Llega verano y todo el mundo con jardín o patio se lanza a comprar una piscina desmontable. Pero ¿merecen la pena? ¿Son una buena compra? Hoy te lo contamos todo.
Las piscinas portátiles han cambiado por completo el verano de muchas personas que, pese a tener una zona exterior en su casa, no tenían piscina de obra. Porque les permite tener una piscina sin instalación, con un coste muy inferior y fácil de mantener.
Pero no es oro todo lo que reluce. Tras un análisis exhaustivo de cientos de reseñas de piscinas portátiles, así como de experiencias reales tanto en redes sociales como en foros especializados, hoy te contamos si realmente merece la pena comprar una piscina desmontable.
¿Merece la pena una piscina portátil?
Para ver si realmente merece la pena comprar una piscina de este estilo, vamos a analizar sus ventajas y sus desventajas. Pero hay un factor subjetivo que siempre has de considerar, y es si realmente tú, como usuario, necesitas una piscina y no te puedes permitir una de obra. Porque en ese caso es cierto que hay pocas alternativas a este tipo de piscinas. Pero, al menos, la comprarás sabiendo tanto sus puntos fuertes como sus puntos débiles, haciendo así que tu elección sea más certera.
Desventajas
Comencemos con todos esos matices que has de conocer antes de comprar una piscina portátil.
- Menor durabilidad
Pese a que los fabricantes nos hablen de una buena durabilidad en sus especificaciones oficiales, estas piscinas están hechas de lona PVC, vinilo, poliéster o estructuras de acero galvanizado. Sí, son materiales resistentes, pero no soportan igual de bien el paso del tiempo y se desgastan antes que las piscinas de obra, tal y como nos señalan en la web Piscinas.com.
Desde BricoDepot nos explican que la durabilidad de estas piscinas es de entre 3 y 10 años, frente a la vida útil de una piscina de obra, que puede ser indefinida con un buen mantenimiento.
A esto hay que añadirle que está expuesta al clima y que no son tan resistentes como el hormigón. El sol o el viento pueden acabar por dañar la estructura.
- Inestabilidad
Al tener una base que se apoya de forma directa sobre el suelo y una estructura metalizada que sustenta las paredes, es menos estable que una piscina de obra. De nuevo, esto tiene que ver con los materiales con los que está fabricada. Además, si no se instalan correctamente, pueden ser inseguras. Se recomienda seguir siempre los manuales de usuarios y las instrucciones del fabricante.
- Estética y diseño
Al ser más económicas, nos encontramos ante diseños ya establecidos y que no se pueden personalizar. No puedes seleccionar justo el tamaño que desees, sino que debes ajustarte a unas medidas concretas de los fabricantes. Aunque es cierto que hay bastante versatilidad, puede suponer un problema en algunos casos.
- Profundidad y tamaño
Generalmente, son menos profundas que las piscinas de obra. Para aquellos que busquen una piscina para 2 – 6 personas esto no supondrá un problema, pero cuando se quiere usar con grupos grandes de personas sí que lo es.
- Posibles filtraciones
En caso de no realizar una instalación bien hecha, o en caso de que la piscina se dañe debido al uso, se puede causar una filtración. Esto no solo daña la piscina en sí, sino también el jardín o el patio en el que esté instalado: los muebles, las plantas… Y puede provocar una pequeña inundación.
Para prevenir filtraciones, lo que recomiendan todos los vendedores es tener especial cuidado con el terreno sobre el que se monta. Y, además, ser consciente de que se deben llevar revisiones continuas del estado de la piscina.
Ventajas
Por supuesto, también hay algunos puntos fuertes que juegan a su favor.
- Facilidad de instalación
No requiere una instalación profesional, algo que desde la web de Housfy.com nos señalan como su gran ventaja. Porque abarata los costes y hace que tú puedas decidir cuándo montarla, sin depender de personas externas.
Es cierto que, dependiendo del tamaño, necesitarás montarla entre varias personas. Pero lo habitual es que con una sea suficiente, y que esté listo en más o menos 30 – 45 minutos.
- Presupuesto
Son piscinas mucho más baratas que las de obra. En Amazon se pueden encontrar por menos de 100 €, dependiendo tanto del tamaño como de la capacidad que necesites. Las piscinas de obra son infinitamente más costosas; requieren tener el terreno, prepararlo, contratar personal cualificado… Y, además, como veremos más adelante, su mantenimiento es mucho más costoso.
- Te permite ahorrar espacio al desmontarla
Podrás decidir cuándo tenerla montada o desmontada, permitiéndote así aprovechar al máximo tu jardín o terraza en invierno. Es un plus que las piscinas de obra no tienen, pese a que existan cubiertas duras que te permitan aprovechar la parte superior. Estas requieren de obra, y son mucho más costosas.
Con una piscina portátil, podrás plegarla y guardarla cómodamente en el trastero o en un cuartillo, casi olvidándote así de que la tenías. De esta forma, podrás aprovechar el jardín para poner una barbacoa en invierno o una zona de juegos. Y, al verano siguiente, será tan sencillo como volver a montarla.
- El mantenimiento es más sencillo
Si la piscina es de menos de 2.000 litros, ni siquiera necesitarás depuradora o bomba de filtro. Si tiene más capacidad sí que lo necesitarás, pero el mantenimiento continúa siendo mucho más rápido, económico y fácil. Bastará, como explican muchos fabricantes como Bestway, con controlar el Ph del agua y mantener el nivel del cloro. Las depuradoras no tiene un coste elevado, y son fáciles de controlar incluso a nivel usuario.
Es cierto que tendrás que llenar la piscina una vez al año y, dependiendo del precio del agua, podría ser costoso. No obstante, es algo que también hacen muchas personas con las piscinas de obra.
- Es más fácil de arreglar o reponer
Cuando una piscina de obra tiene una filtración, o se deteriora de algún modo, el coste de arreglarlo es muy elevado. En el caso de una piscina portátil, se puede solucionar con un parche o, en el peor de los casos, se puede adquirir otro modelo. Y el precio jamás será el mismo.
Conclusiones
| PROS | CONTRAS |
|---|---|
| Más baratas | Más propensas a sufrir desgarros y pinchazos |
| Un mantenimiento más sencillo | Son menos profundas y más pequeñas por regla general |
| Puedes desmontarla y ahorrar espacio en invierno | Son más inestables |
| Más fácil de arreglar | Pueden sufrir filtraciones |
| No requiere obra para su instalación | Son menos estéticas |
Tras sopesar los pros y los contras de las piscinas portátiles, podemos llegar a la conclusión de que merecen la pena si no puedes construir una piscina de obra. Es cierto que son menos estables, que suelen ser más pequeñas y que pueden sufrir percances de forma más sencilla; pero también lo es que son más fáciles de reponer, de arreglar, de mantener y, en general, más baratas. Aunque la decisión final siempre depende de tus necesidades como usuario.
