Las energías renovables lamentablemente son un tema tabú en nuestro país, precisamente donde más posibilidades tienen estas, y donde más difícil es auto suministrarse con energías limpias. No como en otros países donde la competencia en este sector ha llevado a IKEA a competir con Tesla con su nueva batería eléctrica.
IKEA cada vez muestra más su lado conectado con productos como las luces inalámbricas, que permiten ser manejadas de forma remota por los usuarios, incluso desde el móvil. Ahora la nueva batería de IKEA ofrecerá una interesante alternativa a aquellos que pueden suministrarse de sus propios paneles solares.
La batería doméstica de Tesla ya tiene competidor, IKEA
Para que os hagáis una idea, la batería presentada por Tesla hace un tiempo permite acumular en casa la energía que generan los paneles solares que la firma de Elon Musk fabrica, y que se adaptan perfectamente al tejado. Pues bien, IKEA ahora hace lo propio para complementar a las celdas solares que también distribuye en algunos países, con su propia batería doméstica, capaz de darnos energía durante varios días con la energía acumulada. IKEA no sólo competirá con Tesla en la tecnología, sino que además mejorará el precio de la de estos últimos, que por otro lado es el sello de los nórdicos.
Según la propia IKEA, dependiendo del lugar donde se instale esta batería, tendrá un coste a partir de las 3000 libras, lo que es un precio bastante inferior a las 5000 libras que cuesta el Powerwall de Tesla. De esta forma IKEA entra de lleno en este mercado emergente, el de las energías limpias y renovables, que por los movimientos de estos gigantes se dirige a un auto abastecimiento energético sin necesidad de terceros, pudiendo acumular la energía generada en estas baterías. Las baterías, que precisamente IKEA ha anunciado en Inglaterra e Irlanda, ofrecen un ahorro al año de alrededor de 560 libras en el consumo, y según la firma, para amortizar la inversión en estas baterías serán necesarios unos 12 años, algo excesivos desde nuestro punto de vista.
Una vez más el principal problema con el que se encontrarán IKEA y Tesla con estas baterías será la dificultad para poder distribuirlas en algunos países. Más que nada por la estricta normativa, y la presión de las eléctricas para que este tipo de auto abastecimiento no sea posible. Estas trabas y la instalación en edificios de muchas viviendas son los principales factores en contra de una tecnología que nos quitaría a muchos de problemas energéticos y el sistemático abuso en las tarifas.