JLB Tour Pro 3: así son los auriculares con pantalla, detector de voz y hasta 32 horas de batería

Los auriculares True Wireless se han convertido en un accesorio imprescindible en el día a día. La competencia es feroz, y cada marca busca ofrecer algo que los haga destacar. Y es que el modelo que analizamos hoy llama la atención por ser de lo más llamativo. Sigue leyendo para conocer más sobre ellos.
La reconocidísima marca JBL no se ha quedado atrás en cuanto a innovaciones y con los JBL Tour Pro 3 ha decidido apostar por una propuesta muy llamativa: unos auriculares con pantalla en la base de carga. Pero, ¿es solo una estrategia de marketing o realmente aportan algo nuevo? Tras probarlos, te contamos nuestra experiencia con ellos y si realmente merecen la pena.
Un diseño llamativo con un extra inesperado
Desde el primer momento en que sacamos los JBL Tour Pro 3 de la caja, queda claro que no estamos ante unos auriculares cualquiera. Su diseño es elegante, con un acabado robusto que da la sensación de estar ante un producto premium. Pero lo más llamativo es la base de carga con una pantalla LED de 1,45 pulgadas, un extra que, al principio, nos generó curiosidad y algo de escepticismo.
La pantalla nos permite controlar la reproducción, ver la batería de los auriculares y hasta configurar algunas funciones sin necesidad de sacar el móvil. No sustituye a la app de JBL, pero para consultas rápidas resulta más útil de lo que esperábamos. El estuche es algo más grande que en otros modelos, pero sigue siendo cómodo de transportar y no resulta excesivamente pesado.
En cuanto a los auriculares en sí, su diseño recuerda a otros modelos de la marca, con un ajuste intraaural y un vástago corto y plano. Son cómodos, se sujetan bien y su ergonomía permite llevarlos puestos durante horas sin molestias. En este aspecto, JBL ha hecho un gran trabajo.
Características: sonido equilibrado y conectividad de primer nivel
El sonido es, sin duda, el aspecto más importante en unos auriculares, y los JBL Tour Pro 3 no decepcionan. Incorporan drivers de 10 mm y compatibilidad con Hi-Res Audio y LDAC, lo que permite una calidad de sonido excepcional, siempre que se use con fuentes de alta resolución. La experiencia auditiva es clara, con bajos potentes, pero equilibrados, medios bien definidos y agudos que no saturan.
La ecualización se puede ajustar desde la aplicación JBL Headphones, que sigue siendo una de las mejores en cuanto a opciones de personalización. Desde aquí, también podemos activar o desactivar el sonido espacial 360º, una función que intenta emular una experiencia envolvente. No es comparable a un sistema de sonido profesional, pero cumple su función.
La cancelación de ruido activa también es destacable. JBL ha mejorado su tecnología Adaptive ANC, lo que permite ajustar la intensidad de la cancelación de ruido según el entorno. En entornos de oficina o transporte público funciona de maravilla, aunque en aviones o lugares con ruidos muy intensos puede quedarse un poco por debajo de opciones como los Sony WF-1000XM5.
En cuanto a conectividad, los auriculares incluyen Bluetooth 5.3 con LE Audio, permitiendo una conexión estable y rápida con varios dispositivos. Además, cuentan con Google Fast Pair y Microsoft Swift Pair, lo que hace que la vinculación con Android y Windows sea casi instantánea. Para usuarios de iPhone, la experiencia es buena, aunque sin la integración total que ofrecen los AirPods.
Además, los JBL Tour Pro 3 incorporan un sistema de detector de voz que reduce automáticamente el volumen de la música cuando detecta que estamos hablando, lo cual resulta muy práctico en situaciones cotidianas como la oficina o el transporte público.
Lo mejor y lo peor de estos auriculares
El sonido es, sin duda, el punto fuerte de los JBL Tour Pro 3. Su calidad es excepcional para su rango de precio, y la posibilidad de personalizar la ecualización permite ajustarlos a distintos gustos. La cancelación de ruido es efectiva, aunque no la mejor del mercado, y el modo ambiente permite mantener conversaciones sin necesidad de quitarnos los auriculares.
El diseño también es un acierto. Son cómodos, ligeros y el estuche, a pesar de su tamaño, resulta práctico. La pantalla en la base de carga, aunque no esencial, nos ha parecido un extra interesante, sobre todo para ver información rápida sin necesidad de usar el móvil.
Sin embargo, hay algunos aspectos mejorables. La pantalla, aunque útil, no es totalmente personalizable y podría ofrecer más funciones. Además, si bien la autonomía es buena, podría haber sido un poco mejor. Ofrecen hasta 8 horas de reproducción con ANC activado y 32 horas con el estuche, lo cual es suficiente para la mayoría, pero hay modelos en el mercado que superan estas cifras.
¿Los recomendamos?
Definitivamente, los JBL Tour Pro 3 son una opción muy recomendable para quienes buscan unos auriculares premium con buena calidad de sonido, cancelación de ruido efectiva y una conectividad a la altura de los mejores. La pantalla en el estuche es un extra curioso que puede ser útil, pero no es un factor determinante para elegirlos.
Si vienes de unos auriculares de gama media o quieres una alternativa a los AirPods Pro o los Sony WF-1000XM5, estos JBL son una opción a considerar. No son perfectos, pero ofrecen una experiencia de audio muy equilibrada con extras que pueden marcar la diferencia para ciertos usuarios.
Si buscas la mejor cancelación de ruido, quizás haya mejores opciones en el mercado. Pero si quieres un sonido excelente con un diseño atractivo y funciones innovadoras, los JBL Tour Pro 3 son una apuesta segura.