Seguro que os ha ocurrido muchas veces que tenéis un archivo en un ordenador y queréis tenerlo rápidamente en otro para imprimirlo, o llevarlo hasta un móvil y un tablet para leerlo mientras vais sentados en el autobús: mandarnos un correo electrónico a nosotros mismos, recurrir a un servicio de envío de archivos o coger un pendrive USB son las soluciones más recurrentes pero, ¿de verdad no existe una solución más rápida y menos engorrosa?
iCloud es el servicio en la nube de Apple y la verdad es que en los últimos años ha dado un verdadero salto de calidad en lo que a facilidad para compartir archivos se refiere. Además, por el hecho de tener una ID para la iTunes o la App Store nos corresponden 5GB gratis, lo que no es mucho pero sí suficiente si solo lo usamos para llevar y traer archivos de uso temporal.
Empecemos por el principio: configuración
Como sabéis, las herramientas de iCloud nos permiten acceder al sistema tanto desde Mac como desde Windows aunque si bien es cierto que el OS de los de Cupertino lo tiene mejor optimizado e incorporado al sistema. El caso es que si queremos compartir los trabajos que vamos realizando, lo primero es activar la opción de guardar en la nube nuestros archivos. Para ello vamos hasta el panel de control de MacOS (o el de iCloud en Windows) y seleccionamos iCloud Drive.
Una vez allí tendremos que seleccionar los servicios que queremos sincronizar siempre que hagamos un cambio. iCloud Drive funciona como una unidad física dentro del ordenador a la que podremos acceder para organizar por carpetas todo el contenido que queramos. Seleccionamos la opción marcada con el cuadro rojo justo aquí debajo.
Una vez dentro de iCloud Drive tenemos que marcar qué queremos sincronizar. En este caso nos da la posibilidad de sincronizar las carpetas del escritorio o los documentos de las distintas aplicaciones ofimáticas de Apple (Pages, Numbers, etc.). La opción de ese escritorio remoto es especialmente importante porque todo lo que dejemos en él se sincronizará con todos los demás ordenadores que tengamos funcionando con nuestra ID. De esta manera, con arrastrar un archivo de sonido, vídeo, texto, etc., se sincronizará automáticamente en todos los sitios. Incluyendo los dispositivos móviles Apple que tengáis en casa.
Esperad a que se sincronice
Estas carpetas que podemos crear en iCloud Drive serán nuestro disco duro en la nube. Tiene la ventaja de que podremos copiar, pegar o mover lo que queramos y organizarlo de la manera que más nos guste, como si fuera una memoria USB aunque, eso sí, necesita de un tiempo de sincronización.
De esta manera, si os tenéis que marchar corriendo del trabajo y seguir en casa con un documento que habéis subido a iCloud Drive, o esperáis a que se cargue, o dejáis el ordenador encendido y trabajando. De esta manera, en lo que llegáis a casa podréis retomar la tarea donde la dejasteis. Eso sin contar que, lo mismo de camino, ya lo podéis leer en vuestro iPhone o iPad.