Anoche Microsoft presentó su nueva consola, Xbox One X, una nueva generación que pilla a muchos con el paso cambiado y con una consola como Xbox One que no llegan disfrutan ni cuatro años. Entre las bondades de la nueva consola están su gran potencia y la resolución nativa 4K o HDR. Pero algunos echamos en falta una característica cada vez más presente en el mundo del videojuego.
Como os contábamos, anoche Microsoft presentaba la consola más potente de la historia, un nuevo dispositivo de entretenimiento que promete ser el más espectacular gráficamente que haya existido nunca, y que ofrecerá una experiencia 4K casi perfecta ¿pero es todo lo que esperábamos de ella?
La asignatura pendiente de Xbox One X ¿o una estrategia intencionada de Microsoft?
A algunos les ha llamado la atención que en un E3 como el que estamos viviendo, con gran protagonismo de la realidad virtual, a Microsoft se le haya pasado que la nueva y potente consola Xbox One X no ofrezca ninguna solución de este tipo. Y más cuando su competencia ya apuesta por Playstation VR. Esto no quiere decir para nada que la nueva Xbox no sea una gran consola, pero es cuando menos curioso que los de Redmond hayan pasado por alto este detalle importante.
Ahora bien, nos negamos a pensar que Microsoft no haya pensado en este tipo de tecnología para su nueva consola, pero sí que nos inclinamos más en pensar que precisamente se estén guardando un as en la manga de cara a finales de año, momento en el que llegarán al mercado las nuevas HoloLens, el gran dispositivo de realidad aumentada de Microsoft. Nos extraña mucho que Microsoft no haya presentado nada relacionado con la realidad virtual a la vez que su nueva consola, porque muchos esperaban que parte de ese gran potencia de 6 teraflops se utilizara para la realidad virtual, pero de momento tocará esperar.
No nos extrañaría nada que Microsoft se saltara la realidad virtual como la entendemos e integrara a medio plazo la tecnología de HoloLens con esta nueva consola, sería una forma de diferenciarse de la competencia, con un sistema menos invasivo para jugar y que puede complementar e integrarse de una forma más natural en el desarrollo de un juego. Si sumamos el coste de las Hololens y una Xbox One X nos iriamos fácilmente a los mil euros, pero si la experiencia es buena, seguro que muchos apostarían por ella. Habrá que esperar a ver por dónde tira Microsoft, pero os preguntamos directamente, teniendo en cuenta las grandes cualidades de Xbox One X ¿echáis en falta la realidad virtual en ella?.