Si te estabas planteando hacerte con una freidora de aire, una de las dudas que te surgirá es qué potencia debe tener. Y es que es uno de los parámetros más complejos a la hora de tenerlo en cuenta. No te preocupes, porque desde Topes de Gama te vamos a echar una mano para que te resulte más sencillo.
Las freidoras de aire, o air fryer, han conquistado a buena parte de la población hasta ahora. Porque es cierto que son todo ventajas: son rápidas, eficientes, te permiten cocinar sin manchar, son sencillas de usar… Y, además, hacen que puedas cocinar de forma saludable de manera bastante más cómoda.
Pero es cierto que hay una gran variedad de freidoras de aire, y que son muchos los parámetros que hemos de tener en cuenta la hora de elegir uno u otro. Por ejemplo: la capacidad, la marca, los modos… Y, cómo no, la potencia, que es justo de lo que venimos a hablar hoy.
Qué potencia debe tener una air fryer
Lo primero que debes saber es que la potencia se mide en vatios, y nos habla de forma directa del tiempo que tarda una freidora en cocinar. Podríamos llegar a entenderlo casi como la temperatura que puede alcanzar con un consumo mínimo de energía.
Cuanta más potencia tenga una freidora de aire, más rápido alcanzará temperaturas elevadas. Pero, por supuesto, eso también hará que consuma más energía. Es decir, que podríamos llegar a notarlo de forma negativa en la factura de la luz.
La potencia de una air fryer está estrechamente relacionada con su calidad y, a la par, con su tamaño. Lo normal es que encontremos modelos pequeños con algo más de 1.000 W, mientras que las más grandes den el salto a los 2.000 W, aproximadamente. Porque la potencia va a depender en buena medida de la cantidad de alimento que vayamos a cocinar.
Es decir:
- Si tu freidora de aire tiene alrededor de 2 o 3 litros de capacidad, puede que entre 1.200 W y 1.600 W sea más que suficiente. Porque con esto, te asegurarás de que toda la comida está lista y de forma homogénea.
- En el caso de que hablemos de 4 litros o más, necesitarás que la potencia sea mayor. Como mínimo, tendrías que dar el salto a los 2.000 W. Aunque hay modelos ahora mismo en el mercado que pueden llegar a ofrecer incluso más. Por ejemplo, el modelo Cosori Dual Blaze Twinfry chef Edition (con 10 litros de capacidad) asciende a nada más y nada menos que 2.800 W.
Respecto a este último punto también es importante hacerse con un modelo de la capacidad y potencia que cada uno necesite. Si vives solo o en pareja, una freidora de aire de 10 litros será un exceso que simplemente te hará acabar gastando más energía innecesariamente, además de que probablemente será más caro de base. Por norma general, es habitual buscar una capacidad de 1 litro por comensal aproximadamente.
¿Consume mucho la freidora de aire?
En relación con la potencia, hemos de hablar también del consumo energético de las freidoras sin aceite. Es innegable que es una de las grandes preocupaciones de todos los usuarios cuando se hacen con una: ¿lo notaré negativamente en el consumo mensual? Lo cierto es que va a depender: si has sustituido el horno por la freidora, lo notarás positivamente. En caso de que no usaras horno y ahora sí uses la air fryer, sí notarás un ligero incremento en la factura de la luz.
Todo esto enmarcado, por supuesto, bajo un gran «depende». Porque realmente va a depender del uso que hagas tú de la freidora de aire. Si la usas todos los días, en todas las comidas, sí que notarás un mayor incremento. Pero si es solo esporádico, el incremento será ligero.
Recalcamos el ligero. Porque, realmente, no será tan excesivo como algunos señalan. Hay una fórmula muy sencilla que te permitirá conocer cuánto consume realmente una freidora de aire. Para ello, tendrás que multiplicar su potencia por las horas de uso y, todo eso, dividirlo entre 1.000. De este modo, sabrás cuántos kilovatios has gastado. Y, si conoces el precio del kilovatio por hora (podrás consultarlo en tu factura), sabrás exactamente el consumo real.
Por poner un ejemplo real: imagínate que te compras una freidora de 1.700 W, y que la usas alrededor de 3 horas a la semana. Es decir, que al mes son unas 12 horas. Y, además, el kilovatio por hora está a 0,20 €. En ese caso, obtendríamos que el consumo real es de 4,08 € al mes. ¡No es algo excesivo! Y probablemente no la vayas a usar tantas horas a la semana, puesto que lo habitual es que un plato tarde en cocinarse alrededor de 10 – 20 minutos.
Si la comparamos con otras formas de cocina, una freidora de aire va a consumir casi siempre mucho menos que las otras opciones, incluso en los modelos más potentes. Es mucho más rápida preparando los alimentos que una vitrocerámica o un horno, por lo que se mantiene también mucho menos tiempo encendida y eso influye en gran medida en el consumo.
Y es que una vitrocerámica media consume unos 2.500 W/h y un horno parte de unos 2.000 y puede llegar hasta los 5.000 W así que, de nuevo, la airfryer sale ganadora por mucho en cuanto a eficiencia energética. Si a esto le sumamos también el ahorro que hacemos en aceite, cada día más caro, enseguida vemos que es una opción de primera en cuanto a ahorro general, que no tarda mucho en amortizarse si se usa regularmente.