He entrenado durante un mes con el reloj más top de Garmin: ¿vale la pena la inversión?
Este cachivache promete ser el reloj definitivo para deportistas y aventureros, combinando un diseño robusto con funciones avanzadas como GPS multideporte, pantalla AMOLED y hasta 29 días de autonomía. Tras un mes de uso intenso, aquí está mi experiencia personal con este potente dispositivo.
Cuando hablamos de relojes deportivos, Garmin es un referente en el sector. En concreto, el Garmin fēnix 8, con su diseño premium y un abanico de características, apunta a ser mucho más que un simple reloj de entrenamiento: es una herramienta para mejorar el rendimiento, gestionar la salud y explorar el mundo. Durante un mes, lo he probado en distintos escenarios, desde entrenamientos en el gimnasio hasta carreras en la montaña, para ver si cumple con todo lo que promete. He aquí mi análisis.
Características que destacan
El fēnix 8 tiene una presencia imponente gracias a su caja de 51 mm. Aunque su tamaño podría parecer excesivo al principio, su diseño ergonómico lo hace sorprendentemente cómodo, incluso para llevarlo todo el día. Los materiales de alta calidad refuerzan la sensación de robustez: está hecho para durar y resistir tanto en un gimnasio como en condiciones extremas en la montaña.
La pantalla AMOLED es, sin duda, uno de los puntos más destacados. Los colores son vivos, los detalles nítidos y, lo mejor de todo, se puede leer perfectamente bajo la luz directa del sol. Es táctil, pero sigue manteniendo los botones físicos característicos de Garmin, lo que resulta práctico en situaciones donde la pantalla táctil no es ideal, como cuando tienes las manos mojadas o estás usando guantes.
En cuanto a rendimiento, el fēnix 8 brilla. Su GPS multibanda es increíblemente preciso. Lo probé en trail running en zonas boscosas y nunca perdió la señal. Los mapas integrados son una joya, especialmente para explorar nuevas rutas; no necesitas depender del móvil para saber dónde estás. Además, el reloj incluye métricas avanzadas para deportes específicos: seguimiento de potencia en ciclismo, análisis de nado en piscina y dinámicas avanzadas de carrera.
La linterna LED integrada es una función que no sabía que necesitaba hasta que la usé. Es perfecta para actividades nocturnas o incluso como luz de emergencia. Por otro lado, el altavoz y el micrófono permiten atender llamadas y usar comandos de voz, algo que fue muy útil en salidas largas donde no quería sacar el móvil.
Más allá del deporte, ofrece un seguimiento exhaustivo de la salud. El monitor de frecuencia cardíaca es preciso y consistente, y las métricas de sueño me sorprendieron por su detalle, ayudándome a mejorar mis rutinas nocturnas. También me gustó mucho la función de Body Battery, que te indica tus niveles de energía y cuándo es un buen momento para entrenar o descansar.
Otro punto a destacar es el seguimiento del estrés. Durante jornadas largas, fue útil para reconocer cuándo era necesario tomar un descanso o realizar ejercicios de respiración guiada, una función que viene integrada.
La duración de la batería es excepcional. En el modo estándar, me duró casi un mes con un uso moderado. Incluso con GPS y actividades frecuentes, no tuve que preocuparme por cargarlo más de una vez cada dos semanas. Es un alivio comparado con otros relojes deportivos que requieren carga cada pocos días.
Lo que más me gustó
Una de las cosas que más me impresionó fue su versatilidad. Es un reloj que literalmente sirve para todo: desde entrenamientos en interiores hasta aventuras al aire libre, pasando por su uso cotidiano como smartwatch. Sentí que siempre tenía la herramienta adecuada en mi muñeca, ya fuera para registrar una carrera, explorar una nueva ruta con mapas detallados o incluso como linterna en un entorno oscuro. Esta capacidad para adaptarse a cualquier situación es difícil de encontrar en otros dispositivos.
Otro aspecto que disfruté muchísimo fue la pantalla AMOLED. Es un cambio significativo respecto a modelos anteriores de Garmin. No solo es estéticamente impresionante, sino que también es muy funcional: los colores vivos y la nitidez facilitan la lectura en cualquier condición. Además, los mapas, métricas y gráficos cobran vida en esta pantalla, haciéndola perfecta para actividades al aire libre o entrenamientos en los que necesitas consultar datos de un vistazo.
La duración de la batería es otra característica sobresaliente. La tranquilidad de saber que puedes usar el reloj durante semanas sin preocuparte por cargarlo es un gran punto a favor. En un mes de uso, solo tuve que cargarlo dos veces, y eso incluyó entrenamientos frecuentes y notificaciones constantes. Para alguien que odia estar siempre pendiente de los cables, esto fue un alivio.
Por último, las métricas avanzadas de salud y rendimiento son extremadamente útiles. Poder analizar datos como el VO2 Max, el estado de recuperación o incluso tu nivel de energía diario gracias a la función Body Battery no solo mejora tus entrenamientos, sino que también te ayuda a tomar decisiones más conscientes sobre tu bienestar.
Lo que menos me gustó
A pesar de sus virtudes, no es perfecto. El tamaño y el peso del reloj pueden ser un problema para algunos usuarios. Aunque yo me acostumbré después de unos días, no es difícil imaginar que personas con muñecas más pequeñas lo encuentren incómodo o demasiado voluminoso, especialmente para usarlo como un reloj de uso diario.
Otro punto a mejorar es el altavoz y el micrófono. Si bien son útiles para contestar llamadas o dar comandos de voz, la calidad de sonido deja algo que desear. En ambientes ruidosos o al aire libre, puede ser difícil escuchar con claridad, lo que limita su utilidad en ciertas situaciones, aunque no podemos olvidar que estamos hablando de un reloj, no de un teléfono.
La interfaz del reloj también puede ser intimidante al principio. Con tantas funciones y menús, lleva un tiempo acostumbrarse a navegar entre ellos de manera eficiente. Aunque esto es un problema menor y común en dispositivos avanzados, puede ser un obstáculo para quienes buscan un reloj más intuitivo.
Por último, el precio es un factor importante. El fēnix 8 no es barato, y aunque considero que ofrece un gran valor por todo lo que incluye, no es un reloj accesible para todos. Esto lo posiciona más como una herramienta para atletas serios o usuarios avanzados que realmente puedan aprovechar todas sus capacidades.
En conclusión
Tras un mes de uso, el Garmin fēnix 8 se ha convertido en mi compañero inseparable. Es más que un reloj deportivo: es una herramienta de alto rendimiento que no solo registra tus entrenamientos, sino que también te ayuda a gestionar tu salud y explorar sin límites. Si buscas un dispositivo robusto, versátil y con características premium, este reloj merece la inversión. Sin embargo, si tu objetivo es algo más básico o accesible, hay opciones más económicas en el mercado que podrían ajustarse mejor a tus necesidades.