La memoria RAM es uno de los componentes esenciales en los ordenadores, ya sean de sobremesa o portátiles. Por lo tanto, tener siempre la cantidad y tipo adecuado instalado en el equipo es esencial para conseguir una buena experiencia de uso combinada con el procesador y la placa base que se tiene. Indicamos cómo detectar cuándo es el momento de realizar los mencionados cambios.
En la actualidad los ordenadores se compran con una cantidad de RAM que generalmente es solvente. Pero con el paso del tiempo, los requisitos que existen para ejecutar el software -sistema operativo incluido-, hacen que de forma casi irremediable sea necesario acometer una mejora de este componente. Está, generalmente, tiene que ver con el aumento de la cantidad disponible en el sistema ya que un aumento de la velocidad de trabajo no siempre es posible debido a la compatibilidad que ofrece la placa base.
Detalles que indican que hay que mejorar la RAM
Uno de los síntomas más claros que existen es una manifiesta ralentización del funcionamiento del ordenador. Esto puede deberse a varias razones, como por ejemplo el aumento de las aplicaciones que se utilizan de forma residente en segundo plano (antivirus o herramientas de sistema son claros ejemplos de lo que decimos). Si los procesos tardan más en realizarse que el principio, es una buena idea proceder a un aumento de la RAM para volver a disponer espacio de sobra para que todo funcione como es habitual.
Si al ejecutar software compatible, ya que se cumplen con los requisitos mínimos, pero el funcionamiento de este es claramente errático es una buena idea aumentar la cantidad de RAM que se tiene en el ordenador. Esto que indicamos suele debido a que, por ejemplo, si un juego necesita 4 GB y es justo la cantidad que se dispone es muy posible que aplicaciones en segundo plano limiten los recursos reduciendo la cantidad disponible. Esto se traduce en que es posible ejecutar el desarrollo, pero su funcionamiento es malo. Por lo tanto, una mejora de la memoria de la que hablamos es una buena solución.
Otros elementos que muestran claramente que es necesario cambiar la cantidad de RAM son el uso de desarrollos que demandan más de las que tienes, un ejemplo son aplicaciones de ofimática o el propio sistema operativo. Y, también, exprimir al máximo los navegadores de Internet (que son unos grandes consumidores de RAM debido a la ejecución de muchas pestañas al mismo tiempo porque cada vez son más numerosos las herramientas online que se usan). Google Chrome es la muestra más evidente de lo que decimos.
Para finalizar, no es mala idea que reinicies el ordenador y cuando este arranque de forma completa, pulsa la combinación de teclas Ctrl+Alt+Supr. Esto abre el Administrador de Tareas. Selecciona ahora Mostrar más detalles de la zona inferior de la ventana flotante y revisa la columna denominada Memoria. Si el porcentaje de uso en ese momento supera el 60%, es un buen momento para aumentar la cantidad de RAM que tienes en el ordenador, ya que claramente necesitan más de la que tienes instalada -y, por ello, no se consigue la mejor experiencia de uso posible-.
Que se debe tener en cuenta al ampliar la RAM del ordenador
Lo primero y más importante debes conocer si en la placa base se tiene espacio libre para instalar nuevos módulos de RAM, que siempre debe ser de buena calidad -como por ejemplo los que ofrece Crucial– para no tener problemas de estabilidad. Si esto es así (para comprobarlo tienes que abrir el ordenador de sobremesa o la tapa correspondiente en el portátil), debes conocer la velocidad de la RAM que tienes instalada para dar añadir nueva memoria que utiliza la misma y así estar seguro de que no existirán problemas de funcionamiento. Para ayudarte evitar este tipo de problema, Crucial.es dispone de una herramienta gratuita con el que puedes encontrar una actualización de memoria RAM que sea 100% compatible con su sistema.
Por cierto, también es más que recomendable que la cantidad de RAM que se añade duplique la que tienes. Así, por ejemplo, si se tiene 4 GB en un módulo, lo ideal es dar uso a un de idéntica capacidad para asegurar que no existirán fallos de funcionamiento (siguiendo con el caso que hemos indicado, se debe utilizar un elemento adicional de cuatro gigas).