¿Estás buscando un frigorífico, y quieres optar sí o sí por un modelo de bajo consumo? En ese caso, esta guía de compra es todo lo que necesitas: te vamos a enseñar cómo elegir el modelo perfecto, qué es eso de la eficiencia energética y qué debes tener en cuenta a la hora de leer la etiqueta del producto. Sigue leyendo, porque así va a ser mucho más fácil.
Los frigoríficos son totalmente indispensables en nuestro día a día, puesto que son los electrodomésticos que nos garantizan el buen estado de nuestra comida. Y, pese a que en ocasiones puede parecer complicado elegir uno concreto, nosotros traemos las claves para hacértelo mucho más sencillo.
En primer lugar, te vamos a explicar cuáles son las características que debes tener en cuenta. Porque ¿sabías que hay distintos tipos de frigorífico, por ejemplo? ¡Es crucial a la hora de ver cuál de ellos encaja mejor contigo! Junto a esto, te enseñaremos el resto de especificaciones que debes revisar.
Por último, te mostraremos qué es la eficiencia energética y cómo puedes analizarla en un frigorífico. De esta manera, sabrás cómo elegir el que menos consuma. Es cierto que son electrodomésticos que, por regla general, consumen bastante. Pero, aun así, puedes encontrar diferencias notables entre modelos.
Qué tener en cuenta para elegir
Comencemos con todas las características que debes considerar a la hora de apostar por un modelo o por otro. Pese a que no es algo técnico, te recomendamos que tengas también en cuenta la estética y el diseño. Al fin y al cabo, hablamos de un dispositivo que vas a ver todos los días ¡y varias veces seguidas! Con lo cual, lo mejor que puedes hacer es elegir uno que te guste y que encaje bien con tu cocina.
Tipos
Lo primero que debes conocer es que hay diferentes tipos de frigorífico. Es importante que tengas en cuenta este factor, puesto que marcará tu experiencia como usuario. En primer lugar, puedes hallar frigoríficos de una puerta. No son recomendables, puesto que no tienen un apartado para congelar alimentos. Se suelen usar cuando ya se tiene un frigorífico con congelador en otra parte de la casa, sobre todo a modo de minibar.
Tras esto, encontramos los frigoríficos de dos puertas. Fueron muy famosos hace años, pero ahora mismo se usan muy poco. En estos, el congelador se encuentra en la parte superior. Eso hace que el acceso en general sea un poco más difícil. La principal ventaja que presentan es que son muy asequibles.
Por otra parte, hay que tener en cuenta cuáles son los más usados. En este caso, no hay duda de que los frigoríficos combi se llevan la palma. En ellos, el congelador está en la parte inferior, con lo cual es mucho más fácil tener acceso a todo. Son los más recomendables, puesto que tienen unas dimensiones compactas y son cómodos de usar. Los frigoríficos americanos están hechos únicamente para aquellos que tienen una cocina muy grande. Normalmente, tienen dos puertas verticales. Son ideales para todas aquellas familias numerosas que tengan espacio suficiente en su hogar.
Estos son los más conocidos y usados, aunque también puedes encontrar frigoríficos de cuatro puertas. No son cómodos si tu cocina es pequeña, puesto que hará que pierdas demasiado espacio. ¡Y tampoco son asequibles!
Espacio y capacidad
En primer lugar, debes considerar el espacio que tienes en la cocina. No solo la altura y la anchura, ¡también la profundidad! De otra manera, puede que encuentres que el electrodoméstico que has comprado no tiene cabida en tu hogar.
Para hacerte la labor más sencilla, vamos a ver cuáles son las alturas más comunes y para quiénes son recomendables cada una de ellas.
- Hasta 150 cm: son los llamados frigoríficos minis. No son los ideales, puesto que son demasiado pequeños y no te permitirán guardar nada. Se suelen usar como complemento de otros.
- De 150 cm a 170 cm: son dispositivos pequeños. Son perfectos para parejas o para personas solteras.
- De 170 cm a 185 cm: estos son frigoríficos medianos. Si tu familia es de cuatro personas o más, son una gran alternativa.
- Más de 185 cm: estamos hablando de electrodomésticos bastante grandes. Si tienes espacio en tu hogar, ¡siempre son una buena opción!
Junto con las medidas, debes analizar la capacidad que tiene el frigorífico. Recuerda que, además, una parte de esta capacidad irá dedicada al congelador. Si vives solo, no necesitarás más de 125 litros. Mas si es para un hogar de cuatro miembros, superar los 300 litros es prácticamente indispensable.
Para mantener bien el orden, es indispensable que el frigorífico tenga una buena distribución interior. En este sentido, puede ser interesante que cuente con zonas diferenciadas de frío para que puedas elegir el lugar más adecuado para cada alimento. Asimismo, también es una buena idea que cuente con cajones capaces de mantener la humedad. Eso hará que tanto la fruta como la verdura se mantenga en buenas condiciones más tiempo.
Ruido y temperaturas
El frigorífico estará siempre conectado, y por eso es importante que no haga demasiado ruido. Este se mide en decibelios, y lo ideal es que se mantenga más o menos en los 45 dB. De esta manera, apenas notarás que está funcionando. Si cuenta con varios modos de temperatura, podrás adaptarte mejor a las condiciones de cada momento concreto. ¡Así que es un plus!
Por supuesto, es indispensable que sea No Frost. Esto hará que no tengas que descongelar el frigorífico para eliminar placas de hielo, ahorrándote tiempo e invirtiendo en comodidad.
Funciones extras
La evolución de las tecnologías ha hecho que hoy en día podamos encontrar incluso frigoríficos inteligentes. Estos, mediante una aplicación, son capaces de indicarte cuándo falta un alimento concreto o cuando deberías dar un paseo al súper. ¡Son tus grandes aliados contra los olvidos!
También deberías tener en cuenta si te apetece que tenga dispensador de agua y hielo, estantes ajustables, cajones especiales para frutas y verduras, etc. Hay frigoríficos algo más sencillos, y por ende más baratos, que no incluyen este tipo de añadidos. También hay algunos que no tienen huecos en la puerta y todo se encuentra en la parte central del frigo.
La luz interior es otro de esos factores de vital importancia. Porque, si no, ¿cómo podrías beber agua en plena noche? A modo de añadido interesante, debes saber que hay frigoríficos que tienen dispensadores de agua y de hielo. No es necesario, pero en verano te vendrá genial.
No Frost
Si ya has estado mirando algunos frigoríficos, te habrás dado cuenta de que en muchos aparece el término No Frost, pero… ¿qué significa exactamente esto? La traducción literal es «sin escarcha», por lo que uno con esta característica nos asegura que no tendremos problemas con la elaboración de escarcha. Este es un sistema que evita la elaboración de escarcha, que mantiene mejor la temperatura y humedad ideal en el interior del frigorífico. Además, es el encargado de reducir el consumo de energía.
Para ello, lo que hacen estos, es repartir de manera homogénea el aire frío por todo el interior del electrodoméstico. Así, el reparto del frío es más efectivo y se mantiene mucho mejor el nivel adecuado de humedad.
Esto implica que se consuma menos energía, por lo que esto se verá reflejado también en nuestra factura de la luz. Por lo tanto, es recomendable elegir un modelo con este sistema para mantener mejor nuestros alimentos, olvidarnos de la formación de escarcha y ahorra en el consumo de la luz. Además, también incide en la conservación de los alimentos. Es uno de esos apartados indispensables que se deben tener siempre en consideración.
Precio
Por último, no hemos de olvidarnos de la importancia del precio. Aunque los frigoríficos de clase A suelen tener un precio inicial más alto, es importante considerar el ahorro en luz a lo largo de la vida útil del electrodoméstico. Puedes calcular el coste que te supone tenerlo en casa para determinar cuánto te ahorraría a lo largo del tiempo.
Para que tengas una gama amplia entre la que poder elegir, nosotros hemos abierto mucho la horquilla de precios en nuestra selección. Así que hallarás desde los frigoríficos más asequibles a los más topes de gama. ¡No te los pierdas!
La certificación energética y el bajo consumo
¿Has escuchado hablar de la certificación energética y los electrodomésticos de bajo consumo? Mediante una etiqueta que debe aparecer por ley en todos los productos, los consumidores podemos saber exactamente cuánto consumen nuestros dispositivos. Hubo un cambio en la normativa en 2022, tras el que estas etiquetas pasaron a ser totalmente diferentes.
Este es un ejemplo de las etiquetas que encontrarás ahora mismo en el mercado, que van desde la A hasta la G, siendo estos últimos los que más energía consumen y los primeros los que menos. Lo cierto es que vas a encontrar pocos frigoríficos con una eficiencia muy alta, puesto que son dispositivos que, per se, deben consumir mucha energía. Mas cuanto más arriba estén en la lista, ¡mucho mejor! La clave es evitar las clases más bajas.
No obstante, debes saber que es complicado hallar frigoríficos con clases muy altas. Y es que son dispositivos que, al final, consumen bastante, porque están todo el día conectados y requieren bastante energía.
Además de esto, en la etiqueta energética debe aparecer otra información interesante:
- El tipo de dispositivo y el fabricante.
- La marca y el modelo. Esta información es muy útil cuando se estropea o necesitas buscar información de uso. No todos los frigoríficos de la misma marca funcionan igual.
- El consumo de energía anual en kilovatios hora. Esto te da una idea de cuánta luz puede consumir el frigo en un año.
- El ruido que produce en decibelios. Este último se cataloga mediante una escala desde la A hasta la D.
- La capacidad en litros, en caso del frigorífico. Cuanta más capacidad tenga, más necesitará enfriar y más energía consumirá. Aunque también dependerá de nuestros actos y del tiempo que mantengamos el frigo abierto.
Antigua certificación energética
Vas a encontrar una gran cantidad de frigoríficos que mantienen la antigua categorización en lugar de mostrar la nueva. En esta, los electrodomésticos se clasificaban de la siguiente manera:
- A+, A++ y A+++: la eficiencia más alta.
- A y B: consumo moderado de energía.
- C y D: el consumo más alto.
En el caso de estar categorizados de esta manera, lo ideal es buscar las primeras clasificaciones. Aunque pueda parecer un detalle sin importancia, ¡te puede hacer consumir hasta un 50 % menos de energía! De hecho, un frigorífico de clase «A» se considera eficiente, pero no es la mejor opción. Es una buena inversión si buscas ahorrar (en comparación con la D), pero hay opciones mejores como la A+++. Esta última clase consume menos cantidad de luz en comparación y te ayudará a ahorrar a largo plazo.