Cada vez son más los usuarios que se plantean adquirir una televisión muy grande, de 65 pulgadas o más para su salón. En el mercado es posible encontrar una amplia variedad de modelos, paneles y marcas, de manera que para no equivocarnos con la elección es importante tener en cuenta una serie de factores que vamos a ver continuación.
Cuanto más grande es un televisor, más suele crecer su precio, así como el espacio que necesitarás para poder colocarlo, entre otros factores. Es por ello, que no es una decisión que se deba tomar a la ligera.
Por ello, desde Topes de Gama queremos ayudarte con la compra de tu nuevo televisor de 65 pulgadas. Hoy te vamos a hablar de las principales características que debes tener en cuenta a la hora de adquirir uno, así como otros factores importantes como es el tamaño que tienen estas pantallas y la distancia de visionado que será necesaria para una correcta visualización.
Características principales de un televisor grande
Hay varios detalles o características que debes tener muy en cuenta en el momento de comprar una nueva Smart TV. Si has llegado hasta aquí, el tamaño parece que lo tienes muy claro y quieres un modelo de 65 pulgadas o más, pero hay otros aspectos que tienes que revisar antes de decidirte por un modelo u otro.
Resolución y tasa de refresco
La resolución es uno de los datos más importantes a la hora de comprar una televisión. La verdad es que la mayoría de los modelos del mercado ofrecen 4K que, hoy en día, debería ser la mínima exigible para tu nueva Smart TV. Si te gusta estar más a la última, entonces tendrás que dar el salto a un modelo 8K, aunque su precio todavía es algo elevado.
La tasa de refresco, también llamada frecuencia de refresco, se mide en Hz o Hercios y nos indica el número de veces que una imagen se refresca por segundo en la pantalla de la televisión. Cuanto mayor sea esta, más suaves y mejor enfocadas estarán las imágenes que se mostrarán en pantalla. Para una buena experiencia se recomienda al menos 60 Hz, aunque lo ideal es llegar a unos 120 Hz.
También es interesante que sea compatible con HDR. HDR son las siglas de High Dynamic Range o, lo que es lo mismo, Alto Rango Dinámico. Una tecnología que aceptan muchas de las televisiones con resolución 4K y que, como su propio nombre indica, ayuda a expandir de forma significativa el rango de contraste y color. De esta forma, podrás disfrutar de imágenes mucho más brillantes, con mayor precisión del color y gran calidad de detalle. Lo recomendable es optar por un modelo de televisión que incorpore, como mínimo, HDR10. Si buscas algo más tope de gama, lo ideal será el HDR10+.
Tipo de panel
Ahora viene la pregunta del millón: ¿Qué tipo de televisor comprar, una con pantalla OLED o un modelo con panel LCD? En este aspecto hay opiniones encontradas, y es que, aunque con los paneles OLED se consigue unos negros más puros además de unos ángulos de visión increíbles, la tecnología LCD también tiene grandes ventajas, como por ejemplo un brutal nivel de brillo o que no sufren de problemas de retenciones y píxeles quemados.
Asimismo, nos encontramos con el tema del gaming, otro de los apartados más importantes y que no debes pasar por alto, sobre todo si te encanta este mundo. En relación con esto, surgen los problemas de input lag que, en el caso de las televisiones inteligentes OLED, estos son inferiores que en las de sus rivales.
Esto se traduce a que, si juegas durante una o dos horas, no tendrás ningún problema, pero, si pretendes darle mucha caña a un mismo juego, puedes sufrir más problemas de quemados en tu pantalla. Y olvídate de los sistemas de protección que integran los fabricantes; como dejes el juego demasiadas horas al día, tu televisión se va a llenar de marcas.
Además, tienes que tener en cuenta que las Smart TV OLED se disparan de precio cuando empiezas a buscar modelos con 65 o más pulgadas. Por este motivo, la elección es realmente difícil. Eso sí, para ponerte las cosas fáciles queremos que tengas en cuenta un detalle muy importante: sea cual sea el modelo de televisión inteligente (OLED o LCD), vas a llevarte un modelo con una calidad de imagen de altura, y que no te decepcionará.
Sonido
Aunque es un apartado que no suele revisar mucha gente, es fundamental que el sonido de nuestra televisión esté a la altura para poder disfrutar de una experiencia audiovisual de gran nivel. Se aconseja un mínimo de 20 W de potencia y es recomendable también que equipen algún tipo de tecnología como Dolby Atmos que garantice sonido envolvente. A partir de una gama media, las televisiones de 65 pulgadas o más deberían incluir este tipo de tecnología. Tus oídos lo agradecerán, ya que además de lo visual, lo sonoro también tiene importancia.
Sistema operativo
Es un dato importante de revisar. Cada plataforma proporciona una sencillez de uso y permite acceder a ciertos contenidos o funciones de la mejor manera posible, además de ofrecer la posibilidad de poder instalar ciertas aplicaciones y juegos en nuestra televisión. Android TV es uno de los más deseados por la gran libertad que ofrece a la hora de instalar nuestras apps favoritas.
Sin embargo, también hay que tener en cuenta a Tizen, el sistema operativo de Samsung. Este es otro de los más famosos por ofrecer una experiencia intuitiva y dar acceso a multitud de plataformas. Además, tiene su propio asistente de voz (Bixby).
Incluso, webOS de LG se ha coronado como otro indispensable a la hora de elegir un televisor de 65 pulgadas. Es conocido por ser también fácil de usar y permitirte descargar cualquier tipo de plataforma. En este caso, hay otro asistente de voz propio para que no tengas ni que usar el mando a distancia para cambiar de canal.
Características adicionales
Además de contar con conectividad a Internet, conviene revisar si se trata de un modelo con Bluetooth y qué puertos ofrece para conectar otros dispositivos a la tele. Se recomienda que disponga de varios puertos HDMI, USB, puerto Ethernet, así como entrada y salida de audio.
Aunque se podría considerar como un extra, lo cierto es que cada vez más personas buscan una Smart TV compatible con los principales asistentes de voz como Google y Alexa. No debería ser algo definitorio, pero prácticamente todas las televisiones disponen ya del control por voz. En este sentido te recomendamos indistintamente tanto a Alexa como al Asistente de Google. De esa manera podrás encender, apagar, programar, cambiar de canal o de volumen a tu gusto sin necesidad del mando.
Precio
Por último, el precio es un factor primordial para muchos usuarios. Algo que debes saber es que cuanto mayor sea una Smart TV, más probabilidades habrá de que su precio aumente. Los rangos de precios se mueven en una horquilla que suele oscilar desde los 500 y 600 € hasta los más de 1.000 € o 2.000 € en el caso de las de más de 65 pulgadas y de gama alta.
Cómo calcular la distancia a la televisión
Una vez has elegido el sitio del salón o de la habitación en el que vas a colocar una Smart TV de estas dimensiones, lo siguiente que debes tener en cuenta es la distancia a la que deberías verla en función de su tamaño.
En este caso, los dos factores que debemos tener en cuenta son el tamaño de la pantalla y la resolución que esta ofrece. Quizá te estés preguntando por qué es fundamental la resolución, pero lo cierto es que es uno de los factores determinantes para calcular la distancia ideal a la que deberías ver la televisión.
Cuanto mayor es la resolución, mayor es también el número de píxeles que forman la pantalla. Esto hace que aumente también el nivel de detalle de las imágenes y que puedas colocarte más cerca sin perder nitidez. El siguiente gráfico permite calcular la distancia ideal en función de las pulgadas y la resolución de la Smart TV, pero también es posible usar un poco el sentido común.
Es decir, a mayor resolución, imágenes completamente nítidas a una distancia menor, sin que se lleguen a ver con demasiados píxeles. Esto no significa que tengas que ponerte lo más cerca posible de ella, pero tampoco demasiado lejos para no poder apreciar su gran calidad.
También hay mucha gente que se pregunta cuánto mide una pantalla de 65 pulgadas. Saber esto es importante para determinar si cabe en nuestro mueble o en la habitación donde queremos colocarla. Así que una televisión de este tamaño mide unos 146,05 centímetros de ancho y 81,94 centímetros de alto. Ten en cuenta que el tamaño de la pantalla se mide desde una equina hasta la otra opuesta.
La pantalla real puede variar un poco dependiendo del fabricante y del modelo del televisor. Por ejemplo, si tienes biseles más grandes, la medida puede ser superior a la que hemos dado. Así que fíjate bien si comenta que tiene un diseño ultrafino.