El mercado de los tablets parece claro que está destinado, sobre todo, al consumo de contenidos multimedia y un buen ejemplo de esto es el Lenovo Yoga Tab 3 Pro, que incorpora un elemento muy diferencia y que os permitirá llevar con vosotros (siempre) un sistema completo de proyección de películas, series, juegos o lo que sea.
Diseño muy original
Con esta premisa parece claro que Lenovo ha decidido darle un elemento diferenciador a uno de sus tablets Yoga con Android más celebrados y que llega con un diseño muy original, que guarda algunas similitudes con aquel Sony Tablet S que parecía una revista con algunas de sus páginas dobladas detrás del dispositivo.
El Lenovo Yoga Tab 3 Pro es un tablet de grandes dimensiones, con 24cm. de ancho, 18 de alto, 4,6 de grosor y 665 gramos de peso. No es liviana ni ligera por lo que tenerla en las manos puede llegar a cansarnos. Mucha culpa de este hecho lo tienen los detalles con los que está construido ya que, aunque hay algunas partes de plástico, tienen mucha importancia todas aquellas metálicas que hay repartidas por el chasis. De todas formas, mención aparte merece esta zona trasera con acabado en cuero que le da una sensación premium realmente agradable y una base que nos permitirá usar el tablet en cualquier posición.
Todos los controles del tablet están supeditados a esa base que han colocado en el Lenovo Yoga Tab 3 Pro y que lo condiciona todo. Por ejemplo, la zona de volumen que se sitúa en la parte izquierda, o el botón de desbloqueo de la base y el del picoproyector, que es uno de los grandes añadidos con los que cuenta este modelo de tablet con Android.
En la parte trasera existe una tapa que, al retirarla, nos permitirá insertar una tarjeta microSD y hay que decir que este tablet cuenta con certificación IP21, esto es, que será resistente a salpicaduras (no confundir con ningún tipo de protección para sumergirlo en una piscina o algo parecido). En el frontal encontramos la pantalla, los sensores y una barra inferior llena de puntos que esconde cuatro altavoces.
Un hardware muy bien buscado
En este punto los señores de Lenovo no han querido confiar en los tradicionales chips que pueblan el panorama Android y han buscado una solución en Intel. Se trata de un quad-core Atom X5 a 2,2 GHz y una GPU integrada Intel HD Graphics. El conjunto lo cierran 2GB de memoria RAM DDR3 y 16/32 de almacenamiento interno que podremos ampliar vía microSD.
Uno de los puntos en los que despunta este Lenovo Yoga Tab 3 Pro es en la batería ya que viene con una pila considerable, de 10.200 mAh., que nos permitirá tener una autonomía realmente buena que nos dará para aguantar todo un día sin demasiados problemas.
En lo que a conectividad se refiere, el Lenovo Yoga Tab 3 Pro viene con lo habitual en este segmento. Esto es Wifi, Bluetooth, GPS, Glonass y configuraciones con 4G/LTE pero, también como viene siendo costumbre en este segmento, no hay ni rastro del chip NFC y, en este casi, también de la radio FM.
El rendimiento de este Lenovo Yoga Tab 3 Pro nos ha dejado con un sabor de boca agridulce. Por un lado todo lo que tiene que ver con la reproducción multimedia funciona de maravilla, pero cuando nos centramos en navegar por internet o en intentar jugar con algunos de los títulos más exigentes a nivel gráfico se le notan las costuras y ya no va todo tan fluido como podríamos esperar. No es tan top como esperábamos aunque va… bien.
Experiencia prácticamente stock
Aquí el fabricante chino parece que ha aprendido la lección de anteriores dispositivos y ha querido aliviar su capa de personalización hasta convertirla casi en invisible. Y es que este Lenovo Yoga Tab 3 Pro trae un Android 5.1 Lollipop muy stock donde apenas han incluido una serie de añadidos. De todos ellos destaca el servicio en la nube de la marca, el bloc de notas o la preinstalación de la suite ofimática WPS.
Muy buena pantalla
La pantalla de este Lenovo Yoga Tab 3 Pro brilla con luz propia porque los chinos han instalado un panel que solo está reservado a los grandes productos del mercado: 10,1 pulgadas, con tecnología IPS y resolución QHD (2K) de 2.560×1.600 pixels. En general conseguimos resultados realmente buenos, tanto en interpretación de color, como en brillo, como en detalle de las imágenes.
Además, el audio es realmente bueno ya que viene con cuatro altavoces (JBL) con tecnología Dolby Atmos que garantizan un volumen más que adecuado y un grado de detalle realmente asombroso. Es más, tendremos efectos de sonido envolvente que para películas y series es excepcional.
Las cámaras, como ocurre en todos los tablets, están por estar aunque en este caso recibiremos algo más de calidad de lo normal. El sensor principal cuenta con 12,7MP y no hace fotos del todo malas. En los selfies, 5MP y resultados normalitos. Muy alejados del universo smartphone.
Con picoproyector de regalo
Y llegamos al elemento realmente diferenciador de este Lenovo Yoga Tab 3 Pro: su picoproyector integrado para llevar una (especie de) televisión encima para emitir aquello que más nos guste sobre una pantalla o la primera pared lisa y blanca que nos encontremos. Las especificaciones de este proyector es de 50 lúmenes, y capacidad para crear una imagen de hasta 70 pulgadas de tamaño. Además, viene de serie con un programa para ajustar el foco y trae un ajuste muy útil de corrección trapezoidal para ajustar la cuadratura de la imagen aunque la posición del tablet no sea la más correcta.
Opción realmente interesante que, aunque a priori no tiene mucho sentido que esté integrada dentro de un tablet, una vez que la probamos nos damos cuenta de que es un añadido realmente bueno tanto para el ámbito personal (películas, Netflix, Movistar+, HBO, etc.) como para el profesional (presentaciones, etc.).
El precio de este Lenovo Yoga Tab 3 Pro en su lanzamiento es de 522 euros.
