PlayStation 4 Pro

Estamos ante un dispositivo que puede significar un punto de inflexión en lo referente a la consola de Sony, ya que no son pocos los que ven en este segmento una tendencia clara a que ocurra lo mismo que con los terminales móviles: que de forma constante se lancen pequeñas variaciones de un producto para adaptarse a las exigencias del mercado y, por lo tanto, que el tiempo de vida de una videoconsola sin que tenga una “hermana mayor” sea mucho menor que antes. Veremos si esto es así, pero debido a lo que ofrece de nuevo este modelo tal y como se comprobará en este análisis de la PlayStation 4 Pro, no es nada descartable lo que decimos.

Diseño de la PlayStation 4 Pro

En lo que se refiere al apartado visual, la nueva videoconsola de Sony muestra un acabado angulado que recuerda al modelo desde el que “nace”, eso sí con unas dimensiones superiores por lo que se tiene una mayor altura lo que hace que se tenga que habilitar más espacio para su colocación (si se desea algo más pequeño, siempre se puede recurrir a la Slim). Por cierto, que el peso que tiene el dispositivo es de 3,3 kilogramos, por lo que llevarla de un sitio a otro no es algo imposible, pero tampoco especialmente cómodo.

Todos los elementos están bien posicionados en la carcasa, como por ejemplo los puertos frontales USB existentes, por lo que la comodidad es la habitual a la hora de dar uso a periféricos. En lo que se refiere al acabado, nada que objetar en este dispositivo, ya que la calidad es clara y se nota el tiempo que Sony lleva en este segmento del mercado y que sabe por donde se mueve.

Interesante comentar que el ruido que hacen la consola al funcionar no es excesivo, exceptuando con algunos títulos, generalmente los más exigentes, donde al iniciarlos comprobamos en el análisis de la PlayStation 4 Pro que inicialmente se suben bastante los decibelios. No es algo preocupante, pero la verdad es que resulta bastante curioso este detalle.

Conectividad, bien resuelta

Lo cierto es que no se echa en falta absolutamente nada en la consola, ya que aparte de los puertos USB (compatible con el estándar 3.1, lo que asegura velocidad de transferencia de datos), en Sony se ha decidido incluir los siguientes: HDMI, esencial para conectar televisor o monitores; el ya habitual de salida de sonido óptica; un auxiliar; y, como no, el Ethernet por si se desea conectar a la red la PlayStation 4 Pro mediante cable. Si te preguntas si se han respetado las opciones inalámbricas, la respuesta es afirmativa: se dispone de Bluetooth 4.0 y, como no, de WiFi, que es más potente que el integrado en la consola desde la que evoluciona esta.

Evidentemente hay que hablar del mando que se incluye con el producto, el Dualshock 4. Este modelo es prácticamente idéntico al que existía, tanto es así que as simple vista es complejo diferenciarlo, pero el nuevo dispone de una luz adicional que, como comprobamos en el análisis de la PlayStation 4 Pro, sirve de ayuda tanto en aplicaciones y juegos (ya que es informativo y, sin ir más lejos, es posible que informe de forma visual si queda poca vida).

Hardware de la PlayStation 4 Pro

En el nuevo modelo se ha contado con la colaboración de AMD para darle la potencia necesaria en lo referente a procesador y GPU. Además, es importante conocer que la cantidad de RAM que es de la partida en la consola es de 8 GB, por lo que hay cero problemas por este motivo al jugar o ejecutar una aplicación -ojo que un “giga” está reservada para las apps-, y el almacenamiento de este modelo alcanza 1 TB. Por lo tanto, almacenar un buen número de juegos a la vez es más que posible.

Como decíamos es AMD la “responsable” del aumento de la potencia de este modelo como hemos comprobado en el análisis de la PlayStation 4 Pro. El procesador es el denominado como Jaguar, que incluye 8 núcleos en su interior, es compatible con de 64 bits y su arquitectura es X86. Este dota de una potencia grande a la consola, que se apoya de una forma excelente con la GPU. De nuevo es el mismo fabricante el que suministra el componente, y en esta caso es un modelo de la gama Radeon que es capaz de conseguir un máximo de 4,20 Teraflops a la hora de generar gráficos. Es decir, se duplica la potencia de la generación anterior de PlayStation.

Otros avances importantes, que son evolutivos y no disruptores, que hemos visto en el análisis de la PlayStation 4 Pro es que este modelo es compatible con calidad de imagen 4K con HDR. Esto asegura, al menos sobre el papel, que cuando se juega la experiencia visual sea excelente… siempre que se cumpla con el requisito de tener un televisor compatible. En caso contrario, no hay gran diferencia con lo conocido hasta la fecha. Un buen avance, pero más de cara al futuro – no muy cercano- que para sacarle ahora mismo partida.

Los juegos y si es recomendable la PlayStation Pro 4

Por el momento el catálogo de títulos que permiten sacarle partido a las nuevas opciones de la consola, especialmente hablamos de las visuales, es reducido y en su mayoría se consigue mediante un “parche”. Esto quiere decir que falta que la comunidad de desarrolladores se pongan manos a la obra para exprimir al dispositivo…. Pero está por ver si ocurre a corto plazo, ya que le parque de televisores 4K con HDR no es precisamente muy grande. El rendimiento, en líneas generales, no hemos comprobado que sea especialmente superior, pero sí algo más fluido -al menos es la sensación que obtuvimos-.

Con todo lo dicho se tiene que ir a la tienda sin falta para hacerse con un modelo. Pues la verdad es que con lo que hemos experimentado en el análisis de la PlayStation 4 Pro si no se tiene una consola de última generación sí, especialmente por el largo recorrido que tiene en el mercado, pero quizá dar el salto desde una PS4 y pagar los 399 euros que cuesta el nuevo modelo, es algo que cuando pase algo de tiempo tenga mucho más sentido -y, en especial, cuando existan más títulos pensados por y para ella-.