¿La razón del retraso de Android Wear 2.0? Un fallo encontrado por Google
Ayer mismo os indicamos en Topes de Gama que la actualización al sistema operativo Android Wear 2.0 había comenzado, aunque de forma muy limitada. Pues bien, se ha conocido la razón por la que ha ocurrido esto y, lo cierto, es que tiene sentido que desde Google se decidieran por ser precavidos antes de iniciar el despliegue global.
El caso es que, por ahora, tres son los modelos que han comenzado a recibir la actualización a Android Wear 2.0 (a los que se le ha sumado en el día de hoy el Polar M600, que se ha indicado que su correspondiente firmware ha sido liberado). Y, esto, no encaja con un lista de relojes inteligentes compatibles mucho más amplia a la hora de recibir el nuevo trabajo de Google que, recordemos, se esperaba que fuera una realidad su despliegue en el mes de febrero -a mediados concretamente-.
El caso, es que se ha conocido que la razón por la que se ha producido el retraso antes mencionado es un fallo que en las pruebas finales de estabilidad y compatibilidad localizado por parte de Google -y que ponía en riesgo la fiabilidad del uso del software en determinadas condiciones-. Y, por lo tanto, hasta que no se ha solucionado este de forma general, y han podido aplicar los fabricantes la solución en cada caso particular no se ha procedido al envío de la actualización Android Wear 2.0. Así pues, estamos ante un proceso que se realizará en forma de goteo y no global.
Fecha tope para que todos tengan Android Wear 2.0
Pues la idea de Google e que todos los modelos compatibles con la nueva versión de su sistema operativo para relojes inteligentes tengan la actualización como mucho el 4 de abril, por lo que si tu modelo es uno de los que sí podrá utilizar el desarrollo, no se tendrá que esperar mucho para disfrutar de sus virtudes (entre las que se encuentran un funcionamiento más independiente o el uso de widgets en pantalla, por poner un ejemplo). Veremos si esto se consigue, pero ya decimos que la idea es esa.
El caso es que la razón es totalmente lógica, ya que siempre es mejor estar seguro que no se pone a disposición de los usuarios algo que tenga un fallo que les haga no tener una experiencia de uso adecuada (y que cuando ocurra se convierta en un quebradero de cabeza, además). Sea como fuere, no queda mucho para que tu smartwatch, si es compatible, tenga Android Wear 2.0 y todo lo bueno que eso significa.