Precisamente anoche conocíamos que Apple había decidido plegarse a la realidad y reconocer la ralentización deliberada de sus iPhone, ofreciendo un reemplazo de la batería por 29 dólares. Pues bien, junto con esta medida, Apple ha anunciado también las consecuencias que ha tenido para los usuarios la ralentización del iPhone en el rendimiento del día a día.
Ya la pasada semana se confirmaba un aspecto que se había venido sospechando desde hace algunos meses, que la ralentización deliberada del iPhone por parte de Apple en en los modelos más antiguos era real, y que en consecuencia los usuarios estaban disfrutando de móviles más lentos de lo habitual.
Así afecta la ralentización del iPhone al día a día
Pues bien, Apple se ha apresurado a reconocer el problema cuando ya no había más margen de maniobra, y cuando todas las pruebas posibles han demostrado que desde la actualización de iOS 10.2.1 sus móviles han estado funcionando a un rendimiento inferior, como consecuencia de una ralentización deliberada.
Pues bien, junto con el anuncio del reemplazo de las viejas baterías con descuento, los de Cupertino han hecho público un documento donde describen los síntomas de un iPhone que se ha ralentizado de forma deliberada por la compañía, y como pueden afectar al día a día:
- Tiempos de ejecución de apps más largos
- Menor framerate cuando hacemos scrolling en la pantalla
- Menor brillo de pantalla
- Menor volumen del altavoz, hasta 3dB menos
- El flash de la cámara de fotos puede desactivarse y se muestra así en la interfaz de esta
- Las apps que se actualizan en segundo plano pueden necesitar un mayor tiempo de recarga
Apple también ha descrito los aspectos del iPhone que no se deberían ver afectados por esta ralentización deliberada de sus móviles:
- La calidad de las llamadas y rendimiento de los datos
- La calidad de las fotos y vídeos grabados
- El rendimiento del GPS
- La precisión de la ubicación
- Funcionamiento de sensores como giroscopio, acelerómetro y barómetro
- Funcionamiento de Apple Pay
Evidentemente ahora son muchos los usuarios de los terminales los que están identificando estos síntomas con la ralentización del iPhone deliberada llevada a cabo por Apple para a priori alargar la vida de la batería del móvil, y por tanto del terminal. Unas explicaciones que no han convencido a nadie y que han sonado más a obsolescencia programada que a otra cosa.