No ha hecho falta que hayan aparecido noticias sobre los planes de Amazon de llevarnos las compras a casa gracias a drones repartidores, ni que los países de medio mundo se estén armando con modelos armados hasta los dientes: el fenómeno dron está invadiendo tiendas y son millones los usuarios que buscan disfrutar de ellos para las tareas más dispares.
Y una señal de ese interés general por los drones lo marcan claramente los datos de ventas que espera la industria. Un segmento de la tecnología que viene creciendo en los últimos años con números de dos cifras y que no parece tener, de momento, ningún límite en el horizonte.
2016, el que más creció
Este estudio desarrollado por la consultora Garnet divide las ventas en dos grandes grupos: las de aquellos drones que se van a utilizar para cuestiones puramente recreativas y los que de verdad tienen algún tipo de cometido profesional. En este punto hay que detallar varios datos interesantes: por un lado que la mayor parte de las ventas se concentran en la compra de modelos para uso privado mientras que los grandes ingresos recaen en la parte comercial.
Estos últimos solo son un pequeño porcentaje de los vendidos en 2016, que ascienden a 110.000 unidades, por los más de 2.041.000 que adquirieron los aficionados a volar estos aparatos. En total, el mercado creció respecto de 2015 un 60,3 por ciento en uno de los años más importantes y que raramente volverá a vivir un pico tan exagerado.
2017, sigue el crecimiento
En ese informe de la consultora Gatner se atreven a mirar más allá y especulan sobre cómo cerrará el año 2017 el mercado de los drones. Y aunque el porcentaje de crecimiento se mantiene en dos cifras, está algo lejos de lo que ocurrió en el pasado 2016.
Según esta empresa, en 2017 se espera que las ventas crezcan un 39 por ciento respecto de 2016 cuando se vendieron un total de 2.152.000 drones. Para el presente ejercicio esa cifra alcanzará los 2.991.000, por lo que se quedan muy cerca de los 3 millones en un periodo de apenas 12 meses.
Si desglosamos esas cifras, los drones destinados al uso privado alcanzarán los más de 2.810.000 unidades mientras que los comprados para fines profesionales llegarán hasta los 174.000. Curiosamente, si miramos el valor que suponen unos y otros, no hay color en favor de los modelos que se usan para cuestiones comerciales y que son muchísimo más caros que los que podemos adquirir en una tienda.
Apuntad: 2.362 millones de dólares en el caso de los drones que compran los usuarios para un uso privado y 3.687 para los profesionales. En total estamos hablando de un mercado que en 2017 llegará a facturar algo más de 6.000 millones de dólares. Algo muy serio y que es la explicación a la proliferación en los últimos tiempos de nuevos modelos de empresas tan asentadas como GoPro y su Karma.