¿Estás planteándote hacerte con una cámara para tu coche? Se conocen como dashcam, y están muy de moda gracias a su auge en redes sociales. Antes de lanzarte a la aventura de comprar, hoy queremos enseñarte en esta guía de compra todo lo que debes tener en cuenta antes de hacerte con una. Las características, el mantenimiento, si es legal en España… ¡Sigue leyendo, porque te lo vamos a contar todo!
Las dashcam, o cámaras específicamente diseñadas para llevarlas en el coche, son uno de los grandes superventas en estos últimos meses. El objetivo es tanto grabar todo lo que sucede cuando conduces, como poder demostrar tu inocencia en accidentes. E incluso poder tener tu coche controlado cuando está aparcado.
En realidad, cualquier cámara o dispositivo de grabación de vídeo puede ser utilizado como dashcam, pero estas normalmente deben poder funcionar a 12 voltios a corriente continua. Además, lo ideal es que cuenten tanto con grabación continua en bucle y como con grabación automática encima de la información antigua. Muchas tienen otras funcionalidades añadidas, pero esas son las principales de una cámara para coche.
La posibilidad de funcionar a 12 voltios a corriente continua significa que el dispositivo puede estar conectado al sistema eléctrico del coche. Es decir, que no tendrás que hacerte con una batería externa para que esté activa. En cuanto a su funcionalidad «siempre encendida» (‘always on’), esta permite que empiece a grabar cuando el coche arranque. Y, por último, el poder grabar encima de información antigua hace que el conductor no tenga que preocuparse por el espacio del dispositivo. Todo está pensado para que puedas usar la cámara con total facilidad, y sin necesitar un mantenimiento. Si bien es cierto que hay otras que cuentan con una batería externa, estas suelen exigir que las cargues de vez en cuando.
Pero no te preocupes si tienes dudas, porque te vamos a enseñar en qué debes fijarte para elegir una buena dashcam. ¡Sigue leyendo!
Comprar una dashcam para tu coche
Estas cámaras son normalmente muy simples. Una vez instaladas, se conectan directamente al circuito eléctrico del vehículo mediante el mechero del coche. Así, la cámara solo se enciende cuando el coche está en marcha y puede grabar vídeo de forma constante, normalmente a una tarjeta de memoria externa como una SD, microSD, memoria USB o interna. Cuando estos se llenen, la cámara automáticamente sobrescribe los archivos de vídeo más antiguos. Esto permite que una vez instalada en el salpicadero nos olvidemos de ella.
A la hora de seleccionar una cámara para tu coche, puede que sientas que es una tarea abrumadora por la cantidad de opciones que existen en el mercado. Por eso, a continuación, presentamos una serie de consejos para facilitarte su elección
- Calidad de la cámara: mejor calidad de la imagen permite una mejor claridad que puede ser muy útil para capturar detalles después de un accidente. Aunque eso suele implicar un desembolso económico mayor, con lo cual tendrás que ponerlo en una balanza para ver qué te interesa más. Las hay incluso capaces de grabar a 2K, para que te hagas una idea. Y son perfectas cuando lo que necesitas es poder ver una matrícula, por ejemplo.
- Resolución: de forma general, cuántos más píxeles tiene una cámara siempre es mucho mejor. Recomendamos comprar una cámara de salpicadero con al menos 1080p de resolución, para que así puedas verlo todo con claridad.
- Campo de visión: esta característica hace referencia a cómo de grande queremos que sea el área que vamos a capturar en vídeo. Lo ideal es que te permita grabar absolutamente todo lo que haya delante, así como parte de los laterales. Esto lo suele indicar siempre en las descripciones de producto, así que revísalas bien antes de lanzarte a la compra.
- Fotogramas por segundo: generalmente, muchas de las dashcams ofrecen 30 fotogramas por segundo (FPS), que es la opción perfecta para la mayoría de los usuarios. Otras permiten hasta 60 fotogramas por segundo, lo que resulta en una imagen de vídeo mucho más suave.
- Visión nocturna: la visión nocturna puede ser muy útil para algunos conductores, especialmente los que tengan que utilizarlo de noche constantemente.
- Montura: encontrarás dos opciones: adhesivo o ventosa. Al instalar una cámara en tu coche, debes fijarte sí o sí en la forma de tu coche en concreto, porque de esto va a depender que te venga mejor uno u otro. Nosotros te recomendamos apostar por adhesivo, por ser más seguro, pero no te permitirá hacer cambios.
- Conectividad: ¿Bluetooth o Wifi? La única diferencia más destacable es la velocidad de conexión a nuestros dispositivos.
- GPS: así como la conectividad, el GPS añade una funcionalidad extra que permite almacenar información de localización, velocidad y sentido que puede ayudar a resolver una disputa de tráfico.
- Almacenamiento: normalmente, suelen aceptar tarjetas SD. En este sentido, recomendamos una memoria externa microSD de un mínimo de 64 GB.
- Protección de las grabaciones: esto implica que la cámara podrá prevenir sobrescribir encima de otros vídeos. Muchas veces nos damos cuenta de que necesitamos las grabaciones cuando ya es demasiado tarde, y estas ya han sido borradas. Con esta opción, lo que hace la cámara es proteger posibles vídeos de accidentes.
- Pantalla: muchas de estas cámaras pueden conectarse directamente al móvil para manipularlas, pero otras incluyen también una pantalla táctil para gestionar y configurar sus preferencias. Recuerda que, escojas la que escojas, no podrás usarla mientras conduces.
- Grabación en bucle continua: grabar en bucle nos permite almacenar vídeo, aunque no tengamos suficiente espacio en la tarjeta de memoria. ¿Cómo lo hace? Sobrescribiendo las grabaciones antiguas. De nuevo, hemos de tener cuidado con esto por si no queremos perder nada.
¿Son legales las dashcam en España?
En España no hay ninguna norma que prohíba su utilización, mientras no se maneje durante la conducción. Pero hay que tener en cuenta dos puntos: la normativa de la DGT y la Ley de Protección de Datos (LOPD).
Según la DGT, no existe ningún problema por tener una cámara instalada en el salpicadero, siempre y cuando no dificulte la visión y no se maneje mientras estamos conduciendo. La LOPD solo permite grabar y reproducir su contenido para uso privado y no puede compartirse en la red, ya que estaría atentando contra la privacidad de las personas que aparecen en los vídeos. Y su grabación continua supone un uso de videovigilancia, que solo está permitido a las Fuerzas de la Ley, como dice el BOE. Así pues, hay ciertas cosas que debes tener en cuenta:
- No puedes compartir las imágenes que grabes en redes sociales, pese a que veamos muchos vídeos haciéndolo. Es totalmente ilegal, y podrían denunciarte por ello, especialmente si salen otras matrículas.
- La cámara no debe grabar cuando el coche esté parado de forma continuada, puesto que no es legal. Sí que encontrarás algunas que graben al detectar movimiento, y con respecto a esto hay un vacío legal. Te recomendamos que apuestes por estos modelos, ya que te evitarás problemas legales.
- Probablemente, en un juicio no te permitan usar las grabaciones como prueba. Aunque ya ha habido casos en los que sí que se ha permitido, así que esto dependerá un poco de la situación concreta en la que te encuentres.
Teniendo esto claro, sí que puedes tener una cámara en tu coche, pero siendo consciente en todo momento de las limitaciones que esto trae consigo.