo lo que tengo
Uno de los detalles que más me ha gustado de esta batería es el hecho de tener un cable incorporado. Este, de material gomoso se nota muy resistente. Y aunque el fabricante dice que soporta hasta 5.000 dobleces, lo cierto es que si la cuidamos bien, nos puede durar mucho más.
Esto aunque parezca un detalle sin importancia, para mi me supone un dolor de cabeza menos: no tengo que cargar cables a cuestas. Y lo mejor de todo es que, al ser USB tipo C puedo cargar desde mi MacBook Pro hasta la Nintendo Switch Lite sin problemas.
La comodidad juega a mi favor
Si añado a la ecuación un cable USB tipo A puedo conectar todavía más dispositivos. Esto es posible gracias a la toma de conexión USB –en la parte superior– que me permite enchufar otros cables y usarlos sin problema.
Además, gracias a la conexión directa del USB tipo C tengo carga rápida de 87 W, y esto es muy útil para equipos más grandes que un teléfono. Y, sí: quiero insistir en el hecho de que puedo cargar mi portátil MacBook.
Lo que yo cambiaría
Hasta ahora te he contado todo lo que me ha gustado de este dispositivo. Sin embargo, no todo es bueno.
La carga –de la propia powerbank– quizás es lo que yo modificaría. Son 20.000 mAh, es mucha capacidad. Y lo cierto es que sorprende por el hecho de que no sea más grande. Sin embargo, un poco más de rapidez para cargar la batería sería de agradecer.
Además, aunque llevar un cable siempre encima es muy cómodo, mi gran pregunta es: ¿qué pasará en un futuro en el que el cable no dé más de sí? Por suerte es resistente y robusto y la batería dispone de salidas adicionales. Así que, a fin de cuentas, no creo que sea el mayor drama de la historia.
¿La recomiendo?
Una vez hemos llegado a este punto, te doy mi veredicto: ¿recomiendo su compra? Para mí es un sí, rotundo.
Por a penas 40 euros pocos son los modelos que conozco que me brinden calidad de este tipo: carga rápida, mucha capacidad de almacenamiento y compatibilidad con todo.