Esta tecnología mejorará las gafas de realidad virtual actuales
Aunque poco a poco las gafas de realidad virtual están mejorando su diseño para ser más ligeras y menos molestias, siguen siendo unos dispositivos bastante pesados. Aunque con la nueva tecnología de metalentes, parece que la próxima generación de gafas VR y de realidad aumentada serán mucho más livianas. ¡Veamos cómo lo van a conseguir!
A día de hoy las gafas de realidad virtual utilizan diferentes lentes superpuestas para poder proyectar imágenes. El problema es que necesitan enfocar todo el espectro visible y la luz blanca y las diferentes propiedades de cada longitud de onda de luz hacen que la única forma de solucionarlo sea utilizando varias capas de lentes. Hasta ahora.
Las metalentes harán que las gafas de realidad virtual sean más cómodas
Por ejemplo las longitudes de onda azules son más lentas para atravesar el cristal que las longitudes de ondas roja por lo que no llegarían al ojo de forma simultánea creando una aberración cromática. La única solución pasaba por utilizar múltiples lentes de diferentes grosores,materiales y curvatura para que ofrezcan un rendimiento óptico idóneo. Pero gracias a la nueva tecnología que se está desarrollando la próxima generación de gafas de realidad virtual y realidad aumentada serán bastante más cómodas de utilizar.
El secreto de estas nuevas metalentes radica en un sistema de nanoestructuras creado por investigadores de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas John A. Paulson de Harvard quienes pueden haber encontrado una solución: su sistema de nanoestructuras enfoca mejor impidiendo la aberración cromática. Ojo, que esta tecnología no es nueva pero ha sido la primera vez que consiguen mostrar todo el rango de luz visible de forma correcta.
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Según estos investigadores, «las metalentes son mucho más delgadas, fáciles de fabricar y rentables», lo que permitiría reducir el peso de las gafas de realidad virtual actuales sin encarecer su precio.
La clave radica en el tratamiento a la superficie. Para ello utilizan unas matrices de dióxido de titanio que se encargan de enfocar las longitudes de onda de luz ajustando el tamaño de cada una de las matrices para controlar el índice de refracción y retrasando la luz que pasa a través de ellas.
Con este sistema han conseguido reducir de forma notable el grosor y la complejidad del diseño de las lentes acromáticas utilizadas actualmente a la hora de fabricar gafas de realidad virtual y realidad aumentada.
Decir que esta tecnología aún no se ha acabado de pulir, actualmente el equipo de investigadores de Harvard están trabajando para conseguir coincidir las longitues de onda que el ojo humano puede ver aumentando el tamaño de las matrices. Pero el hecho de que esta prestigiosa universidad ya haya licenciado el proyecto para una startup de la que no se ha dicho el nombre, con la intención de lanzar una versión comercial de sus metalentes es una excelente noticia para el sector.