Cómo elegir lavadora secadora: los tips y consejos que nadie te cuenta
Las lavadoras – secadoras son uno de los grandes inventos de este siglo, y no tenemos ni una duda al respecto. Porque te permiten ahorrar una gran cantidad de tiempo y, además, tener tu ropa lista pese a que no haga el mejor clima en el exterior. Si aún no tienes una, sigue leyendo, porque te vamos a enseñar cómo elegir la mejor… ¡Y vas a querer hacerte con una!
¿No sabes si hacerte con una lavadora estándar, o apostar por una lavadora – secadora? Quizá sí que lo tienes claro, pero no sabes en qué debes fijarte a la hora de elegir una lavadora – secadora. Sea como sea, hoy te traemos la guía de compra definitiva. Porque no solo vamos a explicarte qué tipos de lavadoras secadoras hay, sino también en qué debes fijarte para elegir un modelo concreto y, además, las ventajas y desventajas que estos dispositivos traen consigo. Así que sigue leyendo, porque no te vas a querer perder nada.
Tipos de lavadoras secadoras
Si estás pensando comprar una, lo primero que debes saber es que existen dos tipos según su funcionamiento:
- De condensación. Las de condensación secan la ropa calentando el aire mediante resistencias eléctricas, utilizan altas temperaturas y ofrecen un gran rendimiento de secado con programas bastantes cortos. Concretamente, el aire caliente pasa por el tambor donde está la ropa para secarla. Ese aire pasa después por el intercambiador o refrigerador que tiene aire del exterior para que la humedad que ha sido extraída de las prendas se condense y se almacene en un recipiente en forma de agua.
- Por bomba de calor. Las de este tipo son capaces de secar la ropa a menor temperatura, consiguiendo un secado perfecto en todo tipo de tejidos. Básicamente, lo que hacen es aprovechar el aire, una vez que le ha quitado la humedad, y le vuelve a meter al tambor. Es decir, recicla el mismo aire y no tiene que calentarlo desde cero, lo que supone una mayor eficiencia energética. Por lo tanto, el funcionamiento varía considerablemente y deja muy claro que las lavadoras secadoras por bomba de calor son mucho más eficientes, lo que supone un gran ahorro en la factura de la luz y uno mayor respeto con el medio ambiente.
El cuidado de la ropa está garantizado en ambos casos, aunque el uso de temperaturas más bajas hace que el cuidado sea mayor. En cuanto al precio, las de condensación suelen ser algo más baratas que las de bomba de calor, eso sí, según está el precio de la luz esto puede ser un arma de doble filo.
Parámetros a considerar a la hora de elegir
Llegados a este punto, seguro que ya tienes una idea algo más clara de querer comprar una lavadora secadora. En este caso, estos son los aspectos que debes tener en cuenta a la hora de elegir una:
- Modo de funcionamiento. Como hemos indicado anteriormente, tenemos dos opciones: de condensación o por bomba de calor.
- Potencia. No todas las lavadoras funcionan a la misma potencia. En el caso de que busques algo relativamente solvente, que cuenten al menos con 12.000 rpm. Si estás buscando algo más profesional, que llegue hasta las 14.000 será lo conveniente. RPM se refiere a las revoluciones por minuto que es capaz de alcanzar el tambor de la lavadora, para garantizar un lavado de lo más profesional.
- Capacidad. Dependiendo de los que seamos en casa es importante conocer su capacidad de carga. De esta forma, podremos lavar más cantidad de ropa de una sola tacada.
- Motor Inverter. Preferiblemente, optaremos por aquellos modelos de lavadora que equipen un motor Inverter, que no es otra cosa que un motor conectado al tambor en vez del típico de poleas y correas. Sus beneficios son múltiples, pero principalmente, el sonido, que es mucho menor. También dispone de menos piezas y son más fiables.
- Tipo de carga. Aquí tenemos dos opciones, carga frontal o carga superior. Lo cierto es que no resulta sencillo encontrar lavadoras secadoras de carga superior, ya que la gran mayoría son de carga frontal. Además, los modelos con carga superior no nos permiten su instalación bajo la encimera de la cocina.
- Eficiencia energética. Es otro dato importante, más aún si tenemos en cuenta cómo está el precio de la luz en estos momentos.
- Ruido. Si eres de los que te molesta el ruido de la lavadora, el centrifugado o el proceso de secado, revisa bien la cantidad de decibelios de cada modelo.
- Funciones extra. También es interesante comprobar las funciones extra que nos pueden ofrecer algunas lavadoras secadoras, como su conectividad WiFi y el control remoto a través de nuestro teléfono móvil. Eso sí, estas características harán que incremente su precio final.
- Integrable. Es también muy importante saber si queremos un modelo integrable, es decir, que no se vea a simple vista y que parezca un armario más de nuestra cocina. Es algo más estético que otra cosa y también puede suponer un aumento del precio.
Lavadora secadora o solo lavadora: cuál es mejor
Quizás esta sea la gran duda cuando nos planteamos comprar una lavadora secadora, sin embargo, la respuesta puede cambiar en función de cada persona. Por lo tanto, lo mejor es valorar los pros y los contras que nos ofrecen este tipo de aparatos para que podamos decidir cuál es nuestra mejor elección.
Ahora bien, para que tú mismo puedas tomar esta decisión, debes conocer las principales ventajas e inconvenientes de contar con una lavadora secadora:
Ventajas
Este electrodoméstico ofrece numerosas ventajas. Por ejemplo, al combinar dos funciones en un solo aparato, ahorramos espacio en casa, lo que resulta especialmente útil en viviendas pequeñas o sin espacio específico para la lavandería.
Los usuarios de este tipo de lavadoras suelen aprovechar su versatilidad para lavar y secar la ropa en un solo ciclo, evitando así la transferencia de ropa mojada entre la lavadora y secadora, ahorrando tiempo y esfuerzo. Además, muchos modelos cuentan con ciclos automáticos que detectan si la ropa aún está húmeda, permitiendo ajustar el tiempo de secado según sea necesario.
Estos electrodomésticos también tienen un impacto positivo en el consumo de energía, ya que poner en marcha un solo electrodoméstico es más eficiente que dos. Los modelos más recientes han mejorado significativamente su eficacia y eficiencia energética, evitando aumentos en la factura de electricidad durante las épocas más frías.
Otra ventaja a considerar es que la ropa tiende a sufrir menos desgaste, puesto que hay menos manipulación, lo que significa menos encogimiento y enredos con otras prendas. Además, muchos modelos ofrecen programas especiales para adaptar el secado a diferentes tipos de telas.
Inconvenientes
Junto a las ventajas, también hay una serie de contras en las lavadoras – secadoras. La principal es que suelen tener una menor capacidad de carga que si las comprásemos de forma independiente. Es decir, no vas a poder lavar y secar mucha ropa al mismo tiempo. Esto puede ser limitante si vivís muchas personas en casa o necesitas hacer el cambio de armario.
También es evidente que los ciclos de lavado y secado son mucho más largos que si se hicieran por separado. Aunque es una ventaja para ahorrar dinero en la factura de la luz, puede jugar en contra si necesitas que se seque rápido. Y, por si fuera poco, este tipo de electrodoméstico es más complicado de reparar porque hacen dos funciones diferentes. Ya no solo van a ser más costosas, sino que te quedarás sin poder lavar la ropa hasta que se arregle.
Incluso, hay quienes se quejan de que cuando se lavan prendas muy sucias, los olores pueden pegarse entre ellas. Esto suele pasar porque como solo hay un tambor para todo, será más difícil de limpiar en condiciones. Lo mejor es separar la ropa y usar programas adecuados a cada momento.