Es evidente que la siguiente revolución tecnológica que vamos a vivir es la de las impresoras 3D. No solo por su llegada a las tiendas sino, sobre todo, por su popularización. Y es que si en los años 70 del siglo pasado parecía imposible que en todas las casas terminara por aparecer un ordenador, con estos nuevos ingenios va a ocurrir exactamente lo mismo. ¿O acaso no creéis que todos tendremos uno de estos aparatos en la próxima década?
Así que en estos tiempos en los que empiezan a llegar modelos realmente competitivos en precio a las tiendas (mira, aquí tienes impresoras 3D baratas), es importante saber exactamente cuánto nos costarán los recambios de materiales necesarios para imprimir en 3D en nuestra casa. Además, nos encontramos en un momento en el que todos necesitaremos consejos para novatos en el manejo de una impresora 3D por lo que todas las aportaciones que nos hagan los que saben son bienvenidas.
Los filamentos de impresión
Aunque la lista de materiales con los que se puede imprimir en 3D es casi infinita, los más populares son los termoplásticos y aunque os hemos recopilado una breve lista de los más interesantes, debéis saber que cada día surgen nuevas variantes que ofrecen características distintas. Por supuesto, también disponéis de grafeno, resina, acero, cerámica, aluminio, titanio, oro, cobalto, madera, cera, arena, cristal, chocolate, etc., pero eso ya mejor los utilizamos cuando nuestra maestría en este terreno esté más que demostrada.
ABS: el acrilonitrilo butadieno estireno es de los filamentos termoplásticos más usados. No es biodegradable pero sí duro y rígido, con resistencia química y a la abrasión aunque lo pasa muy mal cuando lo exponemos a rayos UV. Soluble en acetona, requiere de una temperatura de cabezal de unos 240ºC y de bandeja de 110. Como curiosidad, debéis saber que las piezas de LEGO están hechas con ABS. Un recambio de este tipo de filamento viene a costar entre 15 y 30 euros.
HIPS: se trata de poliestireno de alto impacto y es parecido al anterior, el ABS. Cuenta con los mismos perfiles de temperatura y suele utilizarse (junto con con el ABS) para hacer piezas con espacios huecos. El precio de un recambio de este tipo cuesta entre 23 y 37 euros.
PLA: este tipo de material es uno de los más utilizados en la impresión 3D. Es biodegradable y al obtenerse del almidón de maíz suele utilizarse para fabricar recipientes de comida. No ofrece una textura muy suave pero sí más brillante que el ABS (por ejemplo) y necesita de una temperatura para su impresión de 210ºC y la bandeja a unos 60. Decir que suelen venderse varios tipos de PLA: básico, premium y especial. El más económico nos saldrá por unos 19,90 euros.
PET: se trata de tereftalato de polietileno y se utiliza mucho para hacer botellas y otros envases. Tiene la virtud de que es capaz de cristalizarse por lo que nos permite fabricar piezas transparentes que son fuertes y resistentes a los golpes. Se utiliza a las mismas temperaturas que el PLA y un recambio puede llegar a costarnos unos 34 euros.
Laywoo-d3: material que se imprime a las mismas temperaturas que el PLA pero que dependiendo de que aumentemos o disminuyamos unos grados, conseguimos tonos de color diferentes. Al concluir la impresión y enfriarse adquiere una textura como de madera. Puede costarnos un recambio de 250 gramos apenas 4 euros.
Nylon: uno de los materiales más complicados para utilizarse en impresión 3D ya que apenas cuenta con la capacidad de adherirse a la bandeja de la impresora, por lo que causa muchos fallos. Eso sí, si lográis trabajar con él correctamente, obtendréis resultados de una resistencia casi sin comparación. Un recambio pequeño os puede salir por unos 4 euros.