Cualquier vehículo medianamente moderno cuenta con su panel de navegación, habitualmente con software propio de la marca. Estos paneles ofrecen estéticas y utilidades muy variadas, por lo que en ocasiones es preferible recurrir a modelos más universales, que es el caso de los dos grandes que hoy nos ocupan: Android Auto y Apple Carplay.
Cuando hablamos de Android Auto y Apple Carplay nos estamos refiriendo a dos herramientas que hacen exactamente lo mismo: cambiar la interfaz del panel de navegación por la del sistema de Google o Apple, a la vez que conectan nuestro móvil a este. Se puede conectar de forma inalámbrica, que actualmente es lo más habitual, o hacerlo por cable USB, y sus posibilidades teóricas son amplísimas.
Sin embargo, hablando en plata, lo que vamos a hacer con esto en el 99 % de las ocasiones es muy sencillo: realizar y recibir llamadas en modo manos libres, abrir aplicaciones que habitualmente serán de reproducción de música o audio y manejar las rutas del navegador GPS. Así, podemos decir sin miedo a equivocarnos que ambos cumplen con exactamente la misma función.
Android Auto y Carplay: diferencias
La principal diferencia entre ambos sistemas es también una insalvable: los móviles y entorno de dispositivos con los que funcionan. Mientras que Android Auto funciona con el asistente de Google y los móviles Android, como su nombre indica, Carplay pertenece a Apple y por tanto funciona con los dispositivos iPhone, usando a Siri como asistente.
Así pues, no se trata de una elección libre entre uno u otro: estamos atados por el móvil que usemos. En cuanto a compatibilidad, casi todos los vehículos actuales e incluso los que ya calzan unos años son compatibles con ambos sistemas. Podremos usar cualquiera de los dos en cualquier momento, pero nunca ambos a la vez. Del mismo modo, los coches más antiguos siguen pudiendo usar pantallas independientes que implementan la compatibilidad, casi siempre también con los dos sistemas.
Sin embargo, aunque sobre el papel son lo mismo, a la práctica sí hay diferencias importantes en la experiencia de uso entre ambos. Estas son algunas de las más notables.
Apple Carplay destaca por ofrecer una interfaz más minimalista en lo que muestra, siendo habitualmente más cómoda de usar al volante por mostrar menos iconos innecesarios y menús más ligeros y menos farragosos. Se mantiene así en línea con lo que es propio en la marca. Además ofrece un funcionamiento muy estable, sin algunos de los fallos que ocasionalmente aparecen en Android Auto. A cambio el entorno de Apple suspende en el sistema de notificaciones, mucho más invasivo y molesto al volante, además de ir bastante más atrasado en la incorporación de la IA al asistente.
Android Auto puede alardear de ofrecer la navegación por GPS más intuitiva y cómoda, con un sistema de desplazamiento del mapa más agradable. También gana a Apple por mucho en cuanto a aplicaciones compatibles, aunque es algo que ya es habitual en los ecosistemas Android e iOS. El asistente de voz es mejor aquí gracias al mayor rendimiento del asistente de Google, algo que es especialmente importante al volante, donde la DGT permite exclusivamente la interacción por voz.
Hablemos ahora de la compatibilidad con terceros. Aunque ambos sistemas permiten usar aplicaciones como Spotify, Google Maps o Waze, la realidad es que Android Auto ofrece un catálogo más amplio y flexible de apps compatibles. CarPlay va poco a poco ampliando su soporte, pero sigue siendo más restrictivo, algo habitual en el ecosistema Apple. Esto puede ser clave si usas apps menos comunes para reproducir música, escuchar podcasts o gestionar tareas. En resumen: si valoras la libertad de elección, Android Auto tiene ventaja.
Otro de los aspectos menos comentados pero muy relevantes en el día a día es el impacto en la batería y el rendimiento del móvil. En este sentido, CarPlay suele ser más eficiente, especialmente en modelos recientes de iPhone. Android Auto, por su parte, puede llegar a consumir más recursos, sobre todo si no se actualiza con frecuencia o si el móvil es de gama media. Eso sí, usarlo con cable minimiza mucho estos efectos. Consejo: si vas a hacer trayectos largos, llévate siempre un buen cargador.
¿Y la Inteligencia Artificial? En plena era de la IA, los asistentes de voz son un factor clave. Aquí Google Assistant gana de calle a Siri, tanto por comprensión contextual como por capacidad de respuesta. Google entiende mejor instrucciones complejas del tipo “llévame a la gasolinera más barata abierta ahora”, mientras que Siri sigue siendo más rígida en comandos. Si usas mucho el control por voz al volante, esta diferencia puede ser determinante.
Cuál elegir
Después de haber visto ambos sistemas un poco más en profundidad, llega el momento de hacerse la pregunta en la que todos estamos pensando: ¿cuál es mejor? Desgraciadamente, aquí no hay una respuesta corta y sencilla: ambas herramientas cumplen con su cometido de forma adecuada y, aunque tienen puntos fuertes y débiles, ninguna es objetivamente superior a la otra de forma clara y en un uso general.
Así pues, su uso dependerá de algo mucho más básico y elemental: el móvil que tengas. Si tienes un iPhone, usarás Carplay sí o sí, y lo mismo ocurre con Android Auto y los usuarios de smartphones Android. No es que no queramos mojarnos, ¡es que no puedes elegir!
Además, ninguna de las dos opciones es tan diferente o importante como para que marque el próximo móvil que vayas a comprar: es muy probable que cualquier móvil de los últimos años te funcione perfectamente en cualquier coche de una época parecida o más reciente, y si no siempre tienes la opción de comprar una pantalla con estos sistemas por separado.